Hoy, boté las llaves

Entre a la casa habiendo dejado la moto afuera y la puerta cerrada. Navegue en la red. Metí archivos en la memoria USB. Era casi medio día. Me volví a vestir. Y en un minuto, me volví a quitar la chaqueta, el casco, los guantes.

Hoy, boté las llaves de la moto.

Cómo carajos las boto de la puerta hasta la mesa. Pues, no se si las bote o las deje pegadas a la moto que estaba afuera, en la acera contra la pared y puesta en las dos patas.

Yo me sente al frente del PC, y antes había descargado las llaves de la casa con que abrí la puerta que deje cerrada, y el ChapStick medicado y monedas de 100 en la mesa junto al casco negro, pero no recuerdo la llave larga que colgaba de un llavero de Conavi.

Mierda! Las busque como loco. Me quite la camiseta, estaba sudando, y ya tenia hambre, y esta casa esta llena de cosas por todos lados (luego les muestro), pero nada de llaves que prenden motos.

Me toco calmarme. Y de pie, igualito cuando niño que botaba la plata o las cosas sin saber, pensé de nuevo, cómo hago para ser tan despelotado!!! Que tengo que cambiar. Que asi no. En fin....

La moto afuera, y yo adentro. Ya me tenia que ir. El día seguía y yo sin llaves y mirando cada minuto si alguien se acercaba “sospechosamente” a la moto roja que estaba con seguro y contra la pared aprovechando la sombra del balcón del segundo piso.

La tarea de entrar una moto con seguro puesto a una casa que esta en el primer piso pero que tiene un quicio de 10 centímetros, les digo, nos es tarea fácil. Pero la entre.

Estoy en el carro de “nando” mientras hago el cambio de chapa y llaves, en fin, eso es otro cuento.