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lunes, 24 de octubre de 2011

Una escena vivida el 22/09/2011

Letrero en lo alto: "Inicio de zona urbana" (de Rionegro).
Me levanto la visera del casco porque después del letrero siempre viene un pavimento ondulado e iluminado pobremente, y un policía acostado y luego otro, y una oscuridad en curva, y luego otro policía, y el olor a cacao de la Nacional de Chocolates, y más allacito otro policía más iluminado, y 100 metros más allá ahí en la purita oscuridad y cuando la vía se vuelve aún más mala te encuentras otro policía, y ahí, diagonal a la secretaria de Transito, en pleno puente dos niñas caminan por la acera y balancean su cuerpo como si fueran a pasar la calle pero en un milisegundos deciden no hacerlo, entonces yo acelero más para darles el espacio de pasar más pronto e inmediatamente ellas cogidas de la mano deciden pasar justo cuando yo estoy pasando, y cuando estamos cerquita mi moto y ellas dos, la niña más grande (de unos 12 años) de pelo larga y falda algo corta me escupe la cara. Vi volar la escupa y golpear mis ojos, mi mejilla, mi cuello. Disminuyo velocidad, llego al otro policía y con mi guante gris sucio de tanto trajinar me limpio mi cara fría, y no me detengo porque no lo puede creer.

Eran las 9.45pm, miré para atrás, y ellas no había pasado nada la calle, y caminaban por la acera hacia la autopista y me miraban burlonamente. Paré.

Respiré, supongo cómo nunca lo hago, espere a que los pocos carros dejaran de pasar, y me devolví. Ellas al ver que giraba corrieron y se metieron trotando al barrio; lo que me demoré les dio tiempo para dejar el rastro frío, y la callecita de ese barrio que queda detrás del montallantas y que es tan grande como tres cuadras chicas, y que la otra vez conocí de volada porque en ese mismo puente donde me escupió una niña hubo un accidente muy feo (de muertos), y nos desviaron, y esa vez vi a muchos pelaos tirando esquina y con cara de qué hay para hacer de malo pues, y con la moto prendida, mirando con rabia si algo se movía, me dijé: es una táctica que tienen para robar. Te escupen, las sigues, te roban hasta la ultima moneda cuando te metes a su territorio.
O tal vez, pensé rápidamente, fui un imprudente al no ceder el paso a dos culigadas que no tienen afán de nada y te escupieron cómo castigo, como pequeña picardía de la noche.
O quizás, también me dije esa noche fría y para olvidar, que pasaste en el momento exacto, del color perfecto, a la velocidad que era, y con la cara adecuada, para que el mundo te pegara la rabia y el odio y el fastidio que te tiene por medio de una saliva llena de burbujas diminutas en medio de la espesura lanzada con rabia a tu cara.

Si, eso fue.

Di la vuelta y en medio del acelerón también me dijé, que esa era una muestra más de lo que estoy inspirando a las mujeres (y al mundo en general): Asco.

miércoles, 13 de abril de 2011

otro mes, le yendo, vi niendo

27 de marzo del 2011

Ya se está terminando el tercer mes del primer año de la segunda década del siglo veintiuno.

Ya estoy como los trabajadores malos y los estudiantes perezosos, queriendo que llegue el fin de semana, para no tener que cumplir horarios ni citas, para no tener que iniciar o terminar proyectos, para meterme en mi casita, y no hablar con nadie y no atravesarme en la vida de ninguno. Y, por supuesto, ya que es domingo, y que me distraído durmiendo, fumando, haciendo comida, yendo al baño, hablando con los gatos, leyendo, leyendo, leyendo, y viendo el cielo azul oscuro llenito de estrellas y los horizontes titilando a cada segundo por los relámpagos de las tormentas eléctricas, y escuchando las conversa de los perros, y me voy durmiendo otra vez con el chirriar de los grillos y demás gritones que tiene el campo, no quiero que se termine el finde semana, no quiero mañana, no quiero salir en la moto y mojarme y no quiero trabajar tanto para tan poco y no quiero que me pasen todas las cosas malas y no quiero sentir que nada tiene sentido y no quiero caminar tan largo y tendido y no quiero estar tan triste y tan solo y no quiero darme cuenta que a pesar que los días no tan malos ni tan mierdas sigo queriendo nada.

De vez en cuando, unos rayos de luz, la sonrisa de alguien, una canción, algún viento con otros aires, me hace parar mi maquina de hacer días malos y tomo una foto o grabo un video o converso con la gente o se me ocurren dos ideas juntas y buenas, y creo que seguiré esperando, a ver qué.

Mirándolo bien, estoy leyendo puros diarios.

Las tristes historias poderosas locas y adolescentes de Andrés Caicedo. De él saque eso de “estoy tan triste y tan solo” que él sacó de los libros y que un día se lo dijo a la mamá, y la mamá se pusó a llorar.

Luego, leí las “Cartas desde asía” serenas, maduras, humanas y humanistas del señor Hector Abad Gómez (que lo mataron los malparidos de este país por ser así, humano) sacó una frase que anda sosteniendo mi andamiaje de huesos:

En vez de maldecir la oscuridad, prende, aunque sea, una pequeña luz”.

Y estoy pegado de los días que escribió el Che Guevara en Bolívia. Vida guerrillera, de mierda totalmente. Y yo quejándome porque me varo y que me dice que soy un mal tipo, y hay gente haciendo posible su movilidad, su comida, su revolución con sus puños, fuerzas e ideas, y cada día es peor, y saben que va a ser así, y que los que disfrutaran sus luchas serán otros del futuro.

Y desde mi sitio de lectura, tengo pillado el librote de anotaciones de Kerouac, que seguro es una demencia, es una linea de tiempo de locuras y bobadas, mientras conoce su América del norte y así mismo.

Tal vez todos estos diarios y cartas, ayuden a tomar valentía, para escribir grabar fotografía hablar y hablar mis tristezas y alegrías solas e idealistas y diferentes y extrañas y vulgares y cochinas.


Este texto fue escrito escuchando el reggae de “Huevo Atómico”,
y con Max a mi lado en la silla madera afuera de la casita de campo.

miércoles, 23 de marzo de 2011

un mes de mierda y otras noticias, parte 5

Febrero 27/2011

Era miércoles, o martes? … y todo iba muy bien.

El fin de semana se había descansado, el lunes trabajado, y era una fría mañana como cualquier otra en el oriente Antioqueño, y dos policías tenía un reten rápido al frente del estadio de Rionegro. Y “Buenos días” dichos falsamente, y “papeles”? Me toque en el bolsillo donde siempre están, y no estaban. Y abrí el bolsillo del morral donde si no están en la chaqueta lo encuentras ahí, y nada!

Eran las 8.30am, la semana estaba planeada, todo casi al limite, con la plata prestada para tanquear, y la comida de los gatos suficiente hasta que llegara la plata nuestra, y preciso, ese día no tenia ningún papel, ninguno!!

Claro, las ganas de llorar de la puritica rabia. Mierda!!! Los deje en Medellín, noche. Los vi bien puestecitos en la mesa de la oficina, mientras rebuscaba desesperadamente.

El policía calvo y malacaroso me miraba sospechoso, pero esperaba que yo buscase e hiciera llamadas. Nadie contesto.
Le dije al man que yo iba a trabajar, que por favor, que por favor (grave error) me dejaran devolverme a guardar la moto, que un parte a estas alturas, fatal.
Me dijó: “Parce, también estoy trabjando” y empezó a escribir.
-“El pase?”
Busqué por cielo, mar y tierra, y tampoco estaba. Mierda!! (esta tampoco me la esperaba).
Y para acabar de ajustar, sólo tenia 1000 pesos en el bolsillo. Ni para sobornar a los tombos, que me esperaron todo ese tiempo con esas intenciones.
-“cómo sale a la calle con 1000 pesos?”. De verdad fue una patada a la tristeza, y le dije que algunos vivíamos así, aunque fuera increíble.

A pie hasta Rionegro, con un parte en el bolsillo, con la compañía de un ajetreado Jorge Eliecer Gaitan, y con cara de triste esperando que desde lejos me consignaran plata, me salvaran la vida (como siempre). Mierda!!

Estoy muy demalas. Muy.
En Medellín encontré los papeles bien puestecitos encima del compu que está encima de la mesa.
Pero la tarjeta de conducción nada que aparecía.
Todo lo tenia medido para la semana, hasta la comida gatuna. Por las circuistancias que quedaba en Medellín, ellos tienen que aguantar con lo que les quedó.

Lo único bueno, es que en el bus de bajada, me encontré 500 pesos.

Todos los santos días hay que inventar un programa de TV llamado Versión Beta (luego hablamos de esto), mientras tanto, mi mala suerte.
Gracias a que “Producción” tiene memoria, logré -con un cuadrito de citas a donde asistí- encontrar que en la U de A fue el sitio donde posiblemente deje el papel ese.
Llame a la universidad. Y preciso, allá estaba. Corrí, en el camino hable con mi padre en el metro. Me encartó con carne y regalos de mamá, y llegue a la U de A, donde por dejar el carnet aparecía como “acceso restringido”. Un guachimán me cuido toda mi estadía en la universidad, y todos me miraban como si fuera un ladrón. Oles sólo dejé un puto carnet!!
Me lo entregaron, y señalándome me dijeron que si volvía dejar algo, era 1 mes de multa no entrando a la U de A. Que por ahora, solo 4 días.
No me reí, porque con ese día encima, ni modo!

Al otro día, en Rionegro, en el transito, deje 270mil que valió el partecito. Eso que con el 50% de descuento.
Putos tombos, me dejaron sin disco duro, sin ropa, sin arreglo de moto. Pues, eso se saca plata donde no hay, pero lo deja a uno sin felicidad.
En el parqueadero donde me llevaron la moto roja “inmovilizada”, me quitaron otros 70mil. Otra mierda! Carísimo!
Le lleve comida a los gatos, comí algo en casita, y en medio de un aguacero enorme, enorme, baje a la ciudad, y cuadras antes de llegar a la oficina, la llanta trasera se chuzó. Recontramierda!

Le eche espuma (de esa para desvarar en urgencias, como la mía), y llegue al trabajo. Tarde, tardísimo, pero llegue.
Otra vez en la ciudad, otro día de inventos y cosas y cositas… Le compre a la moto llanta y neumático nuevos, y la volvió a ser una niña buena…. (más plata).
Me subió a casita el viernes.
Me bajó y nos subió (a Daniel Quintero) hasta casa.
Sirvió, en reserva de gasolina, para recoger al parcero que le dicen “rasta”, y hoy, que escribo esta carta trágica, que me da por visitar La Ceja, preciso a las 8.30pm, un verraco Domingo! La rueda trasera se detuvo. No quiso moverse más. Ay Dios, mierda!

Mecánicos a esa hora, ese día, y en pleno parque principal? Imposible!
Imaginándome todas las escenas, mejor me tire al piso y desvarate la moto (la llanta trasera), y me encuentro que un resorte de la pasta de frenos arrugado, y suelto adentro en el tambor de los frenos.

(así se ve de día)

Fuemadre! Fuemadre!
El diablo, los duentes, las brujas, los mecanicos y todo el mundo está detrás de todo esto!!!
Al fin pude desvararme, y volver a casa.

Esa noche, para el frío y las historias, plátano asado.

Pero como vamos, las historias continuaran, y yo cada vez más cansado.

lunes, 14 de marzo de 2011

un mes de mierda y otras noticias, parte 3

Otro pedacito de la historia de vivir en el campo y la ciudad que me anime a escribir. (18/02/2011).

¿Y para qué salir de la ciudad por la zona norte en medio de un diluvio, por medio de los carros y solo creyendo ver prismas rojos y amarillos que dan a entender que el de adelante frenó, o viene una curva por la intermitencia de los prismas que veo a través de la lluvia y de las gotas que están rodando por el plástico rayado de la visera del casco rojo?

¿Para qué desde hace 3 semanas (en kilómetros, más de 1500 recorridos en la moto roja) de estar subiendo en medio de la neblina y las gotas gigantes, esas que se meten por dentro de los impermeables que ya están viejos rotos y son de diferente color y tamaño, y te van mojando poco a poco?

¿Para qué andar 60 kilómetros de ida, y otros 60 de vuelta, y correr por la meseta de Guarne (que comienza en el "alto de La Virgen") donde hace un frío tenaz, que donde no lleves guantes y bufanda (así sean mojados) la pasaras muy mal? (y ya me ha pasado).

Tal vez para pensar en el trabajo, en las ideas, en el amor... Para hacer y deshacer a 85 kilómetros la hora?

¿Y para qué te aguantas Rionegro y sus miles de "policías acostados" y glorietas y semáforos y tacos y tacos, y San Antonio y su farra y su glamour vaquiano?

Debe ser porque pasas por la fabrica de Nacional de Chocolates y mueres de locura por el olor que invade el casco rojo y se mete en tus narices el olor a Festival de Vainilla?
O porque compras mecato, dulces y dulces en el parque de San Antonio?
O porque cuando comienzas la vía La Ceja después de los dos últimos reductores de velocidad del corregimiento farrero parece que el alma se tranquiliza y el corazón bombea diferente?

¿Así falten algunos kilómetros y ya no haya luz en la carretera, y haga un frío más terrible?

¿Así no puedas ver nada en la oscuridad?

¿Así te toque montar en carretera destapada destapada un rato más?

Debe ser porque compras cositas en la tienda del corregimiento a precios muy bajos, incluso, a "precio sugerido al publico" como dicen algunos productos?

o porque llegas a casa y apagas la moto (que lleva 1 hora y media roncando al ritmo de acelerador) y ves el cielo iluminado por estrellas que iluminan el campo verde oscuro lleno de sonidos invisibles?

Y bueno, ¿no te importa que la luz se vaya apenas llegas, y te toque cocinar a punta de velas y gas?

¿Así te toque cada día que llegas cansado y trajinado limpiar la mierda de los berriondos gatos? (que es bien hedionda)

En días, y años donde los amigos y enemigos, conocidos y no conocidos se andan haciendo felices en fiestas, o se la pasan viajando, o se casan y tienen hijos, o se hacen millonarios, o tienen una vida normal, yo ando viviendo como lo haría uno cuando este viejito (cuchito)... y después de toda esta preguntadera, sonrío, y estoy un tantico feliz escuchando AM (radio) y titiritando de frío y felicidad mirando desde afuera y desde adentro esta casa bella como un paraíso.

Las mañanas de sol me ponen muy feliz.

La clave es entender que soy un perdedor que sabía lo que era, y que se trazo un camino inconscientemente, malo, muy malo, y otras veces bueno, muy bueno, y lo recorre, y que lo que le anda pasando: trabajo, proyectos, amigos, amores, es un milagro, es una ganancia...

Cono en el Carmen de Viboral, los domingo que puedo y salgo a pasear.

Granadilla que me regaló la dueña de la finca.

no debió pasar, pero se disfruta y se celebra mientras las dos o tres cosas bonitas que me pasan en mi vida melancólica y oscura me pasan algún día, esporádicamente, sin mucha bulla...

Los fines de semana hasta cocino.

Luis Ospina dijó cuando se mató Andrés Caicedo leyó la noticia en el Aeropuerto y pensó: "cómo se mata una persona que acaba de comprar una nevera?".

Yo todavía no compro la nevera. Pero va a tocar, porque afuera se dañan las cosas; el paso de los segundo pudre la materia.

Se nada, sé hacer mucho esfuerzo, todo para morir en la orilla.

Noches estrelladas como antes nunca he visto.

Suena el celular mientras escribo. Es un mensaje de texto. Es de mamá. La hermosa dice textualmente:

"La vida es una obra de teatro que no permite ensayos por eso canta y rie baila y llora y vive intensamente cada momento de tu vida antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos gosa tu obra de teatro que yo desde aqui estoy sonriendo contigo te adora mama".


Para que respuestas si ya sabemos desde la sangre y el contagio de los cercanos qué tenemos que hacer.

Hace un ratico volvió la luz. Leeré un tantico, y me estiro los huesos, y descanso el cuerpo, porque el alma ya la tengo podrida (o en proceso).