Hoy, jugamos a ser niños, a escuchar, a ser Alejandro, o Juan David.
Afoetunadamente mi mamá me dejo ser niño completamente. Gaminie todo lo que podía en las horas que tenia hasta que me llamaban desde la puerta: “Juan Davidddddd!!!!!!!
No fui un niño muy inteligente, pero si rarito. Más bien silencioso, asolapao que llaman. Pero siempre quería meter el dedo en la yaga, y lo metí. Hice de todo, se los aseguro. Con decirles que me columpie en muchos columpios, que corrí en muchas mangas de muchas fincas donde muchas veces robamos mucho.
Ayer fui un niño de pueblo. Hoy soy un niño de ciudad.
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