domingo, 31 de mayo de 2009

Hoy, Las Empanadas

En la moto, con el rayo del sol tenue de las 5pm que nos daba en la cara, iba escuchándole las historias a mi mamá sobre manejar, hasta que llegamos al fin de la Urbanización “El Alferez”.

Hoy, en donde siempre compramos, en donde “Tomas” y las señoras “zarcas” que venden empanadas y helados, compramos 4000 pesos. 2000 de empanadas que nos la comimos en una sentada, y las otras 2000 que las llevamos para la casa.

Mi mamá también vendió empanadas. En la acere de mi casa, y en la tienda de “Lelis”. Hasta que un día, una “Bedoya” dice ella, le robo lo que había vendido, mientras fue a la cocina por algo.

“¡Hastahí! Dije no más, y no volví a mantequiar” Dijo mamá mientras se comía una empanada de de donde “Tomas”, quien no las hace pero les da el punto en el fogón.

Eran a 50 pesos. Ricas como todo lo de mi madre. Pero eso no dejaba. Había que sacar la plata de lo que valía los ingredientes, y partir con la que le ayudaba.

Después de esos días, le vine a probar una empanada a mi mamá, cuando le dimos los ingredientes, e hizo unas grandotas todas grasosas, de lo mejor.

Por eso cuando veo las manos amasar y rellenar, y juntar y fritar, veo a mujeres como mi madre que salen con su perol y las ilusiones a realizar 5000 pesitos para ayudar en la casa. Veo a mujeres, jóvenes y no tan jóvenes, luchando para ganarse sus areticas, sus cigarrillitos, o su loción, o el mecato para despachar a los muchachos todos los dias.

En cada esquina miro si alguien tiene un perol encendido y unas empanas calientes. En los días frío, en los de hambre y poco tiempo, en los de no cocinar, en los de locha.

En fin, la empanada, desde siempre ha sido un desembale, tanto para comer como para trabajar.

sábado, 30 de mayo de 2009

Hoy, Mi registro civil

Saque fuerzas, di vueltas por el pueblo con mi madre en la moto, el mareo no ya no estaba conmigo, el dolor de estomago no era tan intenso, el sol me hace bien de vez en cuando.

Hoy, en una vuelta y otra vuelta, en acostarme y levantarme, fui a la Notaria y saque mi registro civil.

La Notaria para mí siempre ha sido una señora que atiende, y otra u otro que firma atrás de un escritorio.

El registro civil ha sido un requisito que me han pedido en ciertos momentos, y que me hacen recordar que yo estoy registrado en un país llamado Colombia, y que por eso tengo los derechos que no tengo.

Los 800 pesos por una copia de lado y lado, y los 5300 pesos por una firma, me traen a la mente tanta burocracia que nos tiene hundidos en un sistema cíclico de cosas mal hechas que se quedaran así por mucho tiempo.

Antes de salir, mi madre me dijo que me había registrado en el 86, más o menos.
“-Lo registramos junto con Jorge.”

-¿Y por qué tan tarde. Ustedes me adoptaron, ¿cierto?

“¡Tan bobo!”.

Y mientras mamá reía, yo me iba pensando en el 82, y en el 85, y en el 86. Pensaba en las fotos del bautizo, donde yo estaba regrande. Y en la primera vez que sacamos el registro para competir en un equipo de fútbol.

El Folio rojo del año 87, en la Notaria única de Ciudad Bolívar, están los rastros de la generación que creció conmigo, y que tal vez, muchos ya están en las actas de defunciones de hospital La Merced, donde casi todos nacimos. O son grandes mujeres y hombres. Seguro.
Leí: La Cumbre de ésta ciudad.
Sí, mi infancia temprana como llaman ahora, la pase en las calles empinadas del Barrio La cumbre. Recuerdo algunas cosas, recuerdo estar vivo, y jugar, y las paredes una casa, y el frío de la otra.
Juan David Escobar Álvarez, hijo de Aleida de Jesús Álvarez Palacio, y de Alirio de Jesús Escobar, nacido en Ciudad Bolívar Antioquia, tierra de arrieros.

viernes, 29 de mayo de 2009

Hoy, En Urgencias

En un día con un clima loco de calor y frio, y de mareos, y de dolores intensos, pero también de conversa con la mami acerca de todo, sobre todos de remedios para el mareo y los dolores, no quería hacer nada, no quería estar enfermo, pero lo estaba.

Hoy, cuando logré sacar fuerzas para salir a la calle y comprar una bolsita de suero y visitar a mi padre en la Plaza de Mercado, resulte caminando con mamá por el hospital en busca de un papel, y nos dio por a la Doctora qué era bueno para mi enfermedad, y nos dijo: Urgencias es lo mejor.

“¿Qué tiene?”

Otra vez conté mi mal, y mientras lo hacía, pensaba en las veces que he contado qué tengo al médico que anota impávido en su planilla. Siempre se tiene pocas fuerzas para hacerlo. Estar enfermo, aporreado, o llevado del Hifueputa no es una buena posición para acordarte a qué horas fue ni a qué sos alérgico qué. Esta vez estaba relativamente de pie a comparación de las otras veces que he llegado a urgencia ensangrentado o con algo quebrado.

"Tu estomago suena como La guerra de los mundo: ¡Pum, pom, pum, pam! Ay mijito".

Esta vez el chuzón dolió menos, pero me bajo la presión igual que siempre. Otra vez sentí el frio del suero, de la droga. Otra vez el blanco del hospital me mareo. Otra vez la enfermera, la doctora y mi mamá me preguntaron que si estaba bien, y yo les dije “como que si”.

Las gotas de Solución Salina, y de Ranitidina, y de Plasil, bajaron lentamente. Una hora donde el mareo me hacia dormir por unos segundos, y yo miraba a todos lados, y no encontraba refugio. Estar enfermo y en un hospital y con un catéter es una posición de plena indefensa. Es como estar doblemente en pelota, es como volver a ser niño, es como ser viejito.

El dolor nunca se va. Tu siempre dices que estas mejor, por optimista, y porque no querés más líquidos en tu débil cuerpo.

“La idea era quitarte esa palidez que tenias. Y lo logramos” Eso dijo la simpática y gordis Doctora, que es amiga de mi madre (por supuesto).

jueves, 28 de mayo de 2009

Hoy, dolor de estomago

Después de una noche de despertarme varias veces por los retortijones, de amanecer maluco, muy maluco. He tenido un día sin ánimos, y con el mismo dolor de estomago que apareció un día en la tarde, y que cíclicamente me estira el estomago, y me hace doblar del dolor.

Hoy, como hace mucho tiempo, me volvió a dar dolores intensos en el estomago y un mareo constante como si estuviera borracho.

“A , es que es un dolor que se va y viene”
“-Vaya al médico”

Y claro, fui al médico. Era la segunda visita después de los controles natales.

“-Tranquilo, sos uno más de los 70% de Colombianos aliviados” Me dijo el doctor después de leer mi pequeña historia clínica.

No soy alérgico a nada, no sufro de nada, solo que cuando pelao, en plenos años de locura y descontrol, el estomago comenzó a pasar factura de tanto alcohol y trasnoche y comidas a deshoras.

Cada médico, después del primero que me revisó, no encontró mi mal, pero me mando a purgarme, me mando Omeprazol en ayunas, y me hicieron ecografías y exámenes de sangre.

Más de dos años mareado y con un dolor de estomago que atacaba por épocas, hasta llegar el día que una ensalada muy condimentada, me abrió una herida en el intestino, y en casi tres días de terquedad mía por no ir al médico u Hospital, casi me mata.

Estuve dos días en “La Soma”. 17 bolsas de suero. 2 o 3 bolsas de sangre, no me acuerdo. Y una bella y agradable endoscopia digestiva, me obligaron a dejar el cigarrillo, las bebidas negras, las comidas condimentadas, el estrés, la trabajadera, la comedera a deshoras, y la compradera de chucherías en la calle. Lo deje casi todo.

No fui a otra puta endoscopia, porque los del seguro insistían que “tenia” que ser sin anestesia, y yo decidí no vivir otra vez a esa experiencia, y asumí las consecutivas que me podía acarrear.
Y, después de dos años sin “vértigo”, y sin el dolorcito en la mitad del estomago, aquí estoy, otra vez con los mismo síntomas, sufriendo, tal vez, las consecuencias.

Lo único bueno/malo, es que te dan ganas es de dormir, de estar tirado, de no hacer nada, de no comer nada, de morir…

Ya comencé la rica rutina de llamar a todas las tías que tienen esta enfermedad, y ya anote, de nuevo, las formulas “benditas” para la gastritis.

Y claro, ya recordé claritico lo que me dijo el médico que me hizo la endoscopia: “Si vuelve y le pasa una de estas, va de operación, y le toca orinaren una bolsa por varios meses”.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Hoy, el sol en la cara

Supongo que todo el día estuvimos a 30ºc. El sol pegaba duro en la piel, en las paredes, en el mundo. Todos teníamos cara de día de verano que no fue avisado.
Hoy, en todos lados, por en medio de las hojas y las esquinas, el sol me dio en el rostro que una forma tal, que cerré los ojos con muchas ganas muchas veces.

Pensé en los días sin nubes de mi pueblo. Cuando caminaba contra los muros, intentando beneficiarme con la pequeña sombra que hacían los pequeños techos de las grandes casas. Me pasaba de calle. Hacia zigzag. Me detenía un rato, y me ponía a ver como se movía la sombra, digo, la luz, perdón el mundo, no, es el sol el que se mueve.
En esa época no sabia que se movía todo, solo cerraba un poco los ojos, y miraba al cielo, y calculaba si había una nube cerca o lejos, y comenzaba de nuevo la peripecia de evitar el sol.

El sol lo conocí gracias a mi mamá y mis primas que me asoleaban, y simbólicamente gracias al “caramelo” del Álbum de Chocolatinas Jet, y qué se yo, física y astralmente, gracias a “Discovery en la Escuela”.

Y hoy, si quiero saber más sobre esa luz que me pega en la cara y me hace sentir vivo, es sino escribir “El Sol” en Google, y listo. Y ya mi mamí no esta para casarme en bola al sol. Soy yo solito que aun me voy de techo en techo, y así sea en la moto, aprovechando el poste del semáforo para cubrirme del “mono jaramillo” que te caliente el cuerpo, que te hace doler la cabeza y que de pronto da cáncer, pero que hace bien para la felicidad y te da fuerzas para seguir existiendo.

martes, 26 de mayo de 2009

Hoy, revisión del agua

En el día menos pensado, llegó el señor de EPM.
Le habíamos dejado las llaves a la vecina, por si no estábamos. No fue necesario.

-Jorge Andrés Escobar?

Hoy, vinieron a revisar la instalación de aguas, para revisar por qué pasamos de 8m3 el mes pasado, a 29m3 este mes.

“¿Ya vino el agua? Tan rápido!” Eso decía mi papá, caliente, molesto, incomodo de tanto trabajar para solo pagar agua y comprar carne; cada semana, cada mes, cada año.

Hace poco, en la otra casa, en Castilla, me estaban llegando los servicios públicos muy altos, porque el dueño de la casa tenia contrabando de luz de mi casa a su negocio. Y sospechamos que también la luz.

En El salvador, también se nos fue el agua un día que mi hermano pago primero Une que EPM. Eso fue histórico, y a demás, claro, teniamos ssopechas que los "negros" estaban pegados de algo de nosotros.

En San Javier, en la 105, también compartíamos agua con la vecina. Ella si nos pagaba, pero chuzados estábamos.

Y en el mismo San Javier, pero donde “Hedar”, en la pared comenzando “La Loma”, también estamos chuzados. Seguro estábamos que el tubo de afuera estaba chuzado, pero a nuestro favor. O sea, al favor del arrendatario.


Ya estamos cansados de llamar y visitar a EPM y Une. Ya hemos peliado con todos los arrendadores, vivos y buenas gentes, pero que tiran chuzo para ganar un poquito.
Ya sabemos que hemos comenzado una larga (o corta) vida de trabajar para pagar “servicios”, y comprar panes en la tienda.
Lo sabemos, y lo asumimos, pero no es justo que nunca pase nada. Que EPM diga que todo esta normal, y a uno le toque pagar 70 mil en agua y alcantarillado, y que el que tiene el chuzo vea llegar la moto de “Empresas” y cierre la llave del contrabando, y que asi te lleven dos tres meses, hasta que te mamas, y volvés a sacar fuerzas para buscar otra casa donde de pronto ni este chuzada, malar, rota, sospechoza, o compartida.

lunes, 25 de mayo de 2009

Hoy, Panderitos dulces de derrumbe

En un día de sol, y de fiesta. Decidimos viajar, coger camino. Y como los caminos tienen semáforos, esquinas, e interrupciones, aprovechamos para comprar dos bolsitas “de eso que tiene dulce por dentro”, en el derrumbe que esta subiendo para santa Elena.

Hoy, Panderos dulces en bolsitas de mil, comprados y comidos mientras daban paso en la falla geológica que te dice: “Bienvenido a Santa Elena”.

Claro que recordé el polvo del derrumbe, y los bolsillos vacíos para comprar cualquier cosa.
O cuando viajaba para Betulia, que en Concordia comprábamos “cosas dulces” a los vendedores que se subían con sus bandejas.
O la mano estirada de mi tío cuando era taxista, o de mi papá sacando los billetes para darle al niño “eso que le gusta tanto”.

Panderos con guayaba por dentro comidos mientras el viento entra por la ventana, o mientras el chófer del bus le pone más volumen a la radio, o mientras el cielo azul y las cuervas, se me pasaron por la mente. Hoy me llene de imagenes y sabores rápidos, secos y dulces, como los panderos de peaje o de derrumbe.

Hoy, La Negritud

En un domingo despejado, con un sol duro, con un aire diferente, con una ciudad más lenta, y con mi cuerpo tensionado, aun estresado de tanto camellar.

Hoy, baje a Moravia, a ver cantar a Chocquibtown.

Ahí, al ritmo de música hecha por jóvenes negros, y blancos, y rodeado de negros (muchos, casi todos), y claro, mucho blanco, pensaba en las historias de mi padre cuando trabajaba en la plaza de mercado de Quibdo.

“El Negro negro no es gente”. Me dijo él, y me dijo la gente en general, desde chico, en la escuela, y en la calle, cuando señalaban (o miraban) a un negro. Pero también los mismos que han señalado han abrazado y querido a un negro.

El negro es parcero, es luchador, es gozón, es berraco, es alegría, es canto, es queja, es pelea, es complique, es elegancia, es traición, es pasión, es sabor, es baile, es arrechera, es racismo, autoracismo, es optimismo, es corrupción.

Digo yo, después de tenerlos de amigos, de vecinos, de enemigos, de entrevistados, que el Negro pobre es lo más bien de este mundo. El negro que tiene cualquier peso es lo mas molesto que existe. No tengo ninguna explicación, solo es una sensación.

Tal vez tanta lucha e injusticias los hicieron ghetto. Hay que saberlos llevar.

“Usted mira, y cuantos negros ve? Solo nosotros”. Me dijo una Negra que estudia en la Universidad Nacional.

Y, Franklin, el cantante, y Franklin el líder de Moravia, nos contaron que aquí (a Medellín) llega el negro a la terminal de transportes, “y para donde va a pegar? Pues pa´donde los primos del morro de Moravia.”

Todos los negros que veo en Medellín, pasaron por mi pueblo en un bus polvoriento buscando un mejor mañana.

Ojalá lo consigan. Ojalá triunfen. Ojalá sus hijos crezcan con nuestros hijos y entre excluidos, desaparecidos y olvidados, formemos un país orgulloso de los que es, y de lo que puede y no lo han dejado ser.

Ser negro no es otra cosa que estar vivo con una piel más fuerte. Creo yo.

jueves, 21 de mayo de 2009

Video del Flashmob ó Encuentro Superhéroes, Medellin



Yo no me iba a disfrazar. No debí disfrazarme. Ustedes lo vieron, no sabia ponerme a Flash. Y eso que edite una burrada anterior, pero no es por tapar, yo lo digo de frente, es que no se nada de Superhéroes. Nada. Yo no leí ese capitulo de la vida llamado Caricaturas, historietas, cuentos fantásticos, mitologías, y televisión infantil.

A mi el puto horario del colegio siempre me cogió a contra. Estudiaba en la mañana cuando el hermanito o los amiguitos jugaban en la calle, o en la tarde, cuando en la mañana a las 5 daban el programa de moda. O incluso, puedo decir que me perdí las caricaturas de los sábados y los domingos. Me encontraba trabajando.

En fin. Ni una revista, ni una habladita de alguna cosa con un amigo. Solo hablábamos de caucheras y de mujeres.
Mi conocimiento de Superhéroes es el recibido en las franjas de cine de los canales RCN y, “Premier caracol”, cuantas películas los domingos mientras me quitaba los zapatos de trabajar!!!

Todo es por probar la red, mande el mail en día que era, dirigido y escrito a los indicados, y estaba en TV, haciendo aparición. Diciendo que iba a pasar algo, nacido en la red, o sea, que era un encuentro a ciegas, que cayeran todos. Era simplemente por probar la red, esto de estar conectados.

“Somos Indios latinos con guitarras eléctricas, comunicados a través de internet” Dice Intoxicados.

Y mucha gente que iba, en Twitter, quiero decir, que dijo que ya tenia disfraz, como siempre y como nunca, cancelan. Lastima, se lo perdieron.

Fue demasiado divertido como para decir que fue un fracaso. Incluso, la estética de auto foto, por nadie, ni siquiera los señores venteros de la calle nos quisieron tomar fotos, eso nos da un toque de absurdo, de desproporción, de utopía estéril, de tiro al aire al vacío de una blogosfera sin eco.

Lo volveremos hacer, claro que si. Porque mientras exista “la prohibición al parrillero”, y “las balas zumban en la comuna”, o “los capos” son cogidos día por medio, nosotros, desde esta ventanita del computador, trabajamos, nos divertimos, y hacemos poesía de un momento donde la historia lo necesita, y que, salimos a la calle, cualquier día todos son lo mismo, y nos atrevemos a decir algo, y como los revolucionarios de todos los tiempos, volvemos a casa cansados, a contarle a los amigos que nada, que nos fue bien, pero hay un sin sabor, que se quita con cerveza.

¿Cuan es el próximo? Esta de moda cantar.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Hoy, cuando la juventud no piensa

Hoy, en un día de D.O.S y de escritura de esa sensación, después de discutir con mi hermano el protestar o no protestar ante las injusticias, al ver la frase que me gusta de Fernando Gonzalez en el metro, pensé en alzar la mano.

Pensé en la frase “aquí están hablando los mayores”. “Usted no me conteste”. “Tan altanero”.
Entonces, aprendí a callar.
Pero en la sangre, desde siempre, he tenido una energía para preguntar, para interrumpir, para alzar la mano, para contradecir, para decir que no, para pensar diferente, para no fingir.
Trato de no serlo, pero es imposible, es como si me prohibiese ser yo mismo

Esa característica me ha hecho pagar caro cada palabra, cada acción, cada protesta. No puedo negar que al actuar de frente, te expones demasiado.
“No queremos niños que piensen, ni jóvenes, ni adultos, ni viejos.”

“No se queje, vamos pa´lante”.

Pero para donde, he preguntado siempre!!!

Nadie tiene más culpa de nuestros males, sino nosotros mismos. Dejamos para después, cada discusión, cada tema, cada explicación. Nos la jugamos al olvido, al reticente. Porque “de pronto mañana es mejor”. Y nada, nunca ha sido mejor. Se mueren las personas, o el político o su hijo nos vuelve y nos promete lo mismo.
Ya recordé que por alzar la mano, o por pensar han excluido y matado a muchos. Si, claro, si.

Pero pensar es lo único que te libra de la lucha física y la guerra, y de la muerte por tristeza.

Necesitamos una juventud que piense y arme su futuro, y sobre todo, como no se ha hecho, que lo haga posible. O sea, ya no nos tocá alzar la mano, sino ponerlas en acción.

Ahorrarse un sinceridad, una discusión acerca de lo que pensaste, es como perder horas de vida, es permitir que el azar de las carambolas que hacen la vida e ideas de los otros fueran nuestro futuro.

Si quiere saber por qué siempre ando protestado, lea en pie de este blog.

martes, 19 de mayo de 2009

Hoy, se va el agua!!

Hace dos días, al entrar a casa, cogí un papel que decía algo del agua, que se iba a ir, sospeche. Le deje en la mesa, luego en la noche lo corrí para la ventana, hasta que hoy, siendo las 11.50 am, mire de nuevo el papel, y decía que a la 1 se iba. Pal`baño!!

Antes, nos dábamos cuenta porque en “la radio dijeron”. O porque la vecina grito, o porque el señor de Acuantioquia estaba girando su llave en el toma que estaba en la calle.

“¡¡¡¡Ja, y no recogimos agua!!!!” Y la cantaleta “que yo le dije que se bañara”, y, “nos cogió sin arreglar la casa”, y la máxima, “no hay ni para montar la sopa”.

El barrio se detenía, o se ralentizaba. Uno que otro balde relucía en la casa de los más prevenidos, pero el resto a esperar, o a coger tarro e ir hasta “la finca” por agua.

Aunque me avisaron, y lo publique en internet, por alguna razón, se me olvido recoger agua para cepillarme. “Ahhhh! Es que se durmió!!”

Y si, me dormí. Pero hoy que el agua se va a la 1pm, y que en la mesa hay una factura de 50mil pesos en agua de solo un mes, y que el agua no es de todos, es de una empresa que te la trae o te la quita cuando quiera, o cuando no pagues la factura.

El Zen en el Arte de Escribir

Antes de aceptar leerlo, había pasado mucho tiempo de no leer nada, de rehusarme a escribir algo, pero llego Ray Bradbury a la mesa un día cualquiera, y me no sé por qué, pero me anime a que me contara sus historias, a que dijera que tal día, o en tal fecha, y de tal forma escribió un titulo, una obsesión la convirtió en cuento, o un cuento lo hizo titulo.

Lo primero que me provocó fue volver a escribir, anotar en papelitos las frases que me gustaban tanto, que me daban fuerzas hasta para levantarme a comer o a correr.
Escribir y pegar a todos lados, para leer, para llenarme ideas dichas por Ray, pero que uno pensó y ha practicado desde siempre.

Y preciso por esos días, un link, una idea de la BBC, escribir en notitas, volver al puño y letra, relucir la caligrafía que obtuviste en la escuelita.

Y si, comencé a escribir, a contar mis historias, a digitar sin pena ni gloria. Los que visitan este blog lo saben.

Mis paredes, y bolsillos, y cuadernos están llenos de frases del libro, que me encontré de vez en cuando, y que me recordó que tengo que tener la casetera que graba la vida encendida, y en contador de historias presto al show.


No quiero hablar del libro, quiero solo compartirles las frases que anoté:
Escribir es,

“Primero y principal, uno recuerda que está vivo que eso es un privilegio, no un derecho.”

“Escribir es una forma de supervivencia.
Cualquier arte, cualquier trabajo bien hecho lo es, por supuesto.”

“Si no escribiese todos los días, uno acumularía veneno, y empezaría a morir o desquiciarse, o las dos cosas.
Uno tiene que mantenerse borracho de escritura para que la realidad no lo destruya.”

“Cuando la muerte reduce la marcha de otros, uno tiene que preparar de prisa un trampolín y saltar de cabeza a la máquina de escribir.”

“Todas las mañanas salto de la cama y piso una mina.
La mina soy yo.
Después de la explosión, me paso el día juntando los pedazos.”

“Hoy, !Estalle, hágase pedazos, desintégrese!
Las otras siete u ocho versiones serán toda una tortura.”

“¿Qué es lo que más quiere usted en el mundo?
¿Qué ama, o qué detesta?”

“Transmitir los odios y las desesperaciones con una especie de amor.”

“Escribir el cuento de nuestra época.”

“Es un desarrollo de la vida propia y los miedos nocturnos”.

“Cuando se les entibian las almas, todos son poetas.”

“No debemos temer que nos vean en mala compañía.”

“No dé la espalda, por el dinero, al material que ha acumulado en una vida.”

“Ese grajo que busca objetos brillantes, extrañas carcasas y fémures de formes en los túmultos de basura que tengo en el cráneo.”

“Al inconsciente entran no sólo datos empíricos, sino también datos reactivos, nuestro acercamiento o rechazo a los hechos del mundo...
Ése es el almacén, el archivo al que hemos de volver en las horas de vigilia para cotejar la realidad con el recuerdo...”

“Todos necesitamos que alguien más alto, más alto, más sabio que nos diga que a fin de cuentas no estamos locos, y que lo que hacemos es correcto”.

Los escritores andamos en lo siguiente:

“Construimos tensiones que apuntan hacia la risa, luego damos permiso, y la rosa surge.

Construimos tensiones que apuntan a la pena y al fin decimos Llorad con la esperanza de que el publico rompa en lagrimas.

Construimos tensiones que apuntan hacia la violencia, encendemos la mecha y salimos corriendo...”

“Por primera vez en la larga y algo pestífera historia del hombre, las ideas no sólo existen en papel, como sólo existen la filosofía en los libros.”

Y como final, para no arruinarles la lectura, la ultima:

“Yo no quiero ser conferenciante esnob, benefactor grandilocuente, ni reformador aburrido”.

Cuando dé publicar, pondré el libro amarillento y ya muy gastado por tanto viajar en mi bolso, en la mesa, para que otros ojos y corazón lo lean.

Próximo libro!!!!


PD. Deje un papelito en la casa, y ahora que lo leo es muy bonito, dice

"Juan: Escribí todo con furia!!!"

"Aprendí a dejar que mis sentimientos y mi pasado me dijera todo aquello que de algún modo era verdad."

"Por qué y cómo?
Porque lo digo YO."

"¿No consiste en eso la vida, en la capacidad de dar un rodeo y meterse en las cabezas de los otros para mirar el condenado milagro y decir: ¡Vaya!, o sea que vosotros lo veís así?

Bien, pues lo tendré en cuenta."

lunes, 18 de mayo de 2009

Hoy, Los Conejos

En la granja del Colegio Colombo Francés, en una mañana donde vi un tipo de educación, de ambiente, de profesores con una idea de enseñar tal, que me dio envidia de los niños que en su inocencia cantaban en francés o iban para clase de pintura, o podían coger un conejo.
Hoy, mientras trataba de hacer foco al niño acariciando al Bugs Bunny, pensaba en la niñez, en las mascotas.


Claro que recordé a “Neruda”. Una conejita, luego una conejota, blanca, que tuve cuando vivía en San Javier. No tengo recuerdos de manchas, o de ojos, lo que recuerdo es que le daban una locuras, y en el patio se ponía a dar vueltas, golpeando todo.

Desde los días de los conejos en los sombreros de los magos, y los conejos en la TV, me comenzaron a gustar esas animalitos peludos, que saltaban para caminar.
Me gusta acariciarlos, sentir el jalón de sus dientes en la zanahoria, su respiración, el corazón a toda maquina, la nariz en constante búsqueda.

Quiero tener una conejera. Pero no en una jaula, sino al aire libre. Las mismas hectareas dispuestas para las vacas, pero en vez de eso, puros “Nerudas y Nerudos” de todos los colores.

Ese día seré muy feliz.

Hoy, mi Hermano jugando el Pateíto

Mientras yo en las misma de siempre: Sentado frente al PC, y él por ahí, dando vueltas a sus cosas y pensamientos, sentado en el quicio de la puerta.
En un domingo cualquiera de sol, mi hermano entro corriendo, me dijo que terminara de hacer el almuerzo, que hoy los “Patos” lo habían invitado a jugar.

De los Patos, el de verde.

Recuerdo un día en la cancha del colegio, que un zurdito le metió un balonazo en la mano y se la quebró. Yo estaba en el tercer equipo, y vi la maldad del man, y el dolor de mi hermano. Lo montamos en una moto, y yo corrí a llamar a mi mamá.

Y jugué con él en las casas donde vivimos. Y en la calle adoquinada y en la de cemento, y en el empedrado, y en la placa polideportiva, y en la manga del estadio, y en el peladero de cualquier parte. Nunca me gusto tenerlo en mi equipo, pensé que no era justo para él, ni para mí, pues siempre eramos rivales.

Lo veía volar, pelear, estar rojo y gritar. Nadie se metió con él, todos lo queríamos, era un figura para jugar (y en la vida), y además era mi hermano. Y no es que yo era un “duro”, ni nada de eso, era el amigo o parcero del “duro.”

A veces pasaba por la escuela donde estudiaba, yo tal vez estaba en Quinto de primaria, y él en Tercero. Y lo observaba un rato desde lejos, todo sucio, pelíon, sonriente, y pensaba en esa época, y ahora aun más, que no era un buen hermano, que he dormido al lado, (y vivió toda la vida juntos), y no conozco, y no soy amigo de Jorge Andrés Escobar.

Así somos nosotros. Silenciosos, pelíones, y jugadores de fútbol a morir.

Yo ya no juego fútbol, y él ya no es frágil
Yo no soy amigo de “los duros”, pero él aun es querido por todos.

domingo, 17 de mayo de 2009

Hoy, Me Disfracé

Sentados en la terraza, mientras el sol, buscamos un numero telefónico o un lugar donde alquilasen disfraces. No había pensado disfrazarme, pero resulta que hoy sábado estábamos entrando a “Carnaval y Fantasía”.

El ultimo disfraz que recuerdo fue de payaso, pero hace muchos, y mi hermano estaba muy pequeño. Nos paramos en una tela, una foto de 1500, y confites, y pa´la casa. Era un día que uno veía raro, pues una mascara te la filtraba o un maquillaje te quitaba la pena y vivías un día tan rápido como divertido.

“Eso coja una ropa rota y se viste de gamín”. Me decían. O un costal, con el mismo disfraz, y “Quedas de viejito”. Ah! Nada, me compraba un máscara, y salia a pedir confites. A veces había días que nos rotábamos las mascaras y pedíamos en el mismo sitio varias veces.

Me he, y me ha, disfrazado de Pollito, de payaso, de... No se que más, yo creo que ahí para la cosa. Que familia tan pobre!

Hasta hoy, que me puse el disfraz de “Flash” al revés, y me tuvieron que bajar la cremallera de las botas, y el traje rojo que valia 30 mil de alquiler me quedo grande.

Me tuve que afeitar, quitar toda la ropa, tomar mucha agua, aguantame el mareíto para salir a la calle y la pena que siempre me ha dado salir disfrazado de otra cosa que no sea Juan David.

Y en la calle, mientra me ofrecían una fumada de marihuana (que no me dieron) “para que me fuera entonado para la fiesta”, y cuando los niños y los adultos nos me miraban, o miraban a Flash, y Flash los miraba fijamente, mientra eso, yo pensaba en mi niñez, en las sonrisas, en la magia, en los dibujitos animados que nunca me vi por estar trabajando y que por eso me puse el traje al revés, y que no sé que putos poderes tienen los benditos Superhéroes.

Por el hueco vestido de rojo, caminando al lado “Batichica” y “La Sombra”, mientras le sonreía a la gente, y saludar a los bebes, y le pedía el favor que nos tomaran una foto, y nadie quería retratar a unos superhéroes, todo eso, todo, lo mismo que el 31 de Octubre, pensaba que pese a todo, a los años y las crisis y las lucha, nunca, pero nunca se debe dejar de ser niño y superhéroes. Mientras el mundo se cae, como nos lo viene demostrando desde antes que nos disfrazáramos de payasos o me cargaban en brazo todo amarillo.

Mientras todo, no hay que dejar de ser felices, coloridos y distraídos.

viernes, 15 de mayo de 2009

Hoy, Salí en Televisión

En un día con el corazón raro por pensar todas las cosas al tiempo, llegue a la oficina corriendo. Me miré en el espejo, me arreglé el pelo, me limpié la cara que siempre está mugrosa por caminar la calle.

Sonó el teléfono de nuevo. Era Mónica preguntándome donde quedaba. Le dije, y comencé a organizar todo para salir en la Televisión.



Siete tomas, u ocho, no sé cuantas, pero yo sé que es normal. Y sé cómo se hace lo que me hicieron. Todos los días lo hago, es como me gano la vida. Mientras me miraba al espejo, pensaba que yo habia estudiado “Producción de Televisión” para no salir en la televisión. Es más, sé que nos soy televisivo, ni radial, ni nada. Soy un man raro que ha perdido su tiempo desde niño al frente de pantallas, y que sentado en el mueble viéndose cuanta basura había, o mirándose al espejo, pensaba que lo único que había que hacer era estudiar eso que me gustaba tanto, para crear la magia del encanto, para contar historias, para retratar el mundo.

-“¿Juan David qué?”
-“Escobar”

-“¿Y qué haces?”

Recuerdo que a estudiando me di cuenta que nunca sabíamos mucho de una cosa, pero sabíamos habla de todo. Que anotamos el nombre del “invitado de hoy” en un papelito que se nos perderá. Que después de la entrevista o testimonio o escena nunca volveremos a vernos con quien nos ayudó a llenar el hueco del programa o guión que teníamos por hacer esta semana.

Como dicen los fotógrafos que han ido a registrar a las tribus nómadas: “Ellos no se dejan tomar fotos porque creen que se les roban el alma”.

Y si. Es algo místico, eso de ser grabado, de ser preguntado, y luego ser editado y transmitido. Te conviertes en una imagen ubicable, transformable, borrable, desaparecible. Sos visto por tantas máquinas y ojos, que en ultimas lo que sales siendo es un momento, un instante, una frase, una entrada o una salida.

Yo sé todo eso. Y mientras “la colega” hablaba con la asistente, y con “lucho” que si podía más larga, que el tiempo no le daba, yo pensaba que hago bien haciendo TV, y hasta viéndola, pero que saliendo, echando un discurso por la misma pantalla donde todos ven el Alcalde o las cabezas pensantes, me parecía una locura a la luz de los años de oscuridad, de no salir al tablero, de no leer en publico, de no hablar ingles por la pena que me pregunten, “dígalo de nuevo, y más duro”, de no gritar “A la orden!” en la plaza de mercado, de no salir a la calle porque afuera estaba esa chica que me sonreía. ¡Que despropósito!

Obviamente, la última quedo “¡Perfecta!” Yo sé que no es perfecta, y que no salí bien, y que mi cara aun brillaba, y que se me olvido mencionar muchas cosas, y se me olvido mirar a la cámara y hablarle a los pelaos de mi generación, y que seré un fragmento más de un programa largo.

Mientras me despedía del equipo de grabación de Altavoz Televisión, pensaba que estudié para sacar a la gente con la cara brillante, pero con una sonrisa. Que todos los días salgo a sacar a la gente en la TV, y que nunca más nos veremos, pero que ese momento debe ser bonito, tranquilo, divertido. Se que eso se notara en la TV, y que él, o ella lo notaran en la pantalla de la Televisión. Estudie para decirle al invitado; “Acomódate el pelo”, “Córrete la camisa”, “Tranquilo”. Trato, en la medida de lo posible, que los entrevistados, y los rellenos y frases de mi guión sean dichas por gente bonita, por gente sincera y humana, que en lo ojos, en las manos o en las palabras se note que están viviendo y cambiando el mundo.

Se que se me olvido decir muchas cosas. Pero no sé si mañana volveré aparecer en la pantalla que emboba. Se que me encanta robarle el alma a la gente, para mostrársela a la otra gente. Pero no se si mañana la gente tenga alma, y si la otra gente quiera ver algo.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Hoy, Rafael Escalona se fue

Esta semana leí : “Al maestro no le falta nada”.
Y hoy, en las mismas paginas que leí una frase que yo quiero decir cuando viejo, leo que el Maestro Rafael Escalona ya no esta con nosotros, esta en su casa en el aire y farriando con Jaime Molina.



Video gracias a: 956483

Recuerdo cantar “(Elegía a) Jaime Molina” con mi hermano a todo pulmón. Estábamos pelaos. Tal vez yo de 11, y él de 9 años
Nos gustaba mucho, y creo que nos sentíamos identificados. Sin saberlo, nos estábamos cantando uno al otro, como diciéndonos: "Pilas, que si yo me muero primero...."

Teníamos el casete. Nos vimos la novela. Y cantamos la Casa en el Aire, y el Mejoral, y claro El Testamento, y el Almirante Padilla, y como olvidar a Dina Luz!!! No recuerdo el orden, pero después de dar reproducir casi nunca lo parábamos.

Gracias maestro que me hiciste querer una sombra de un árbol y un taburete para sentarme a pensar o cantar la vida. Me llevaste por la sabana, por el caserío y los amores melosos que pasan a la salida del colegio.

Ya grande, a los 18 años viaje a la ciudad a buscar un mejor futuro, y hoy 10 años después no he olvidado regresar al pueblo a llevar y traer nueva historias.

Por Escalona aprendía a querer El Vallenato, a Carlos Vives, a las mujeres que se enamoran.


"Recuerdo que Jaime Molina cuando estaba borracho, ponía esta condición, que, si yo moría primero el me hacía un retrato, o, si él se moría primero le sacaba un son....
Ahora prefiero esta condición, que el me hiciera, y no sacarle el son....

…..A dos amigos que se amaron con el alma...."

Rafael Escalona, trovado de historias, maestro de la provincia, descansa en Paz.

martes, 12 de mayo de 2009

Hoy, Una requisa!

Recién bañados, hasta perfumados, salimos a la calle a trabajar. Eran las 8,05am. No quise guardar la cámara, pensaba tomarle una foto a Medellín.

Hoy íbamos tarde y sin caminar media cuadra un carro blanco y verde que venia tras de nosotros y se detuvo bruscamente y una voz nos grito: ¡Una requisa!

“¿Usted donde vive?” Me han parado ya varias veces, y siempre respondo lo mismo. “A mitad de cuadra.”. “Abra las piernas”

Mientras me esculcan a las malas en un bonito día de sol sin un mediar un “buenas” , pienso en los estadios, en las esquinas, en las noches, en los “asaris” que me han requisado, la veces que me han empujado o dado una patada para revisar qué tengo encima.

No me gusta la policía. Ellos, y los ladrones son los únicos que te paran y te dicen para donde vas, de donde vienes, que tienes en el bolso, muchas gracias.
Los verdes, los polochos, los ochos, la bola, los gargajos, los tombos, la polí, esos, esos que llegan después de la balacera, esos, que llegan pateando, ellos, los que se disfrazaban para matar a los “desechables” del pueblo, claro, esos mismos que que te miran como un delincuente.

No tenia nada encima. Pocas veces tengo algo, pero hoy mucho menos.

“Ábrame el bolso”. Ya iba a abrirme el bolso, y yo le dije que no, que yo se lo abría. Y con tranquilidad, y con la cámara en la mano, le abrí uno a uno los bolsillo. Hasta le mostré las caletas vacía. Saco las gotas, las miro y cogió como si fuera un Condón usado, y las echo otra vez en el bolso.

“Papeles!!”

Saque la cedula pensando que aprendí a caminar con los papeles encima siempre. El temor que los soldados o los paras te llevara, nos acompaño muchos años en el pueblo, y eso no se olvida.

“70, 421”... Pensé en los amigos que se hicieron policías, y que las mamás ahora dicen que es como si ya no tuvieran corazón. Pensé en Silva, el policía que nos enseño a marchar y nos puso a escuchar una toma de un pueblo en los años que yo estaba en la Patrulla Cívica Juvenil de Ciudad Bolívar, y que murió un día cualquiera por balas que venían de arriba. Pensé en la cárcel, en los días o más bien, noches que pase en un calabozo por culpa de una pelea, o de una bolita de bareta.

Nos devolvieron las cedulas. Como llegaron se fueron, sin decir nada.
Yo tome la foto que me imagine tomar, y seguimos nuestro día, que hasta que aparecieran los “Héroes” Colombia estaba retranquilo.

lunes, 11 de mayo de 2009

Hoy, Viendo despegar un Cohete.

Mientras volteaba las carnes, y calentaba el arroz y la sopa, me iba asomando a ver la pantalla del PC que estaba mostrando la transmisión del lanzamiento de Transbordador Espacial Atlantis.

Hoy, 15 segundo antes saque una carne y metí la otra, 8 segundos antes estaba corriendo, 5 segundos antes estaba junto frente a la pantalla que cambia de color y junto a mi hermano que esta triste, y, Four, Three, Two, One, y vi el despegue en vivo de un cohete. Una chimba!

Y eso esta en vivo, pregunto mi hermano. Yo le dije que pues claro. Y no creyo hasta que RCN puso al aire en el Noticiero, las mismas imagenes que nosotros estabamos viendo: Un Cohete volar hacia arriba.

Hoy recordé el caramelo de las chocolatinas Jet, el del Transbordador con la bandera de la USA. Hoy disfrute de nuevo un conteo. Hoy hice fuerza, como en las finales de fútbol o las peleas de la calle, para que esa vaina no se cayera. Hoy volví a pensar en el espacio exterior, y me sentí chiquito como la primera vez que vi la tierra azul, indefensa, muy cerquita al sol. Hoy pensé en la nave, Columbia? Que se exploto. Hoy pensé en la luna, y en las estrellas, y en el vacío, y en explotar, y en los hoyos negros, y en el combustible que se gastan, y en el billete que vale hacer el despegue y hasta la transmisión en vivo y en directo para todo el mundo (quien pueda verlo, eso si).

Hoy abrí la boca, y dije ¡wow!
En la mañana de un día gris y sin ganas vi 10 minutos de poesía espacial recitada en pixeles que dejaban ver la nada, y uno extasiado, pensando que después de un espectáculo como este, la muerte.

Si uno quiere, puede entrar y verlos trabajar en proyectos reimportantes para la humanidad. Estan en vivo, mientras hacemos las tajadas, o bañamos al perro, o trabajamos durismo. La Nasa TV. El hombre y toda su ciencia y ambición empeñados en saber qué hay más allá.