Sentados en la terraza, mientras el sol, buscamos un numero telefónico o un lugar donde alquilasen disfraces. No había pensado disfrazarme, pero resulta que hoy sábado estábamos entrando a “Carnaval y Fantasía”.
El ultimo disfraz que recuerdo fue de payaso, pero hace muchos, y mi hermano estaba muy pequeño. Nos paramos en una tela, una foto de 1500, y confites, y pa´la casa. Era un día que uno veía raro, pues una mascara te la filtraba o un maquillaje te quitaba la pena y vivías un día tan rápido como divertido.
“Eso coja una ropa rota y se viste de gamín”. Me decían. O un costal, con el mismo disfraz, y “Quedas de viejito”. Ah! Nada, me compraba un máscara, y salia a pedir confites. A veces había días que nos rotábamos las mascaras y pedíamos en el mismo sitio varias veces.
Me he, y me ha, disfrazado de Pollito, de payaso, de... No se que más, yo creo que ahí para la cosa. Que familia tan pobre!
Hasta hoy, que me puse el disfraz de “Flash” al revés, y me tuvieron que bajar la cremallera de las botas, y el traje rojo que valia 30 mil de alquiler me quedo grande.
Me tuve que afeitar, quitar toda la ropa, tomar mucha agua, aguantame el mareíto para salir a la calle y la pena que siempre me ha dado salir disfrazado de otra cosa que no sea Juan David.
Y en la calle, mientra me ofrecían una fumada de marihuana (que no me dieron) “para que me fuera entonado para la fiesta”, y cuando los niños y los adultos nos me miraban, o miraban a Flash, y Flash los miraba fijamente, mientra eso, yo pensaba en mi niñez, en las sonrisas, en la magia, en los dibujitos animados que nunca me vi por estar trabajando y que por eso me puse el traje al revés, y que no sé que putos poderes tienen los benditos Superhéroes.
Por el hueco vestido de rojo, caminando al lado “Batichica” y “La Sombra”, mientras le sonreía a la gente, y saludar a los bebes, y le pedía el favor que nos tomaran una foto, y nadie quería retratar a unos superhéroes, todo eso, todo, lo mismo que el 31 de Octubre, pensaba que pese a todo, a los años y las crisis y las lucha, nunca, pero nunca se debe dejar de ser niño y superhéroes. Mientras el mundo se cae, como nos lo viene demostrando desde antes que nos disfrazáramos de payasos o me cargaban en brazo todo amarillo.
Mientras todo, no hay que dejar de ser felices, coloridos y distraídos.
Nos trasladamos
Hace 12 años
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