Como en todos los 24 de Diciembre, hago todo lo posible para evita la música parrandera, la bailada brincaita, y la tomada de licor sentado al lado de un equipo de sonido a toda, y un fogón que echa humo y me hace llorar.
Por este aspecto, las navidades para mi siempre han sido incomodas, raras, silenciosas, pensativas (¿infelices?)...
Camino las calles de este pueblo, siempre, con una botella en la mano. Busco un lugar donde se pueda conversar, beber, e irse cuando uno quiera.
Anoche pase la "Noche Buena" con los viejos amigos de la adolescencia, en la finca donde pasábamos las tarde de hace rato.
Chorro, música que me gusta, chorizos, humo, y conversada larga y tendida.
Después de la canción, y otras más, vi la luz en el horizonte, y mientras ellos tomaban cama para pasar la locura, yo cogía el camino a mi casa.
Estuvo lindo el amanecer. Una Ciudad Bolívar diferente, y el mismo Juan David.
Nos trasladamos
Hace 12 años
1 comentario:
Menos mal hay poco gente practicando la autocensura. Muy intima la vaina y como lo decis muy poco usual para nuestro ntorno tu opcion. Gracias por mostrar tu vida y que pase aun mejor el resto del viaje.
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