Hoy, cuando no tengo tanta tristeza ni tanto tiempo para mi poca tristeza, me despierto sorprendido que aún estoy aquí, pero no me hablo, ni me digo estupideces, ni oro.
Estoy compuesto de tantos recuerdos y olvidos, que despertar aunque a veces no quiera, es maravilloso. Todas las locuras que se han hecho para darle sentido a la vida están en mi, y se han escondido en cada lugar del futuro para sorprenderme y recordarme: "aun estás aquí".
Otras vez prendí la máquina del olvido, como método eficiente para el joven que aun guarda esperanzas que el amor regrese, o para el joven adulto que creerá que los caminos aun están unidos por la fuerza de los negocios, o para el amigo solitario y desprogramado que no se ocupa por miedo a perder sus rutinas preciosas.
Estoy tan livianito y pocas amistades y con tristezas varias y con tres pesos en los bolsillos y con un futuro que se deshace al ser invocado, que vuelvo a ayudarle a la suerte y alzar, y le entrego lo que me presto por un tiempo, para que siga su camino, luz poderosa y contagiosa que llegues bien lejos!
Yo me iré haciendo preguntas, o escondiéndome confites o monedas para ponerme feliz al encontrarlas, o me digo mentiras para obtener días de aventuras, o me hago el bobo, o me enloquezco más de lo que soy, o salgo a caminar, o como helado con excusa del sol, o prendo la radio o miro al techo, o comienzo un libro y nunca lo termino, o comienzo un documental y nunca lo termino, o comienzo una película y nunca la termino, o comienzo conversas que la gente no dejan terminen, o me levanto tarde, y así voy llenando los días, borrandome ideas que tengo en la cabeza, haciendo mapas inútiles para existir, y así hasta el ultimo aliento.
Estoy solo, pero estoy aquí. Comprobado.
* Música: Radiohead (hasta que la bajen de la red).
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