jueves, 26 de febrero de 2009

Bienvenidos, nuevamente, a la ciudad de Miedo.

Y la pregunta que nos hemos hecho después de la muerte de Pablo Escobar hasta hoy, (1993 a 2009), es, cuándo la violencia y el miedo se ha ido de Medellín?

Tal vez fue el arme y el desarme de las “bandas”, y las balas pasar de todos lados, el que nos obligo a no oir, a no ver nada.

O, tal vez fue la llegada de los “Paras”, que barrieron con las bandas y hasta con ellos mismos. Y bueno, así se nos olvido el miedo, porque estábamos en pleno terror.

O quizás fue la promesa de desarme y desmovilización y “Seguridad Democrática” (dizque para todos) la que nos convenció que íbamos a tener una “villa”, un país hermoso y en paz en donde vivir.

O bueno, de pronto fue un slogan que nos vendieron (“Medellín, del miedo a la Esperanza”) para callar y dejar gobernar, mientras se corporativizaba la violencia.

O fue el final de las balas de una operación llamada como una constelación, que trono en las montañas de la comuna “13”, y que nos dejo a todos como si hubiéramos estado en una guerra.

O el ultimas, tal vez, solo tal vez, fue que la cooperativisación de la violencia funciono placenteramente durante los últimos años.


En plena administración de Alonso Sálazar, quien nos dijo que la violencia se fue para no volver, el día jueves 26 de Febrero comenzará a regir nuevas medidas de seguridad, porque después de un concejo de seguridad, la alcaldía de la solidaridad y competitividad , dice:

“...debido a algunos hechos de criminalidad que se han venido presentando en la ciudad….(el) narcotráfico y las disputas que se generan alrededor de ese negocio y que se manifiestan en distintas territorialidades incluido el Valle de Aburrá y la ciudad de Medellín”.

Pues, señor Alcalde y demás genios de la seguridad democrática, esas mismas razones han estado presente durante las últimas dos décadas en nuestra ciudad, y así nos ha tocado vivir.

En la calle sigue andando como si nada las motos con muchachos acelerados, con ojos agresivos, y enfierrados hasta los dientes, pero con la santa ceniza en su frente.

Afuera de mi casa, en este momento, están los “pelados” en la esquina fumándose y vendiendo los “porros”. La policía pasa cada 5 minutos en su moto, y todo sigue como si nada, igual, como siempre.

Los “duros” del narcotráfico aun los vemos en sus carrazos, escoltados como si fueran Ministros de Defensa, en cualquier parte, y gastando plata como si fueran Pablo Escobar.

Y así puedo hacer un listado largo de hechos criminales, que se repiten una y otra vez en nuestra ciudad, y que hoy, o ayer, o supongo que la administración lo lleva meditando noche tras noche, dizque obliga a una ciudad importante de Colombia a tomar medidas como:

“Se prohíbe el parrillero hombre en moto y se restringe el horario de funcionamiento de los establecimientos públicos, excepto en algunas zonas declaradas turísticas de Medellín.”

El Alcalde dice que es por el aumento de las cifras de criminalidad.

¿Le creen?

Yo no.

O más bien, estoy casi convencido, que toma estas medidas, porque en los últimos días ha pasado eventos muy desafortunados para una ciudad que se trata de vender turísticamente:

1-Falso enfermero hiere a guatemalteco en clínica de Medellín (Articulo)

2- Roban equipos de la National Geographic en Medellín

Solo escribo dos. Seguro hay muchos más. A demás, dentro de poco es asamblea de los 50 del BID que se celebrara aquí en Medellín, “la ciudad que refleja la transformación de Colombia”.

Señores Políticos, no necesitamos "miedo", necesitamos vivir en paz. Hay malos y criminales, siempre los ha habido, y ustedes saben donde están. No nos jodan la vida a nosotros que somos los que le ponemos el pecho a las balas.

“El pánico aviva las llamas del miedo. El pánico aturde. El pánico paraliza. El pánico tira de los sueños que vuelan por el aire y los echa por tierra.
El pánico destruye.”
Pánico

miércoles, 25 de febrero de 2009

¿Hasta cuándo?

Esta semana fui a una “Caminata”.
Por salir de la rutina, por hacer deporte, porque amo la naturaleza, porque estoy "mamao" de tanta urbe, porque Guatape es un municipio muy lindo. Y porque prometí que iba a ser cooperativista.


Y por allá en la cumbre, donde se ve todo el paisaje, y uno tiene el pulso cardíaco arriba, nos dieron un papelito para leer en silencio mientras se camina:



El papel dice, y estoy muy de acuerdo, y a la vez muy preocupado por todos los datos que da:

“En Medellín, la contaminación y las enfermedades respiratorias aumentan.

En Medellín, en lugar de disminuir la contaminación cada día aumenta, debido al crecimiento de las fuentes contaminantes como son principalmente los vehículos automotores (carros y motos) y a la disminución de las áreas verdes y sus árboles por ensanche de vías y por construcciones.

Área Metropolitana, que es nuestra autoridad ambiental, en estos días está inaugurando la Vía Distribuidora donde se destruyó el parque más grande que tenía la ciudad entre la quebrada Zúñiga y Monterrey de 75.000 metros cuadrados y 1700 árboles para hacer tres carriles para más carros que son los que contaminan; carriles paralelos al Metro que no contamina, y que después de 13 años continua con una capacidad instalada ociosa.

En Medellín se sigue consumiendo el Diesel más contaminante del mundo. La gasolina que aquí se consume contiene un porcentaje muy alto de Bencenos, Toluenos y derivados de Plomo, que son bastante perjudiciales para la salud humana.

En Medellín, ha aumentado la tasa de mortalidad por enfermedades respiratorias en un 25%, y se presentan tres veces más casos de muerte por cáncer de pulmón que en Bogotá. Igualmente las personas más expuestas a la contaminación padecen un incremento entre el 30 y el 45% en enfermedades entre moderadas y agudas.

En Medellín, se ha registrado un aumento en las causas de muerte por enfermedades cardiacas y respiratorias, según reveló un estudio sobre la contaminación atmosférica y efectos sobre la salud de la población de Medellín y el Área Metropolitana. Este resalta que “la contaminación del aire es una amenaza aguda, acumulativa y crónica para la salud y otros aspectos del bienestar humano”.

En Medellín, el ruido evidencia una situación crítica acercándose a 80 decibeles, cuando la OMS ha definido como nivel de referencia para las ciudades: 65 decibeles.

La dotación de espacio público en metros cuadrados por habitante en Medellín, está en 3.3M2/h, cuando los estándares internacionales recomiendan 15 M2/h.”

Y ya sabía todos estos datos. Y más, porque me trasporto en moto y siento todo el aire pesado de mi ciudad en mis pulmones.

Entonces, nosotros que habitamos este lindo, afortunado y simbolico Valle de Aburra, Hasta cuando nos vamos a dejar ahogar por el afán de ser una GRAN CIUDAD?

Hasta cuando nos vamos a dejar matar por ECOPETROL?

Nos va tocar comprar una segunda casa, y viajar a “caminatas ecológicas” a Kilómetros de la tierra donde nos ganamos el pan y donde crecen nuestros hijos?

Hasta cuándo vamos a quedarnos callados mientras respiramos veneno?

Hasta cuándo va a resistir esta “olla presión”, este valle de lagrimas?

lunes, 9 de febrero de 2009

Ojalá existiera Luis Tejada

Luis Tejada, un hombre que nació hace más de un siglo llamado Barbosa, y que escribía columnas en los periódicos de la época, y que hablaba de con una mirada tan sincera, como profunda de las cosas de la vida cotidiana, que leyendo ahora, en los días del 2009, pareciera que estuviera vivo, y que todavía andase por La Séptima o en La Oriental, con su bastón, su sobrero y su pipa.
Luis Tejada es un parcero, un “man” con el cual se puede tomar un tinto o una copa y hablar de cualquier cosa.

A veces me atrevo a leer la prensa y a los columnistas, hasta los audios y videos de los medios de comunicación, y en pleno siglo XXI y celebrando el día del periodista (en Colombia), me sonrío como para no llorar, porque los comunicadores del país del sagrado corazón, hoy andan escoltados y ni de fundas caminan por la Séptima o La Oriental, pero que todos los días hablan de tantas cosas (temas del día), que no comunican nada. Son los culpables de nuestros imaginarios, por decir lo mínimo.

Y al fin de cuentas, no cuentan historias. No son sinceros. No son profundos. No tienen personalidad. No tienen referentes. Ni mucho menos reflexión.

Ojalá fuera cierto que Luis Tejada escribiera el domingo sobre “La sobre mesa”, o “Las ganas de no hacer nada”, o “Las mujeres te miran a los ojos”…

Ojalá tuviéramos a montones, hombres, columnistas, comentadores u opinadores, como, o pareciditos a Luis Tejada, que nos recordasen las cosas sencillas de la vida, que en últimas son las importantes en lo que llamamos existencia.

Pd 1. El Librito lo devolveré. Claro, sin antes sacarle fotocopia. Porque a difícil es encontrarlos textos de Tejada.

Gracias “Palabras Rodantes”!!!

Pd 2. Felicitaciones a los periodistas que de verdad están contando las historias, los que se juegan la vida, por el simple hecho de vivirla para contarla.

Gracias periodistas!!! Ustedes son nuestras letras, nuestras voces, nuestros rostros.