Caminando en bajada, ahí después de la una calle que es muy transitada, en la segunda casa después de la esquina, en la ventana, vi un sticker de la Virgen.
Me recordó a mi abuelita Virgelina. A la Rosa Mistica. Al grupo de oración. A escapulario, a corazón adolorido, a lagrima de sangre, a hijos que se persignan, a amor de madre, a las madres.
Recordé que siempre he pensado que hasta en la religión a las mujeres les toco lo peorcito: Sufrir.
Me acorde una niña que vivia “por la tercera”, y que era sobrina de “Liborino”, y que se llamaba Yuliet (o algoa asi), y que se desmayaba porque la virgen la poseía. Recuerdo verla desmayarse una y otra vez, hasta pillarmele el truco.
Recuerdo ver muchos documentales de vírgenes que se aparecen. Recuerdo mirar a todas las vírgenes con mucho respeto. Recuerde no entender por qué los Cristianos no quería a la Virgen si era lo mejor que tenia el cristianismo.
Recordé que fui muy creyente, y que muchas veces canté esperando que fuese cierto: “Es María la blanca Paloma, que ha venido a América a traernos la paz...”
Nos trasladamos
Hace 12 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario