Menos mal tiene celular y lo contesta, y le puedo decir que lo quiero mucho, y que felices años más.
me he mirado las manos, y solo tengo un callo, y es de acelerar la moto, no más. Él siempre evitó que yo levantara bultos, o que hiciera lo que no me gustara, o que me humillaran, o que... tantas cosas. Mis manos son amarillas y limpitas, sin señas de trabajo muy rudo, porque me la paso haciendo videos, escribiendo en teclados, o pensando en los huevos del gallo, soñando despierto.
Y a sus 53 abnegados años, donde sacrifico la vida suya, por las de nosotros, sigue preguntándome "qué necesita mijo?", cuidándome que no me falte lo fundamental.
Él es Alirio Escobar, mi papá, todo un señor, todo un abuelo, todo un bacan. Es mi padre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario