Ya este año 2011 se está terminando, se fue, no va más, pronto el muñeco, faltan cinco pa´las doce, tan, enero!
Hicimos muchas cosas. Muchísimas (tantas que no me acuerdo).
Un programa de Televisión diario, que llegó a los televisores, y por alguna razón que aún estamos estudiando, a los corazones de niños, jóvenes, adultos, adultos contemporáneos, viejos y no tan viejos.
Variado experimento, fallido, lindos, arriesgados, tontos, que nos hicieron felices y que nos recordaban que no teníamos vida pero que valía toda la pena. Seguimos nutriendo una bonita, bonitisima y
poderosa empresa, que es de admirar, envidiar, y mejorar.
Se viajo mucho. Algunos viajes los narré en
este blog, o los puse en
youtube, o los
postie en facebook, o los cientocuarentacopie en el
twitter, o se lo conté a los pocos buenos amigos y ellos por el efecto de las drogas y los días seguro ya lo han tergiversado o borrado de sus mentes.
Hay muchas cosas que quisiera contar, pero a veces me invento mis propios olvido para construirme unos senderos amables por donde caminar. Que el corazón se haya partido, o haya revivido es lo que resume la energía del año 2011, donde cada día de este año estuvo vivido en serio, sentido, conmovido, con fuerza y coraje, lo sé no porque lo recuerde, sino porque la sensación de cansancio, dolor, tristeza, triunfo, sabiduría, y salud me lo hacen saber.
Por eso, ya agotado y estresao y mentamente infartado, de vacaciones para dónde voy?
Pues, como siempre, no lo tengo claro. Quiero ir al sur. Volver, insistir en la dirección contraria a la de todos.
Hay una plata, hay unos días, se tiene unos rumores de una buena fiesta, se conocen otros pocos buenos amigos en otro punto cardinal, y para terminar, se quiere playa y aires más de más abajo.
Eso significa, Cali, Pasto, y Ecuador.
Medellín, de donde les escribo, con una cerveza negra y un blunt dándole candela al 27 de diciembre.
Cali, un diíta alrededor de la
feria excluyente (como la llamaron), y un abrazo a los amigos caleños.
Pasto,
Carnaval de negros y blancos, que durante tres años he prometido ir y no voy, y me han contado que es una fiestononón! (y hay amigos (más) y seguro hay posada y parches ( para vivir otra cultura y otras fiestas).
Y Ecuador, como ese mapa chiquito lleno de lugares bonitos, que no sé donde iremos, pero quiero playa (
Playas Rosadas y Montañita)!!!
Eso es la intención. De la intención al hecho, hay mucho trecho, como ven.
5 Bluyines, 2 pantalonetas, 1 piyama, 10 camisetas, 2 zapatos, 1 gorro, 1 pasamontaña, 1 guantes, 6 pantaloncillos, la pantaloneta de baño, el cepillo, desodorante, bloquiador, antimosquitos, crema de dientes, media de vocka y vino, mecato, el celular, una cámara, un disco duro, una libreta para apuntar apuntes, un lapicero, un libro (tal vez dos), unas tijeritas, cortauñas, agua, smoking (por si en otros departamentos y países no saben de eso), candela, varios par de medias, gotas, pastillas... qué más, acuerdemen!
Otra vez voy acompañado, para cuestiones de presupuesto en hoteles, de la conversa, de la suerte, de los atardeceres románticos, del calor en tierra fría, de las nuevas rutas por recorrer.
Deséenos buena suerte, y felices fiestas para todos ustedes, amigos sospechosamente invisible de todos los países y todas las lenguas y todos los pensamientos.
Un abrazo muy fuerte.