lunes, 26 de julio de 2010

un día más de mi cochina vida (Lifeinaday)

Hay días que comienzan al revés, y hasta con música, e incluso uno baila. Como esos días pocos en mi cochina existencia, pero de esos siempre queda el recuerdo por allá en un pedacito de memoria.

Por costumbre me grabo, registro mis días, guardo la monotonía.

Pero ésta vez le metemos nos metemos en la producción de una idea de película, hecha en Youtube, y llamada: Life in a Day (http://www.youtube.com/lifeinaday)

Y como muchas tomas de las producciones, seguro las mías no salen. Tienen algún defecto, o no interesan, o funcionan. Igual, se las comparto.



Hay días en que se gasta lo que se tiene, y otros que se viven con el aire y con el resto de cosas gratis que tenemos a la mano.
Todos los días son diferentes, únicos, sorprendentes.
Lo que no cambia mucho es la gente, que sigue apostando a competir diariamente, sin enterarse, que todos los días deben ser felicidad (o algo que se le parezca).

Éste, un día más, cochino.

martes, 20 de julio de 2010

Oh! Libertad

Como no tenemos bandera, hoy en el 20 de Julio del 2010, pusimos un aviso en nuestra terraza.
Para recordarle a los que pasen, que nos sorprende que tenemos una libertad que se parece a muchas cosas menos a la libertad que nos soñamos
Después de 200 años, lo poco que nos impulsa a aplaudir la colombianidad, si uno le hace un análisis concienzudo, se da cuenta que son los meros avances tecnológicos de la humanidad que nos han llegado por efecto de la globalizacion, y logros personales de personajes fantásticos y auténticos que han nacido en nuestra tierra.



Uno no se va del país de mierda que le toco vivir, porque uno, porque la mierda no es culpa de uno, dos, porque no se tiene ni pasaporte ni el pasaje para ir a sufrir a tierras desconocidas, y tres, las vainas buenas que han hecho nuestros ancestros valientes y visionarios, que han sido modificados por otros compatriotas miopes y con miedo a la vida, debemos rescatarlo en estas fechas, y seguir en la lucha de instauran un lugar donde nuestras familias vivan orgullosas de lo que son, de lo que serán mañana, y felices por siempre.

lunes, 19 de julio de 2010

A mi papá le gusta deber, a mi mamá no

Me llega una carta. De los mismos de las llamadas: "Señor Juan David Escobar cómo estas? le habla ... es para lo del crédito de Don Alirio".

Foto tomada con mi nuevo E63

Yo si lo pensé varios segundos cuando me dijeron de servirle de fiador, pero era el cucho por Dios!, y una nevera necesaria para la casa. Fuí hasta el centro de la ciudad, y en un rincón de un centro comercial, en un negocio lleno de cajas y una mesa, y firme, confiado que una nevera se paga fácil.

En otras historias he ilustrado como ante defectos de mi padre, nosotros los hemos convertido en habilidades para la vida.
Mi madre se esmera, y le da pena tener una deuda atrasada. Ha trabajado como mula para pagar intereses de deudas que han servido para calmar la zozobra, para suspender las amenazas, para calmar el hambre, para avanzar en la vida.

Alirio ante una deuda, dice mañana. Ante un cobro directo, dice que ahora le pago. Y ante una factura, un madrazo, y lo guarda donde no la vea mucho. Como si mañana, ahora, o en el olvido la plata que uno tiene para pagar se hiciera doble, o lloviera dinero, o se muriera el que cobra o el que vende. Mi padre se la juega a esperar, a dar un contao y decir que "está muy dura la situación".

En el almacén ese no me creen que yo le digo, solo que él se hace el bobo. Mamá si lo regaño, pero por oído le entra y por el otro le sale.

Un día lamento doblemente la matada de un amigo suyo, que por causalidad también era Escobar. Por el guayabo de perder un parcero a manos de los paracos, y porque hacía una hora le había pagado un montón de plata que le debía. Ese día estuvo cerca, pero el buen corazón de pillo lo llevo a pagar temprano.

Quizá uno que otro no ha regresado a cobrar, pero en su haber, se le han volado los que le han debido. Tal vez ese también es su parsimonia con no pagar los impuestos durante años, y luego invocar falta de consideración a un hombre que a trabajado toda la vida por los campesinos en un puesto de legumbres. Y es verdad, pero tampoco le gusta pagar impuestos. Es un anarquista asolapado.

Hay veces que los rumores de número de chance, o de negocio fácil le llega, pero desde finales de los 80´s, no se coge un chance grande, de esos que dan felicidad. Han caído lluvia de problemas, y no hemos tenido el plante para meter ni en piramides. Eso debe ser lo que lo tiene sin pena, pues la suerte le da la espalda, entonces él no se pone colorado tampoco.

Va tocar pagarle esa deuda. De donde? no sé. 400 mil. Ciento y punta de días de atraso. Cuantas veces les habrá dicho qué mañana se pasaba a pagar, que estaba muy ocupado en el negocio. Y me lo imagino siempre con la misma tranquilidad.
Más, sabiendo que dueño del almacén lo tienen encanao por lavado, y el negocio lo tienen investigado. Antes a mí me da más miedo.

Soy un man de 27 años, con libreta de segunda, y voy para Procredito.

Lo llamare de todas formas. Él piensa, mucho, siempre, en todo. No ha pagado muchas veces para darme plata, para comprar la comida y estudio de todos, para poder viajar y en tres días duplicarla, para librarnos de muchos enredos que hemos enfrentado. Lo sé.
Pero hombre, es bueno pagar de vez en cuando! Cuando uno firma se compromete! Para que no te llame una niña a joderte la vida! De por Dios!

Señores y señoras, a todos, mañana les pago.

lunes, 12 de julio de 2010

A eso de las siete

Ya a eso de las 7 de la noche se me va bajando las ganas de trabajar. Y no soy ofinista, soy emprendedor, manejo (jeje) mi tiempo. Muchas veces hago el que laburo, pero la verdad, lo que quiero es despegarme un rato. Cuando puedo me detengo, me pauso,

pero ya esas pausas, aunque tenga el tiempo, son más raras en mis días.
Me he estado acostumbrado a llenar los vacíos de vitalidad con virtualidades o paseos en moto. Nunca quieto. Por eso un post sobre estar en la cama al llegar la noche. Porque me levanto a eso de las ocho de la mañana y comienzo la jornada, si no hay grabaciones y actividades de campo (producciones), a las diez.

Estoy en remodelación de la oficina, esa que abro antes de media mañana, y en la entrada dirá: "Creativo procrastinando". O sea, un man que vive de ideas, y que se mantiene postergando todo, para que en un futuro no muy lejano, esas gambetas de hoy sirvan para otras cosas que uno postergara mañana.

Ya verán el proceso de decorado, y de justificación de por qué siendo emprendedor comienzo a las diez de la am, y paro (si puedo) a eso de las siete, y a las casi diez de la noche vuelvo y enciendo la máquina, y termino acobijandome a eso de la una am, cuando no hay sino celadores y ladrones y polis y vagos en la calle, y por la ventana no entra puro aire frío mezclado con la rabia y bondad de la gente que la empujo en sus pulmones todo el bendito día. Yo cierro todas la ventanas, las hendijas, y duermo en paz, embolatado en las ideas que hiperactivas de mi cabeza, que está bien loquita.

sábado, 10 de julio de 2010

El Parque del Poblado se ve muy triste así

Anoche salí de reír con una sección de Acción Impro, y esperaba estar un rato en el Parque del Poblado, mientras los amigos se tomaban una cerveza, cuando me encuentro con la sorpresa que lo habían sellado.

Una gran estupidez. Hasta yo, que no me amaño en un parque que parece una pasarela, donde todo el mundo es borracho. No me gusta que me vean, y ya el alcohol me hace mucho daño. Pero por Dios! era el parque donde se hace la gente masivamente y tranquilamente en Medellín.

Por eso cogí mi cámara, he hice un video:



Y recién esta mañana me llega un correo de un amigo de redes (que ya no es tanto) que me vio desde lejos, desde su "nuevo" parche, hacer el video.
Se los comparto, porque él tiene más autoridad que yo, en la vivencia y problematica del espacio público llamado, El Parque del Poblado:


Por ahí lo vi yo ayer, en el desparque del poblado, con su camarita, haciendo lo que muchos más deberíamos hacer...
Testimoniando y con ganas de no quedarse callado... Imagino que como yo, usted estaba entre la indignación y la sorpresa al ver que ya uno no puede sentarse en el parque del poblado a tomarse una cerveza....
El bla bla bla incomprensible de las autoridades y la simple fuerza materializada en vallas y en cintas para impedir que las personas ejerzan su ciudadania y su presencia en la ciudad... Nos tratan como a la mierda... lo particular -

Y si tengo que reconocerlo - es que antes de este atropello intentaron acercamientos un poco más dialogados... Sin argumentos, pero al menos pedían los señores de espacio publico que uno no se hiciera ahí.... Igual, sin motivo y sin razón aparante, simplemente el "aquí no puede sentarse".... en fin...

A parte de este despropósito que es impedir que uno se haga ahí, quería comentar un aspecto puntual: 3 policías andando en nubecita y haciendo parar a la gente....
3 policías haciendo eso, en vez de ponerse a agarrar criminales y desquiciados...
3 personas de la autoridad destinadas a parar gente... si ya de por si todo es un despropósito, lo es aún más el que destinen el sueldo de 3 agente de la policía simplemente para eso...
Realmente este pueblo lo están manejando con las patas... no es un descubrimiento, obviamente, pero igual da mucha pena y mucho dolor...


El parcero se llama Federico Ruíz. Y tiene toda la razón.

Ahora, ¿qué hacemos ante esta bobada y estupidez?

sábado, 3 de julio de 2010

Un día de esos que uno respira más de 10

Después de la llamada de la genial productora de éste viaje, que nos dio posibilidad de vivir otro día en la ciudad de Bogotá, la señora (del servicio) del hostal Judío nos dijo que para afuera.

Buscamos en el mapa (más perdidos que embotadatos) la ruta hasta el barrio Soledad, un hotel, o habitaciones en una casa de una señora llamada Blanquita (que tiene un hijo vago y jodón (lo supimos luego). Lo único malo), y que es recomendadisima, si se va a quedar en la fría capital. Colchones blanditos, y televisión en la pieza, y ventana que muestra una obra sin terminar que la alcaldía está haciendo. Y hasta parqueadero tiene. Y el desayuno es deli.

Dejamos la moto guardada, y cogimos un bus hacia el Parque Simón Bolívar, allá comenzaba el Rock al Parque. Era el día del Metal.
El chofer no nos dijo nada, y nos bajamos en la parte más lejana. En fin. Lindo parque, sólo que solo no se ve bonito. Se escuchaba en el fondo los sonidos guturales y "virtuosos" del metal.
Nos metimos en medio del montón de gente de negro, ya teníamos los zapatos quitados y la cédula en las manos, y me hicieron botar el tarro con agua, y luego me dijeron que la cámara no se podía entrar, y me señalaron el mismo letrero que leí el año pasado (y que si me la dejaron entrar), y le dije qué por qué, y la respuesta fue: "Si la entra, se la botan en el próximo control".
Me causo mucha simpatía la respuesta, me reí, le alegué, y me sentí un poquito como la señora de Tu Boleta (o qué Boleta!) y nos sentamos a ver cómo requisaban y le pegaban, y insultaban (la policía nacional, por supuesto) a algunos "desadaptados".

Esa fue nuestra experiencia de Rock al Parque. Una decepción más de unas autoridades que se jactan de la tolerancia y la convivencia y el "acceso gratuita a la cultura", a sabiendas que están cagados de miedo con la masa que viste de negro (o el color que sea), y creen que la gente que tomamos nuestras fotos personales tenemos en los bolsillos o en las manos una arma mortal y perjudicial para la nación.

Nos comimos un perro de esos de 2500 que dan con Big Cola (la coca cola de los pobres), y nos animamos a preguntarle a otro habitante de está linda ciudad "qué hacer para ir a tal lado". Y como pocas veces, nos ayudaron, tal vez porque eran Policías (bachilleres).

Ya en el bus, a las pocas cuadras, nos dimos cuenta que, otra vez nos dieron mal la indicación, y entinces decidí (porque Dani sólo se sentía perdido), que nos fuéramos hasta alguna parte en ese berraco bus de San Francisco/Candelaria en dirección apuesta a la que nosotros, unos desparchados que pagaron hotel para soyarse la fiesta de (gratis) de la música, y que ahora no sabíamos que hacer para llenar ese día soleado que nos hacía quitar las chaquetas y sonreír a cada escena bonita que protagonizaban la luz y la gente afuera en la calle.
Nos bajamos cuando llegamos a donde comienza la montaña llenas de casas,

Y de nuevo confiamos en un señor Bogotano (ya del sur) que nos hizo esperar 30 minutos (quizá menos) en la dirección en la que no nos servía. Lo bueno es que otro busero nos hizo caer en la cuenta, y ahora sí, rumbo al centro de la ciudad, que en mis pocos conocimientos, era lo poco que podíamos hacer con poca plata.

Nos soyamos los venteros, y cuenteros en el bus. Caminamos desde la calle 0 hasta la candelaria, y nos gustaron las montañas con sombras,

y detestamos a los polis (otra vez!) que nos hacían borrar las fotos (de un escudo de Colombia, por Dios!!), y nos dió el sol en la cara mientras comíamos churros en la Plaza de Bolívar,

y vimos caer el sol mientras escalábamos al Chorro de Quevedo,

y claro, que mucho loco y extranjero, y mucho graffiti, y perros (animales) que lo miran a uno fijamente, y fiesta en el Chorro, y mini escuela de malabarismo, y (acelero este relato, pues me tengo que acostar para mañana viajar de nuevo, luego ven el video)y canelazo con guaro en la Jimenez, y caminar por la Séptima a cuatro ojos, y chocolatico en La Florida, y más caminada por calles llenas de gente, y bus, y caminada por calles desconocidas con casas bonitas, y dos compras (entre ellas la plata para tener internet), y ahora que les tecleo éste relato con el TV en mute, pienso que hay mucho gente hija de puta en ésta cuidad (qué lastima), pero que el problema es de uno que es tan buena onda e/o inocente. Y que las mini vacaciones están que terminan y que no tengo ningún balance, solo preguntas. Y que todo el trabajo retrasado, lo debo hacer cómo hoy, aguantandome la rabia de no ser cómo el mundo, o que el mundo sea cómo uno; y dejar que todo fluya, que siempre todo sale.
Lo dice Deciderata, el mundo marcha cómo debería, uno es el que sale de la casa a quererlo cambiar.

viernes, 2 de julio de 2010

Diario de Motocicleta, día 2 (Doradal a Bogotá)

El otro pedazo de la historia. Desde Doradal, Antioquia, hasta Bogotá DC.



La moto bajo de velocidad, dizque por la altitud (me dicen por Twitter), y a 60, 70, y cuando quería a 80 kilometros, y por medio de las tractomulas y todos los climas, y la cantidad de colores del paisaje y 3 departamentos (y un lumbago terrible en la espalda) y evitar un parte de 400 mil, y cerca de 6 horas de viaje, llegamos a la capital.

Llegamos, y eso es lo mejor de éste viaje. Así no tuvieramos ni idea de cómo llegar a los hoteles, ni a Corferias, ni a la esquina, y no tenemos el chaleco apropiado, ni el casco, ni sospechamos cuanta cosa se necesita para ser motoneto en el D.C.

Ahora, falta el regreso. Pero eso es otra historia. Ya veremos. Y seguro ustedes.

Segunda noche en Bogotá, un amanecer de perros

Ya es viernes en la Campus Party. Ya pase mi segunda noche en el Hostal de Centro.

Anoche, mis pulmones parecía llenos de agua, o estando en una heladera, cualquier analogía que se te ocurre, pero no estaba bien.
La ropa me incomodaba, pues, es que el lumbago (que queda ahi debajito del homoplato izquierdo) que adquirí en el viaje de Medellín-Bogotá, dolía como nunca, no me dejaba acomodar, me desvelo, y por eso me quite la ropa, y miraba el reloj cada tanto, y seguro por desacomodarme el viento frío me entro y me subió la gripa que tenia guardadita en mí se incremento.

La promesa era levantarnos a las 8.30am, pero yo uno hora antes estaba metido en el chorro del agua caliente, tratando de coger temperatura, y de masajearme con la rica agua.

Deje a mi amigo en la cama, y salí a la Candelaria a caminar, a buscar desayuno, a comprar remedios, a ver el inicio del partido (Brasil Vs Holanda).

Mientras me echaba algo al estomago para poderme tomar las pepas y las bebidas,
vi el gol de Brasil, y me imagine a todos celebrando en las calles del país más grande de sudamerica.

El pax me calentó el pechito. La crema que me recomendó @Anavallejoc me sirvió mucho, y el parche León,

Me tiene la espalda ardiendo. No sé si es normal, pero ya me preocupe (pero ahí sigue pegado). Ya estoy en la Arena de la Campus, un poquito mejor. Y con todas la municiones en el bolso, para seguir tratándome, y no pasar una noche tan horrible, en una ciudad que tiene un clima anti flojos.

jueves, 1 de julio de 2010

Diario de Motocicleta, día 1

Nuestra aventura de viajar en Moto señoritera 115 de Medellín a Bogotá, lo hicimos en dos tiempos.

Les compartimos el primer tramo del viaje. El que no es tan duro, y que conocía. Bonitos cielos, increíbles verdes, y todos los climas.



Este diario de motocicleta es auspiciado por Punto Link, y llevado a cabo por @Quinsal y @Elreticente, y todo para llegar a la capital para vivir dos diítas de La Campus Party, y de pronto, algún día de Rock al parque.

Esto sigue, estén pendientes.