aquí están como prueba, como alguien que graba un día que cago un SI con sus eses, o como la pareja que se graba haciendo una posición excitante y absurda, o un adolescente se pega un tiro en vivo por internet.
Quería saber qué me decía la vida. Hice silencio y todo. Busque de nuevo, y encontraba otras medias, que no eran mías, que son de otros. Volvía y miraba, y nada, solo pensaba: tenés que comprar ropa parce, qué gaminería.
No es una casualidad, no son ropa interior solitaria, no son medias que recuerdan tal y cual época ésta o aquella tarde o miles de historias y pasos, nada eso no es.
Son media nonas, que seguro se fueron para otras casa, en bolsas de basura, o están por debajo de la cama, o un gato las tiene como juguete.
Hay una frase de mi madre, que de primera suena redundante, pero no lo es: "usted si es dejaó y abandonaó".
Eso es lo que soy yo, me dejo para que la vida haga lo que le plazca, y me abandono para no acordarme que ando vivo y ésto es tan maluco. Pero eso es en apariencia, en las medias, que seguro uno busca y busca, y por allá en el alambre encuentra, o por el afán se convence que estas dos medias se parecen mucho. Y la gente no lo nota.
y si, la gente sí lo nota, y qué va! porque importa el aseo y lo de adentro, que pese a los pesares, sigue siendo una cosa linda, que uno hasta le coge apego.
Eso es todo. Un caso de media nonas en un noviembre.
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