sábado, 14 de marzo de 2009

Lo que escucho

Todos los días abro los ojos, después de un sueño profundo, para darme cuenta: Que estoy vivo aun, que tengo mucho sueño, que es una hora especifica, y que toca levantarse ya ó en un momentico.

Casi automáticamente me volteo y estiro la mano, y cambio el dial del radio reloj que siempre dice las 12.00. Corro la perilla hasta el final del lado izquierdo de la perilla, y me voy devolviendo despacio. Primero suena música popular, luego Rock, después unas risas, y me detengo.

Tengo el 90.9 aprendido ya. Y si paso el radio reloj a opción de AM, casi en la misma posición, agarro también el mismo sonido.

Como soy un chico de pueblo, mucho tiempo estuve sin saber qué significa el nombre Julio Sánchez Cristo. Había escuchado de un tal Julito, que hablaba desde Miami, y que su radio era para los que se creían de la alta, o extranjeros que se creían Colombianos.

No me acuerdo cuando comencé a escuchar a un señor que despedía la noche 5am, que ponía una poesía a las 5.10, que resumía las noticias más importantes del mundo en 10 minutos, y ponía una linda canción de un nombre que no sé ni siquiera como se escribe, mientras contestaba llamadas de campesinos en Boyacá, camioneros en “las carreteras de los estados Unidos”, ejecutivos que iban al trabajo desde boca ratón a o no sé donde, de españoles que ya están cenando, todo al ritmo de muchas canciones, cortinas, y corresponsales en Medellín, Miami, New York, Madrid, Londres, Jerusalén, etc, etc, etc.

Si quieren escucharla, o saber más, aquí esta su sitio web: http://wradio.com.co/
La historia de la XEW: http://es.wikipedia.org/wiki/XEW-AM

Julito hace parte ya de mis mañanas. Porque es un tipo con mucho gusto musical, con un olfato periodístico que raya con el acoso, con un estilo demasiado snobista del mundo que nos toco. Y como para show, la vida. Por eso prendo mi mañana con escándalos, transmisiones en directo de nada, 17 corresponsales para cubrir un evento miserable, traducciones de ingles a español y de español a ingles de una noticia que no me importa.

Me sonrío con sus genialidades, o por la agudeza de uno de sus colaboradores (Felix, tal vez), pero también detesto su fórmula de estar en el mundo, por su inmediatez y superficialidad, por su irrespeto al oyente que se atreve a llamar a la W, por sus ganas de ver caer cabezas. En fin.
Por ahí hasta las 12m, según en día y el ánimo, los escucho.

De vez en cuando. Muy de vez en cuando, mueve el dial para 88.9, para reírme con “El Gallo”, esta vez de cosas juveniles, ideas calenturientas separado por cuñas y música. Y claro, para hacerle el aguante al rock&roll y a Santiago Rendón, que es un parcero de estudio.


Este es el sitio web de Radioaktiva http://www.radioactiva.com. En Medellín, según información cercana, tiene el excitador malo. Cada uno piense lo que quiera acerca del excitador, lo que sí es cierto, es que se escucha muy mal, pura lluvia, y si uno se mueve, se va la señal.

Al medio día de casi todos los días de mi vida, procuro estar en silencio. Sé que en la radio y en la TV hay sonido de noticias, y ya con 6 o 7 horas de puro Julito creo que es suficiente para estar enterado de la movida mundial.

De un tiempo para acá prefiero escribir un tag en mi cuenta de last.fm, que gastarle tiempo a ver un noticiero.

Escribo el tag Viernes en el reproductor de Last.fm, en mi cuenta Escobarcito. A veces escribo sol, o alegría, o tristeza, o Colombia, o Cuba.
Para almorzar siempre busco música como alegre, más bien.

Pero a decir verdad, mis tags favoritos, a la hora del almuerzo, por la tardecita, o en la noche, o antes de acostarme son: blues, rock, hip hop, latino, salsa, chévere, ska punk

Tanto para teclear para un blog, o guiones para la tv, el tag que más me inspira o me deja trabajar es: Ambient.

Last.fm es una página web que te deja escuchar mucha música. En la pagina o en el reproductor, escribo qué quiero escuchar. Tengo pocas opciones, pero a diferencia de la radio tradicional, por lo menos tengo opciones. Puedo decir NO me gusta o SI me gusta. Y con el tiempo el software (o algoritmo, que se yo!) te comienza a entender, aprende que gustos tienes, que te gusta escuchar…

Ya cuando cae la fresca, y se supone que ya he hecho mucho en el día, trato de prender el radio y sintonizar Caracol Radio. Que en mi ciudad se agarra en el AM 7.50, y cuando el Am no está al alcance de mi mano (casi siempre), lo sintonizo en 102.3 FM

“Aquí está La Luciernaga de nuevo, para que usted se divierta con nuestra información, y todo buen humor.”

Eso canta el inicio del fin de mis tardes. Una mezcla de realidad y ficción en un país mágico, trágico y cómico. Yo digo que los de La Luciernaga a punta de aparentar ser irreverentes, son de los pocos lucidos en Colombia.

Me rio con muchas ganas de sus ocurrencias, chistes y actuaciones. Como soy bobo por la radio, hasta alego con análisis de Gardeazabal, y sobre todo con los de Rincón. Me la paso de 4 a 7pm, buscando espacios en el trabajo y la vida, para escuchar algún chiste que me tranquilice y me diga: “Si ves, no estás tan solo, hay gente cuerda, aun”.

El sonido Am me encanta. Esa estática cuando hay silencio la disfruto como si fuese una buena voz. Mi padre me acostumbro a escuchar radio, y es un vicio que te queda para toda la vida.

Ya cuando estoy cansado, y solo pienso en comida, apago la radio, o el streaming o el Mp4, y trato de atravesar esta ciudad sin que me pase nada, y llegar a casa y comer mientras escucho Hora 20, un programa de “análisis y opinión”. Emitido por la misma radio: Caracol!

Cuando habla Néstor Javier Morales, pareciera que está hablando Dios, el jefe, el gran hermano. Una voz impostada, un lenguaje fluido lleno de “análisis y opinión”.

A veces combino a Néstor con las noticias de la TV, que es casi lo mismo.

Ya a las 7.30, cuando en Caracol TV, están mostrando a jugadores de futbol que juegan pésimo y no dice sino mierda, vuelvo a la radio.

El panel de invitados a conversar a Hora 20 siempre está conformado de manera estratégica para que estén dos opinadores del oficialismo, y otros dos de la oposición. Y claro, Nestícor que es el abogado del diablo, el que hace las preguntas: “Voy a pensar como piensa un oyente en este momento”.

Dos horas de gritos, insultos, verdades y mentiras dichas por “los personajes más ilustres” y pensantes de Colombia. En la radio, en pleno Prime Time, se arma y se desarma este país.

Cuatro, u ocho millones de oyentes como yo en Colombia escuchamos atentamente las opiniones de los más tesos, quienes tratan de explicar cada noche, qué le pasa a este Macondo.

Y nada, nunca se ponen de acuerdo. Y ahí en ese panel se refleja lo que es Colombia. Un país monotemático, que vive el día a día, que siempre estamos pensando en qué pensara en vecino de mí…

A las 9pm se va terminando la “amable tertulia” y uno queda puto, o con una sonrisa en la boca. Eso depende quién gano en la discusión, y si el que gano piensa parecido a uno.

La radio deja de sonar, porque comienzo a buscar en mis carpetas algo de música.

Tengo cerca de 50 gigas de música. En el D/música hay una cantidad de carpetas que comienzan en: “11 episodios sinfónicos Cerati” y termina en la Z con “Zoot Woman”. Ninguno de estas dos carpetas, creo, en la vida les he dado clic. Y muchas otras. De toda esa cantidad de sonidos que puede contener 50gigas de música recogida en 4 años de tener el PC, sinceramente, escucho solo:

Adriana Varela, Andrés Calamaro, Ataque 77, Aviones, Bajo Fondo, Bajo Tierra, algunas Bandas Sonoras (Amores Perros, Babel, Mulholland Drive), Bersuit Bergarabat, Bob Marley, Bob Dylan, Buenavista Social Club, Cachaito, Dos Minutos, Enrique Bumbury, Fabiana Cantilo, Intoxicados, Jarabe de Palo, Louis Armstrong, Macaco, Manu Chao, Omara Portuondo, Orishas, Radiohead, Rey Gordinflón, Telmary, y Vicentico.

De vez en cuando le doy clic a otras músicas que me gustan que escuche en otras épocas y de pronto me da por añoras días, pero esa es la música que le doy play, o que con el tiempo iré metiendo en mi nuevo (ya no tanto): Mp4,


Por ahora solo tengo a Bob Dylan, al Parcero de la Comuna Nº8, y Ataque 77 en el aparatico negro que me deja escuchar la radio y las canciones que me traen y me llevan a los lugares, que me ayuda a pasar o a crear mis rutinas.

Ya en la noche, después de escuchar música, apagar música de mis carpetas, escuchar-ver los tres canales de TV que se cogen con la antena de aire, ver y oir muchos video web, cuando ya no puedo más, me voy a la cama.

Me llevo el radio reloj conmigo a la cama. Lo vuelvo a conectar, me asomo si esta titilando 12.00,

me voy y me cepillo los dientes, regreso, me acobijo, pongo la hora de la alarma en mi celular, y prendo la radio. Busco en los diales que me gusta, y que en últimas son las únicas estaciones de esta ciudad que vale la pena escuchar:

88.9 (radioactiva), 90.9 (La W), 92.4 (Bolivariana FM) 94.9 (La voz de Colombia), 95.9 (Cámara FM), 99.9 (Radionica), 100.4 (UN radio), 101.9 (U de A), 106.3 (La FM).

Doy vueltas y vueltas, al dial y también en la cama, y termino siempre dormido con musiquita clásica. Esa misma que me hace soñar buenas cosas, esa misma que cambio rápidamente en las mañanas para escuchar a Julito “no me cuelgue”.



PD. Los sábados y domingos, como la radio varia la programación, solo escucho a Hoy por Hoy los sábados, y En Familia e Historias del Mundo, los domingos. Y obvio, los partidos de fútbol (en cualquier emisora. Todos gritan igual).

¡Que viva la Radio!
¡Y definitivamente, con la musiquita la vida es una chimba!

2 comentarios:

Ana Maria Vallejo dijo...

Me gusta cuando pones inmediatamente la radio en la mañana. Antes te oia hablar de la radio. Y ahora también escucho mucho la radio. El AM sobre todo... Bonito, muy bonito, que viva la radio!

Anónimo dijo...

Hombre, me tiene que llegar este tema porque he sido radiofónico desde hace mucho tiempo. Con mi tendencia a preferir la soledad, la radio es la única compañía que disfruto en ciertos momentos, porque sé que en cualquier momento la puedo apagar.

De mis días más felices y de mayor aprendizaje han sido cuando he podido tener un micrófono en la mano, un entrevistado en frente, preguntas para hacer y una señal por donde emitirlas. Uf, la radio es magia.

Una chimba last.fm desde qué lo descubrí mi forma de escuchar música cambió. Ahorita mismo suenel tag "balkan" de fondo.

Bacano pelao, bacano. :D