martes, 30 de noviembre de 2010

y mientras tanto, leo a Baldomero

Creo que no muchos se llaman Baldomero. Pero Baldomero Sanín Cano, tampoco lo conocía. Y mientras las horas, y las noches, y los silencios, voy leyendo, y doblando esquinitas del libro rojo, para luego tratar de hacer un texto que me sirva para mañana recordar algunos autores, o encontrar otros caminos.

Apenas ahora en la tarde devolví los otros libros, para que alguien se los "robe" por un tiempo. Se lo merecen.

Siempre se me olvida escribir en las ultimas hojas, donde hay espacio para hacer anotaciones. En los libros que siguen, escribiré la dirección de este blog, para que encuentren mis opiniones extendidas.

Pero iniciemos con los dobleces de Baldomero Sanín, de Rionegro, intelectual del siglo XIX en Colombia, y que por primera vez leo sus textos en "De mi vida y otras vidas". Unos ensayos (fragmentos) amenos de leer, porque hablan de su infancia, que como todo Antioqueño nacido en cuna, su historia son buena y sana educación, sus bases intelectuales y de felicidad seguras, y por inercia, su llegada a la docencia porque estudió en una Normal.

Fue un matado, un nerd, eso que llamamos hoy. Y lo podía ser, y lo fue.

"No había cumplido quince años, pero comprendí o di por sentado que el mundo predominaba consideraciones distintas de la probidad y la justicia".

Eran tiempos de guerras que cerraban colegios, y cuando se abrían, enseñar en una escuelita de una vereda de Titiribi era el mayor aprendizaje de tu vida, y la miseria absoluta, al tiempo.

Mientras daba clases, siempre -nos va contando- también estaba el
hombre ávido de conocimiento, aprendiendo.
"Para mí el estudio no había sido nunca otra cosa que una tendencia indomable de la naturaleza. Acumular nociones y tratar de comprender la vida en cuanto alcance a ella la inteligencia del hombre, me parecía un objeto final y eminentemente placentero de existencia"

un hombre que sabe, o lo fue aprendiendo de a poco, que si la física, la química, van cambiando a medida que estudiamos, que la descubrimos, en el pensamiento o la filosofía, aún más!: "Todo es incierto y transitorio. Las convicciones mismas de algunos espíritus cambian las vicisitudes materiales o sociales de sus sostenedores".

Y en esos gajes que los rectores (luego fue rector de un colegio), tuvo que ser veedor de algo público, donde obviamente se pilló, o lo hicieron entender los entuertes de la burocracias, y lo hizó echar una frase que espero yo sí espero cumplir:
"desde entonces tomó fuerza en mí la voluntad de evadir hasta donde me fuera posible la obligación de servir en destinos públicos".
Pues claro que luego fue un embajador más, pero bonito sonó.

Luego nos describe a ese Medellín de hace siglo y medio, chiquito, una villa, donde los hombres que pensaban y le daban a las letras (y lo podían hacer): Fidel Cano y esa generación que le dió bases a muchos oficios del país, que ustedes y yo iremos conociendo de a poco. Ya verán.
Antioquia en esa época contaba con 320mil habitantes, y en 40 años se incremento en un 120%, y hoy en día (2010) 60 años después, vamos en 15 millones. Y a pesar del machismo, el alcoholismo, el juego y tanto trabajo, este pueblo mestizo ha regado semillas en 5 departamentos y en el mundo entero hay gentes de estas tierras.

Medellín era en esa época (más que ahora, por los aviones y "carreteras") una isla en medio de las montañas. Y la hazaña en tiempos de poca comunicación de esta comarca con la capital, era que algunos jóvenes (otra vez, que pudieran) intercambiaran experiencias, unos viajando a la capital, y otros viniendo a la montaña. 11 días la distancia (ya nos lo contó Marco Fidel).
Esos paisajes que uno ve rápidamente (en moto o carro) cuando atraviesa todos los climas para llegar a la capital o viceversa, ellos lo vieron y sufrieron a lomo de mula.

"Un Antioqueño del centro, del norte o del occidente de Antioquia que hubiera conocido Bogotá, era notable por esa única hazaña de su vida".
y
"En 1883 eran poco número y prominentes por eso las personas de quienes se decía que había estado en Paris. El nombre de esta ciudad concentraba en sí las maravillas, todas las amenidades y adelantos de la civilización a que nosotros nos linsonjeábamos de pertenecer".

Y aun lo aislados, llegaban libros y revistas, o los correos:

"Recuerdo que "María" de Jorge Isaacs, en un solo ejemplar, pasaba de casa en casa, bañado de lágrimas del vecindario".

Luego Baldomero, al no verse futuro en Medellín como Profe, viaja y hace lo mismo, pero en la capital, hasta que se vuelve bibliotecario. Y siguió leyendo como el más afortunado que fue, mientras pasaba a echar numeros de superintendente de una empresa de algo agrario. Paisa puro era.

Incluso dice que si se lee meticulosamente la prensa, o en mi caso se ve Televisión, uno puede obtener unos conocimientos y unas enseñanzas sanas. Pero:
"Muchos periodistas estiman en poco su trabajo, porque por lo común se dan con empeño y no siempre con limpio y desprevenido criterio a machacar sobre unos mismos temas, de cuya verdad no están convencidos".

Otra forma en que les llegaba en conocimiento, distinto a sus suscripciones y tertulias, era cuando llegaban esos viajeros de las europas. Como José Asuncion Silva. Como Baldomero era intelectual, pero escribir siempre anónimo, y no practicaba el ego (dice él) estos personajes se hacían amigos facilmente de Sanín Cano:

"Creo que nuestra amistad se basó principalmente en la necesidad que él tenía de hallar una persona extraña, extraña al medio social de que formaba parte, para hablarle de sus anhelos, de su experiencia de la vida, de sus viajes, de sus lecturas".

parece que fue amigo de muchos buenos amigos. De diplomaticos, de escritores, de periodistas, de poetas:
"mis aspiraciones se afincaban en lograr un modo de vivir en que mis funciones concordasen o al menos s¿no pugnaran con mis predilecciones de espíritu".

Tal vez eran muy sencillos. Hoy uno solo se suscribe a sus feeds, y no lee todo. Y puede viajar, y no viaja (por plata sobre todo). Y a veces, solo queremos conquistar el mundo, y no nos atrevemos a conquistarnos a nosotros mismos. En fin.

Entre sus amigos estaba Guillermo Valencia, que "Para él parece escrita la sentencia de Sócrates, que dice: "Para el hombre bueno no hay mal ni en la vida ni en la muerte"".

Hasta políticos cambiaron ideas con el autor, que cada vez se iba llenando más de datos, y años, y de más amigos, como Antonio José Restrepo, que era un gran orador, que más que un expositor y monologista, era un, qué, un "causeur", que mientras habla, pone a hablar a los otros y les saca sus ideas, sin que uno se de cuenta. Que bueno son las personas así.
Debe mencionar y escribir esas anécdotas tan lindas de ese amigo, porque muchos de esos privilegiados, como los de ahora, solo hablan y muestra y aparentan, y no son capaz de unir los mundos, las conversas, las ideas de todos. Es mi suposición.

Y terminan sus fragmentos, hablando de alguien que no conoció en persona, pero si a través de sus textos, sus conferencias, que se le parece un tanto a la amistad. Como dice los ingleses: "I Know him". A ese amigo, Bertrand Russell, dijo a sus alumnos de Cambridge en la primera guerra mundial: "la guerra no era más que una especulación de los productores de armamento alrededor de la cual buscaba el capitalismo, sintiéndose amenazado". Y les decía que tenían que viajar a la China, que ese era el futuro. Y vean hoy!

No sé porque Baldomero Sanín Cano escribió eso, o porque el Metro y Comfama lo publicaron, o porque yo lo leí y aislé algunos apartes. No se sabe. Para algo sirven estas reflexiones de gente que ya trasegó variado trecho que uno pensaba volver a repetir desde cero. Para algo.

Una fotico de los manes de esos días, que ya en los años 30´s estaban en lo mejor de sus vidas.

sábado, 27 de noviembre de 2010

La Universidad de Antioquia ya es privada

Ya lo sabíamos antes de bajar a la U de A , pero no sospechamos que daba tanta rabia.
De qué les estoy hablando? pues, que en la Universidad Publica del Departamento de Antioquia, no es permitido que la ciudadania en general entre a las instalaciones.

¿Por qué?

porque solo entra el Smad (a "controlar" los disturbios), y los de la TIP, que entrar a estudiar, a trabajar, o a pasar los años.

El muchacho con uniforme y placa de Miro Seguridad, nos observa serio y fijo, no antes sin cerrar la puerta de rejas durisimo, y nos dice:

-Si son visitantes no pueden entrar.

-Y por qué?

-Porque no. A menos que tengan permiso.

-Permiso de quién?

-De la persona que van a visitar.

-Pero si está adentro, es estudiante. Cómo se llama el permiso?

-No, un permiso de ingreso.


Ni para que seguir la conversa con un pelao que se hace el rudo, y que no sabe decir otra cosas que: "No puede entrar".

Señalen otras Universidades Públicas de Latinoamerica donde en la entrada la seguridad es ejercida por una empresa privada. O, una universidad Pública donde no dejen entrar al publico, a ciudadano.

A ver?

Solo en Colombia, en Antioquia, en Medellín, en pleno gobierno godo (recontra conservador) de Luis Alfredo Ramos, y solo en el 2010, con los pares (que se parecen a uno), los amigos, y toda mi generación que andan haciendosen ricos, y en silencio con todos los absurdos e injusticias. Solo podría pasar aquí y ahora, que los estudiantes, los profesores y administrativos están tranquilos en lo suyo, mientras los que pagamos su estudio y trabajo (de alta calidad) tenemos y somos prohibidos en el lugar académico de todos.

Ah?

Y la Asamblea de Estudiantes callada. Solo dos o tres capuchos que por ellos dizque es el lío (+drogas+robos+delincuencia), tiran una que otra bomba contra el suelo de la U de A que se está volviendo la cortina de humo más descarada que han utilizado las extremas políticas, para evitar hablar y tomar acciones sobre la calidad de educación, el presupuesto justo y generoso para la U publica, de la guerra (y la paz) que se vive en los barrios y en los montes.... y muchos temas más, qué ni pa´qué boto corriente!

Para colmo de males, a mi me toca decirle a todos una cosa obvia. Estos comentarios, las inflexiones, los gritos que yo digo, son mios no más, y no tienen nada que ver la gente y el trabajo que hago y que tengo.
Solo soy un joven de 28 años, que se sorprende porque no dejan entrar a la Universidad de todos a la señora que va a inscribir (como hace 10 años) a su hijo en "vacaciones recreativas", o el que va por unos papeles para reingresar (que puede ser algún día mi caso), o el que paso "a conocer no más". Pero tranquilos, soy un mocoso, un quejón, un nostálgico de un mundo mejor, y que seguro mañana, como el señor (Yo soy Camilo y el rock es mi vida) del comercial de una empresa de Pensiones y Cesantías, cambiaré, y querré hacerme rico, tener hijos, ir al trabajo y volver, y dormir feliz (mientras más medio mundo se muere de hambre, infeliz).

La vida cambia y te cambia.
Y quién putas está generando los cambios en nuestras vidas? ah?! ah?! Y nosotros callados.

o más poético, via Twitter: "El árbol frágil se dobla ante la fuerza del viento pero..... ¿quién está soplando?."


Para terminar, ya que dejaron privatizar la U, por lo menos no la dejen convertir en un colegio del Opus Dei. Por favor! (ustedes que pueden entrar).

jueves, 25 de noviembre de 2010

cuentos y crónicas de Mario Escobar Velásquez

Otra vez cerré los ojos, y mandé la mano en la biblioteca, y saqué un librito verde. Leí su tapa y no me encontré al cronista de Barbosa que escribía mejor que muchos hace más de un siglo, ni a un poeta de Pueblo Rico que había leído más en graffitis que en libros, ni un desconocido poeta de provincia que luego resulto ser jefe de varios amigos en proyectos periodísticos, ni mucho menos al señor que hace muchos años me contaban en la escuela que había sido un gran hombre, ni al cineasta/poeta que el que alguna vez compartirte porro y anécdotas, no. Esta vez escogí al azar los textos desconocidos de un poeta que alguna vez en la universidad me intento enseñar a escribir.

Era tan poco parchada la Universidad en la que estudié, que termine con un amigo llamado Ricardo Escobar (primo del Escobar que te encuentras en los libros de poesía de amor de los almacenes de Cadena), donde un tal Mario Escobar, que era escritor viejo y con muchos libros encima ya. No fuí sino a 3 sesiones en los saloncitos de extensión. No me aguante al viejo que le salían pelos por las orejas, y vivía diciéndonos que debíamos aprendernos el diccionario, y leer poesía a montones. De lo poco que le saque a Escobar Velásquez, fui un libro baratico de Meira del Mar (una linda poetiza costeña), y uno otro consejo que trato de olvidar cada vez que escribo.

8 años después, él ya muerto, me lo vuelvo a encontrar. Como ustedes sospechan, ni me había leído un texto suyo, y bueno, fue la oportunidad de guardar los resentimientos poéticos, y sacar al lector pasible que llevó dentro.

A "Gato" me lo leo de un tirón, porque es una observación intensa de los felinos, de los gatos, que le ayudó al autor a escribir una ficción de un gato de ricos que se perdió en un barrio de pobres y vivió feliz, como todo gato. De una pensé en Max, en el gato blanco de la casa donde vivo, que debe estar afuera haciendo fechorias (anoche se escapó).
Tardes/mañanas/noches que de a ratos me he quedado observando, y silenciosamente, y así me hice amigo del gamín Max, y de la princesa Salome, y ahora, va tocar, hacer la misma estrategia con Ramón, el otro integrante de la familia:

No lo regalé como a los otros. Ya había una chica interesada, pero después de la primera llamada, no volvimos a hablar, y fuí reticente con los mensajes en Facebook, entonces, confiemos que el tiempo pase pronto y Ramón no destruya la casa, y los cuatro podamos vivir en una casa campesina a todas nuestras anchas.

Por ahí leí en una de las paginas un pedacito que describe una actitud que he tratado de copiarle a los gatos:


"El ave fémix verdadera es la vida".

Después de "Gato", vienen unos textos, crónicas y diarios que los que editan los libros de "Palabras Rodantes" escogieron arbitrariamente, y hablan de leyendas indígenas, sobre Urabá, Sobre las putas de los pueblos calientes, y sobre escribir sobre Urabá, y sobre todo, sobre escribir.

"Lo tuyo es esto. Hayas nacido en donde hayas, o estés en donde estés, la tierra tuya es esta tierra. A ella la querrás siempre más que a nada".

Claro, mirando al Urabá, cualquiera, pero vaya diga eso en Ciudad Bolívar! Pero si, uno debe amar donde existe, donde se enamora, donde quiere morir.

"Nunca antes había tenido a menos cosas, pero tampoco sido más feliz: estaba sabiendo que la felicidad estaba en oírse a su yo interno, y en realizarse. Lo suyo era escribir".

un amigo que me aconseja hoy lo mismo que me dijo Mario Escobar ("no me canso de repertirle a los que creen en mí que hay que estar seguros de cada palabra empleada") en un taller literario del medio día que se llevaban en las deprimentes carceles/salones del Poli: "aprenda a escribir bien, y seguro la gente lo lee".
Ese mismo amigo también me dijo una vez que había discutido con el autor del que escribimos hoy, porque había dicho que las obras había que guárdalas hasta que estuvieran hechas. Y masomenos el argumento del amigo fue: Que tal que García Márquez siga puliendo Cien años de soledad?

Tienen hoy y ayer la razón los dos, pero que se vayan para la mierda, que yo no tengo cuero para entender la RAE, y solo quiero escribir como habla mi padre, o los campesinos de mi pueblo que no son palabras que encuentras en el diccionario.

"Todo eso lo arrastró el viento del tiempo".

El librito verde finaliza con unos fragmentos de sus diarios, que es masomenos lo que uno hace en estos blogs que narra cada detalle de la vida diuno. O como en twitter, donde se piensa en tiempo real.

Algo arrogante se siente Mario Escobar en los libros, como cuando estaba vivo. El contraseparador del libro dice que era humilde, que no iba a cócteles, sino que le gustaba enseñar.
Tal vez se sentía demasiado intelectual, y estaba lleno de terquedades. Como uno mismo, lleno de estupideces, de caídas y acelerones.

"El cielo no puede ser mejor que esto, jamás. El cielo es esto".

Hablando de leer, de releer, de tragarse todos los libros que uno pueda. Eso estamos haciendo Mario Escobar Velásquez, odiando el diccionario, amando la escritura.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Feliz cumple papá

el último post (texto, párrafos mal escritos, eso que escribo aquí) ya avisaba cosas que quería decirle a mi padre que lo admiro, que lo respeto, que obviamente por él (por mi mamá y dos o tres familiares que me quieren) estoy aquí, siendo, existiendo.

Menos mal tiene celular y lo contesta, y le puedo decir que lo quiero mucho, y que felices años más.



me he mirado las manos, y solo tengo un callo, y es de acelerar la moto, no más. Él siempre evitó que yo levantara bultos, o que hiciera lo que no me gustara, o que me humillaran, o que... tantas cosas. Mis manos son amarillas y limpitas, sin señas de trabajo muy rudo, porque me la paso haciendo videos, escribiendo en teclados, o pensando en los huevos del gallo, soñando despierto.
Y a sus 53 abnegados años, donde sacrifico la vida suya, por las de nosotros, sigue preguntándome "qué necesita mijo?", cuidándome que no me falte lo fundamental.

Él es Alirio Escobar, mi papá, todo un señor, todo un abuelo, todo un bacan. Es mi padre.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Las manos de mi papá

Las manos de mi papá que nos levantaron y que nos siguen inspirando, les pude tomar una foto la semana pasada, para entender de donde vienen mis fuerzas, y con qué color nos conseguimos la comidita, y cómo quedan las manos después de tantas vueltas que da la vida.

era ya tardecito, póngale las 5pm. Mi padre ya se había vendido lo que se iba a vender, y me estaba contado una por una las historias de todos los familiares que él ayudó con esas manos a que salieran adelante, y que hoy por hoy como que se les olvido, debe ser por los años, bromea el cucho, mientras la plaza de mercado tiene sus ultimo momentos de agite, cuando ya se están haciendo cuentas para cerrar el mercado, cuando los que deben alegan qué por qué tanto, y el qué vende, qué antes le tiro suavecito. Las cantinas echa sus últimos corridos y guascas, y los últimos borrachos se toman las ultimas claritas.

En serio, si contara la historia de mi familia, daría para muchos libros. Claro, el talento me falta, la memoria no ayuda.

Algo que si recuerdo patentico, es una frase que repetía Alirio muy de vez en cuando: "Mi papá me dejó la obligación cuando yo estaba de su edad", y me señalaba a mí, o a cualquier niño que estuviera a la vista y aparentase 13 años. Siempre había silencio con su frase, y él proseguía el hilo segundos más tardes, y a lo largo de estos 28 años que tengo, me ha ido contando fragmentos de sus historias, que mientras lo escucho y lo miro, trato de ir enlazando en mi cabeza, para irle preguntando por cabos sueltos, por personas, por momentos.

Todos tenemos cosas malucas, juan -me aclara en un momento de la conversa-, pero uno no puede ser desagradecido.

Y tal persona, le pregunto.
"Como que ya se les olvidó que un día pagué lo que fuera para que le salvaran la vida después de una puñalada en el corazón que le metió la mujer".

Y si es cierto que un día a tal persona la sacaste del hospital, le grito mientras él compra una silla rimax en 6mil a un loco que seguro después de eso se va a comprar un zuquito.

Se sonríe, y dice, "un día un chivero pasa y me grita: me debe! pagueme la carrera que acabe de a hacer a su hermano, que lo machetiaron". Y se vuelve a sonreír, y me dice que después de pagar los puntos, pagar las carreras para llevar y traer al hermano descarriado, había que comprarles el vicio al muchacho porque no podía dormir del dolor.

"Y lo que más duele juan, es que hablen mal de la gente que algún día les ayudó",

todo el esfuerzo de mi padre, que solo estudio hasta 2do de primaria, y que ha jornaleado desde niño, y tiene un toldo en la plaza de mercado del pueblo sin futuro ni presente, me daba un paseo por cada hermano y hermana, por cada sobrino, por cada conocido, dándome a entender que sus manos había hecho la mayor parte del tiempo mucho trabajo en vano, o que dieron malos frutos.

Cada mano, cada pierna, cada corazón, cada día, cada segundo de cada integrante de mi familia paterna, ha sido de llenas de sacrificios, y como han sido en desorden hasta chistoso, con una mala suerte que no se imaginan, con una falta de sentido de familia, que se han perdido todos. Somos fracaso tras fracaso, dolor tras dolor.

Lo que no puede pasarnos, a la generación mía y a la que nos sigue (sean mis hijos, o los hijos de mis hermanos y primos y sobrinos) es no olvidar que hay que ayudarnos, y antes, durante y después de ayudarnos, hay que dar de cada uno, regalar un esfuerzo por el otro, como forma de agradecimiento y estrategia para mejorar o simplemente estar en paz y vivir tranquilos.

Alirio Escobar con sus manos (y todo su cuerpo) trabaja lo que es la legumbrería,y hace posible la vida de los demás así sea a consta de la suya.

Ya cada uno de nosotros que se mire las manos, diga su oficio y por quién se esfuerza en la vida.

jueves, 18 de noviembre de 2010

medias nonas

fue una casualidad realizada paso a paso, o mejor, media a media, que hoy en la mañana, antes de salir a escuchar conferencias donde uno por la incomodidad y el tiempo de estar sentado vas a hacer carrizo si o si, no puede ser que tenga todas las medias o calcetines impares!

aquí están como prueba, como alguien que graba un día que cago un SI con sus eses, o como la pareja que se graba haciendo una posición excitante y absurda, o un adolescente se pega un tiro en vivo por internet.

Quería saber qué me decía la vida. Hice silencio y todo. Busque de nuevo, y encontraba otras medias, que no eran mías, que son de otros. Volvía y miraba, y nada, solo pensaba: tenés que comprar ropa parce, qué gaminería.

No es una casualidad, no son ropa interior solitaria, no son medias que recuerdan tal y cual época ésta o aquella tarde o miles de historias y pasos, nada eso no es.
Son media nonas, que seguro se fueron para otras casa, en bolsas de basura, o están por debajo de la cama, o un gato las tiene como juguete.

Hay una frase de mi madre, que de primera suena redundante, pero no lo es: "usted si es dejaó y abandonaó".
Eso es lo que soy yo, me dejo para que la vida haga lo que le plazca, y me abandono para no acordarme que ando vivo y ésto es tan maluco. Pero eso es en apariencia, en las medias, que seguro uno busca y busca, y por allá en el alambre encuentra, o por el afán se convence que estas dos medias se parecen mucho. Y la gente no lo nota.

y si, la gente sí lo nota, y qué va! porque importa el aseo y lo de adentro, que pese a los pesares, sigue siendo una cosa linda, que uno hasta le coge apego.

Eso es todo. Un caso de media nonas en un noviembre.

martes, 16 de noviembre de 2010

Un libro de un poeta cineasta

Lo tengo todo anotado en un cuaderno. Estoy escribiendo las anotaciones de atrás para adelante. Anoto en todos lados, hasta en el borde de la tabla de la cama, así es mi memoria, recuerda es fragmentos de muchas cosas al tiempo y los asocia.

Quedamos que devolvía el libro de Don Marco Fidel, y lo hicé.

y de una, de one, de un tirón me leí un libro amarillo, de una literatura deliciosa, como hablan, como bailan, como caminan, como cantan, como pichan, como viven, como mueren los negros en ese Chocó que desconocemos. Es verdad, son los primeros cuentos del cantar del pacifico, de la negritud suramericana.

Fue tan bello, que de una me fui a la librería de segunda más cercana, a preguntar por gente que escribe de negros, y me dijeron que hay, pero que fuera yendo, que despacio los encontrábamos.
Después de unos cambios de bolsos, de ponerlo menos pesado, de proteger los libros de la lluvia, Amalia Lú Posso Figueroa, se embolató. No pude copiarles pedacitos tan bellos, tan animales, tan geniales, que me dolió un poquitico. Pero juntos encontraremos información y libros de Amalia. Es necesario.

Así que seguí la lectura. Y agarre el libro de Víctor Gaviria, que además de cineasta, es poeta. O las dos cosas es lo mismo, pero se hacen y se sienten distinto.

Otra vez, casi calque el libro. Pero bueno, ustedes no me regañan, solo de vez en cuando leen.

El que hace el prologo es William Ospina, que dice "La poesía es una manera de estremecer al mundo", que "la poesía es, en sus manos (las de Víctor), lo abrumadoramente conmovedor de toda la realidad", es más, dice algo muy lindo:

"Hay grandes poetas que saben que la poesía se halla en los salones lujosos, y poetas mejores aún que saben que la poesía se encuentra en las barriadas marginales y en los sótanos de la miseria, pero hay otros poetas tan grandes que saben que la poesía está en cualquier parte y son capaces de encontrar poesía incluso en su propia familia",

con esto estan avisados, para seguir o no, para ir corriendo a conseguir un libro de Gaviria o no.

"Durante todos estos años" arranca con un poema a los pensamientos que no aparecen para estorbar, que no te hablan mientras los otros te cuentan sus cosas. leanlo, mejor.


Y le habla a los juguetes de diciembre como a personas para que cuiden a sus hijos todo el año.

Y nos recuerda esas conversas con los chachos de las esquina sobre "la plata", sobre hacer lo que sea por ella, hasta esculcar en los huesos de los otros, a ver si tiene "la plata", para quitarle un poquito.

Y con sus letras me recuerdan, describen como uno deja sonar el teléfono muchas veces, como si no estuviese en casa, "como si estuviera en la calle haciendo otra vida distinta y fugaz",

y se en el libro se puede leer frases como:

"muchachos que no eran nada
y aparentaban ser cualquier cosa,
con tal de ser algo"

ó

"personas que son algo más que una maleta que se llena"

y nos habla de la modernidad que llega para ubicarse donde estaban los recuerdos,

del enigma de las conversas llevadas a cabo en todas partes, sin motivo, sin tema a veces, que hace reír y sorprender... mientras uno guarda cada palabra, como profesor sabio,

de los ladrones que se llevan todo, que nos roban mientras pensamos, mientras estamos ensimismados,

que el dinero, objeto al cual muchos le depositan muchas esperanzas, él, le pide en voz baja, que cuando el dinero se agote:

"inunda mis bolsillo de pobreza, vida".

y

"cuando estallen las luces de navidad y la pólvora
se precipite en el cielo como una guerra contra los días de siempre,
cuando se gaste la última hora del año,
el ultimo minuto,
nuestro amor se quemará
como un muñeco de año viejo..."

o mejor:

"Fue en septiembre u octubre, cuando vivía junto a tu cuerpo,
como si yo fuera un año entero,
sin principio ni fin".

Y le escribe al sosiego, que es buscar las cosas que se pierden (la chancla, la pelotica, el control remoto), o de las cosas que aparecen (el bolsillos),

las cosas perdidas "no se han ido a un lugar de nadie,
sé que están en alguna parte...",

y también apunta a las decisiones de fin de año, de esa chispa/explosión que te impulsa a cambiar de vida,

y unas palabras al tiempo, que pasa rápido: "el tiempo de la vida pasa como un malestar",

y de la muerte, que seguro nos dejara con muchas cosas empezadas.

Y a propósito de la muerte, vuelve a su pueblo, y visita los solares y los lugares de sus ancestros, y los llama:

"Gritón, atruéname
duendes que tiran piedras y
silban y no molestan la paciencia,
asústenme y sáquenme del marasmo
y la borrachera de no ser nadie"


en "Escóndanme" dice:

"espere que crezca mi corazón
y que las sombras le enseñen la fuerza
y la humedad de la luz,
el paraíso indecible de estos días"

y en "Abrazo de mediodía":

"Tan fáciles se entienden los reflejos cuando se ama"

y para días olvidadizos, para poner en orden no importa el lugar:

"Necesito una mesa tan grande como la arboleda de mi primer colegio". Yo enmiendo: Como el tierrero de mi primer colegio.

y nos recuerda que estamos en tiempos en el que nadie devuelve lo que prestan.
Reciben favores y nos los devuelven... reciben el cielo... reciben tantas cosas... pero ellos, ustedes, apenas devuelven los saludes y las buenas noches.

y se pregunta por las lágrimas desperdiciadas en los cines, en los libros, en los estadios, y luego, en la calle esos mismos ojos son secos. Por qué?!

y en "a los venticuatro" menciona que se han terminado tantas cosas, que nunca más podrás ser adolescente, aunque montes en bicicleta y te gusten las muchachas. No puedes ser ingenuo sin ser al mismo tiempo maligno o mezquino.

"Un hombre es hondura y superficie al mismo tiempo"

"El agua sucia también suena a agua ¡Delicioso!"

Recuerda, me recuerda los viajes en familia que terminan en historias contadas en zaguanes:

"quisiera hacer un canto melancólico tanto sobre los innúmeros deseos muertos,
pero también alegre y sin pena un canto para que nadie cambie y no se tuerza lo hecho, lo que ya ha sido".


Los títulos de los libros de Víctor Gaviria siempre son bellos. Búsquelos, y adentro encontrara poesía de la vida cotidiana.

sábado, 13 de noviembre de 2010

llegó el segundo puente de Noviembre

Un mes antes se siente el ambiente decembrino: la música, las luces, la decoración, el ánimo de la gente (que ya no quiere peliar sino querer), y muchos gritan: "Dejen vivir a noviembre", pero ya no hay caso, diciembre esta aquí.

Pero primero, debe ocurrir Las Fiestas del Arriero, dos o tres cumpleaños que aun me acuerdo, y que se acabe mes, y llegue día raro. Ahí sí estamos en diciembre, de todo y con todo.

Después de algunas reuniones, pactos, silencios llenos de ideas, andamos trabajando (como locos) como siempre, para hacer posible el otro año, el 2011. Por rutas diferentes, pero por caminos que luego se unirán, seguro.

Pero por todo el ánimo y las citas, y las fechas, el grabar e investigar bastante sobre el tema que nos dará de comer, no pude, como era mi idea, estar desde el miércoles en mi pueblo.
Tenia ganas de ir antes de las fiestas, esa reunión loca que pasa en mi pueblo (Ciudad Bolívar, Antioquia), donde hay baile, bala, borrachos, y vomito, y claro, ambiente familiar, marrano, guaro, drogas.
Quería evitar la locura e irme en los días previos, que están llenos de sancocho, cultura, conciertos, calma.

Y bueno, no se pudo, y estamos a sábado, y la moto no enciende. Otra vez el encendido malo.

Cómo se prende una moto directa? Eso no es pura astucia de ladrones? cuanto me vale esa sabiduría hampona?

Me quise responder en esta mañana fría, y la vida me dijo mientras empujaba mi motico: "Ve un montadero de llantas, pregunta!" y de es montadero, me mandaron para donde un señor que trabaja en hierro forjado.

desde que comenzó no le futuro, pero como hay que hacerle caso a la vida, me quede de pie, mientras el señor en su parsimonia trataba de ponerme la moto a encender. Si sabia, pero ya la cabeza y el cuerpo no lo acompañan, entonces cuando ya iba a desbaratar más, lo detuve, el me dijo: "que era con mucha voluntad", le di mil pesos así no haya hecho nada. Por querido no más.

Luego, casi a las 12m, fuí preguntando de ferretería en cerrajería, qué si me ayudaban. La tercera fue la vencida, y un señor y un joven miraron, lo pensaron, y me ofrecieron el repuesto de segunda en 35mil que yo pensaba comprar después que ellos me desvararan en 140mil en Suzuki.

Obvio, les dije que sí. En un santiamén estaba de nuevo montado en la moto roja que roncaba cada que yo la aceleraba.

Arena para gatos, comida, limpiar, limpiar, y bueno, aquí estoy frente al pc, con un plato sucio que antes estaba lleno de frijoles, escribiendo, echando humo, y pensando mientras veo una tarjeta que llega de lejos, muy lejos.
"ya este corazoncito no quiere ni cartitas ni postales, quiere besos y abrazos y palabras y fuerzas bonitas al despertar y dormir"
y así lo que piense no sea justo, si es preciso lo que siento.

Y aunque no me guste el pueblo y su locura e indiferencia, y no me gustan los tumultos, ni los borrachos, ni no tener donde sentarme, y escuchar a "todo taco" música maluca, y aunque ayer y antier he sentido todo el cansancio encima y una mini advertencia de enfermedad que se aproxima, y depronto que "la carretera esta tapada por un derrumbe" me dicen por el teléfono, y un cielo encapotado que predice lluvias, y una billetera que tiene plata pero no debe ser gastada, sí es mejor ir a casa que la mamá te abrace y te diga: "hola hijo! qué va a comer?", y el cucho te diga; "Hola Juan, cómo le fue?", y mi hermana me salude con los dientes, y mi hermano me de la mano pero no tenga tiempo de parlar, y uno que otro amigo te levante la cabeza y te pregunte cómo van las cosas queriendo que vos no le digas más que "Bien, parce".

Y así sea que haga malacara y me entre ligero a casa, es mejor estar en casa de mis padres, que en la soledad de la casa, pensando, sintiendo. Así ya este mejor, más cómodo conmigo mismo y de nuevo encendido (como la moto) tramando mis luchas futuras, si duda hay algo adentro que ha desgarrado muchas vainas importantes, y es mejor hacerse el bobo mientras intentas grabar historias para el proyecto web del pueblo, o comes helado con la familia, o buscas gente que sabes que no vas a encontrar o no te va a conocer.

Para allá voy, para donde tierra de arrieros, a pasar el segundo puente de Noviembre del 2010, a ver, como dice una canción que me envían en Facebook por culpa de lo que ando pensando, si puedo lograr Detener mi juventud.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

tres días con los Berttoti

Leíamos en blog en voz alta y junticos al lado del pc, en noches y tardes espontáneas. Como Gonzalo Arango que leía Walt Whitman con su novia abajo de las manos de Cristo Rey en El Salvador (Medellín), nosotros lo hacíamos tirados en la cama, o mientras yo armaba algo para ponerle densidad a las noches. Yo leía, mal como siempre, ahogandome, pero casi actuando sentado. Ella lo hacia con ritmo, le iba cogiendo tonito a cada personaje.
No llegamos ni a la mitad, porque la comodidad y el placer de estar juntos casi nunca permitió terminan completa una película, o leer un libro, o tan siquiera disfrutar una blognovela. No nos importaba, porque así no termináramos, quedábamos con la sensación, nuestra sensación, y eso es mejor a veces que ponerse a descifrar qué dijo el autor con su obra completa.

Ya les había contado que me emociona cada vez más el proyecto Orsai, del mismo autor de la blog novela de una Señora Gorda o de la Familia Berttoti o de Más Respeto que Soy tu Madre. Por eso cogí desde la profundidades el sentimiento dejado en esos días de amores, y arrancar, desde cero, la web novela de Hernán Casciari:


Una familia Argentina, de Mercedes, donde nació y vivió el autor, que en los momentos de aquel 2003, tecleaba las historias en las noches que le dejaban su trabajo al otro lado del charco (España), lejos de su argentina, por culpa de la crisis.
La misma puta crisis que me toco a mí vivir lejos de casa. Pero yo andaba estudiando, y evitando regresar a mi pueblo que es asesino pero bello, a mi familia que es de locos pero mía, a las calles que ya no son tan divertidas pero que uno conoce.

La idea no es comparme. No hay caso. Argentinos, Colombianos, y así. Cuando el gordo Casciari escribir la novela virtual, yo abandonaba el internet, porque era una mierda la velocidad que se conectaba en Colombia, y porque esa mierda no daba para lo básico: comer, pagar Icetex, la gasolina para la moto morada (que se robaron), la plata de los pasajes de la novia (que terminamos) y el hermano (que ya está mejor y a punto de casarse)...

Después de leer los 200 capítulos, post tras post, detalle a detalle, hipervinculo a hipervinculo (solo faltaron los comentarios, que están desahabilitados y desaparecidos, y que seguro me habrían quitado otro día más de lectura), quede con la sensación que más me gusta: ganas de contar historias. Mis historias. Lo que le pasa a mi familia. A mis amigos. Poder inventar novelas geniales con todos los problemas tan brutales que día a día, segundo a segundo, sujeto a sujeto nos suceden. Si tuviera talento, pues.

Pero que va! solo he podido contar mal contado mis días. Eso hace ya 3 años que encontré de nuevo los blogs, y que en ese preciso instante, el inventor de la webnovela, el exitoso bloguero, dice que los blogs habían muerto. Pues, que ha muerto como fenómeno, ahora más que nunca lo que debe salir a flote somos nosotros, las voces más débiles pero reales, que llevamos años y años de atraso a nivel tecnológico e intelectual, pero que tenemos nuestra voces, nuestras historias, no importa el formato. Así sea que te escribas en el cuerpo como en el barrio, o te hagas trenzas como las negras para guardar los mapas, todo vale.

Me enamoré, lloré, odié, y no quisé detener la lectura, pero había que trabajar (en internet, afortunadamente), y había que dormir, y había que mirar para las nubes, y entender que a pesar que uno no es Casciari, el gordo, el que puede desde lejos mirar a su mundo y contarlo en voz de señora, uno con los 100 amigos que queriendo o no me leen a diario, pued armar su novelita... pero uno si a ido contando en varias voces, con distintos personajes, con climas, y sensaciones diferentes. Torpemente. Con un español primario, pero aquí está.

Ustedes por estas paginas han leído lo que piensa mi mamá, lo que le pasa a mi hermano, lo que hace e hizó mi padre, lo que me pasa a mí: amores, desamores, luchas, estupideces, genialidades, días y horas malas y buenas. Con la única diferencia que no somos fenómeno, que no tenemos fanáticos, que no se nos arregla la puta vida, que aun seguimos escribiendo para no perder el rumbo, las metas, las cosas bonitas que uno ve cuando cierra los ojos.

Leer hasta que se pongan los ojos cuadrados, para emocionarte, para inflar de fuerza pura los nuevos proyectos, para seguir confiando en los pequeños detalles, en las historias de uno.
Y también para llamar a su madre y su padre, para disfrutar el silencio que hay entre las lineas telefónicas, entre las vidas, y decirle que qué bueno escucharlos. Volver a pensar en las formas y códigos que la familia nos inyecto, y saber qué hacer con eso. Repensar lo problemas, los problemonones! y hacerlos algo útil para uno, así sea para futuras películas, guiones, ideas de negocio, o para dejar de tener miedo, y enfrentar las cosas como son. Saber que es mejor juntos, en familia. Y que los amores, amores son.

La vida es una línea de tiempo, que guardamos en las memorias. La internet es una de ellas, sea realidad o ficción.

Una historia menos para mí, otra más para ustedes. Les queda de tarea.

lunes, 8 de noviembre de 2010

El segundo mono, también se fue

y llegó el sábado, y en medio de reuniones y ideas que hay que hacer posibles, la otra amiga (por los 6 grados de separación) vinó por otro gatico. Menos mal!

Ella, @Daniiog (Daniela Ortíz) si tenia más tiempo para esperar con calma el momento exacto de atrapar al gato y encerrarlo en un guacal de plástico. Veamos:



que el papá es casi veterinario, que ella tiene espacio, que lo cuida bien y nos va manda fotos

Y sabemos que lo llaman la fiera, y que se escondió un día entero en un rincón, y que el aguacero, y que casi no lo sacan, y que se anda adaptando.

La foto es de Daniela, y el mono, ese pedacito de Salome, que tiene un poco el genio de mis casas, de mis días, que tiene esa gota de fiera que seguro se hará querer. Si no, embalado!

Ahora, en esta historia, falta contarles que esa noche que regalamos al primer mono (el jueves pasado), Salome se abrió del parche, y regreso en la noche siguiente. Ahí le dejó el dato Juan David Escobar, que creías que todo tiende a mejorar.
Respiremos, tranquilos, ya Dios (o sea, uno mismo) proveera.

Mientra tanto, colabore, dele hogar a este lindo gatico:

no es su mejor foto, pero es. El tercer mono, que Salome y Max aún cuidan.
Si vives en Medellín o alrededores, por fa, una señal, y hasta se puede hacer acreedor a un lindo minino.

Afuera llueve. Tres pisos abajo los gatos se acurrucan por el frío en cualquier telita o cartón. Yo casi no estoy importando en los relatos que escribo, a mi no me andan regalando, ni leyendo, ni queriendo.

domingo, 7 de noviembre de 2010

se fue el primer mono

un martes me dí cuenta que la casa de campo no había sido para mí, porque el hippie es puto, y bueno, ya es noviembre y casi vacaciones, y mierda! el parqueadero huele a mierda de 5 gatos, y es hora de comenzar a regalarlos, me dije, un poco molesto por no ser campesino en el 2010, y sabiendo que se había perdido la esperanza de darle a la casa/empresa un nuevo aire. Uno limpio, sobre todo.

Comencé, de nuevo, a preguntar si sí se los van a llevar, o no, y qué día vienen?
Todo por twitter.

Ya los gaticos estaban grandes, y solo faltaba ponerles el nombre, como dijo espontáneamente el socio una vez. Ya no era inhumano regalarlos.

Por eso, la primerita que vino con su guacal para animal peludo y con uñas, fue Sandra García (@Sagas21), veamos:



lo gaticos son una salvajitos. Ahí perdone Sandra la sangre, y se le agradece el encartarse con un ser vivo.



Fotografías y trinos de @Sagas21, que sospecha que es gato y no gata. Ojalá Eugenia quiera al monito este



y haga feliz a una familia colombiana. Quedó en buena familia:

Ya les iré contando cómo va la gatatón. Mañana más videos de gatos que huyen y son atrapados.

martes, 2 de noviembre de 2010

Leyendo a Don Marco Fidel Suárez

En pleno cumpleaños de Medellín yo voy a escribir sobre un personaje de Hatoviejo (al norte del Valle), hoy, Bello.
Lo llamo Don automáticamente, porque en este solar llamado Antioquia, su nombre esta por todas partes, incluso en mi pueblo había una escuela, en zona pobre y de violencia, llamado con su nombre, y aquí en Medellín también hay una, y es donde tiran piedra y fuman y son alumnos sobresalientes en sus estudios (algunos, pues).

Estiré la mano, y agarré un libro café, era el del señor que fue muy pobre, y que estudió y salió adelante y pudo ayudarle a su mamá que toda la vida lavó ropa para sostenerlo, y del mismo que en su ciudad Natal tienen su choza protegida por cemento:


BELLO - ANTIOQUIA

Foto: laloking97 (algunos derechos reservados).

Como inculto que soy (yo debería estar vendiendo papas y yucas, obvio), nunca lo había leído, solo sabia que había sido Presidente, y desconocía que había sido tan letrado.


Estos fueron algunas cosas que leí y se me ocurrieron cuando leía el libro de Ensayos y escritos de Suarez, que publicó Palabras Rodantes.

Y claro, de primero me encuentro un texto sobre "Antioquia". De ahí vienen muchos mitos Paisas, de que somos blancos, hijos de los Españoles blancos, de los boreales de yo no sé donde, y los cántrabros; puras relaciones de apellidos, lenguaje, y las formas de las familias. Y que somos comerciantes, somos los Isralies Colombianos.

Un lindo texto, que con poesía va asociando cuanto bueno conocía en el mundo (escritores, poblaciones, geografías), y lo comparaba con nosotros, los Antioqueños, que vivimos en un tierra diversa en comida, y al final del cuento, somos una revoltura de puras buenas cosas. Será que por eso somos tan malos, a veces? Se preguntó, y ahora la repregunto otra vez.

Ya sé por lo menos de donde vienen los chismes que han contado profesores, amigos y llenadores profesionales de crucigramas, de Marco Fidel Suarez que escribió hace dos siglos!

Luego me encuentro "Pensilvania", un texto de un viaje. De ese paisa que se va para la ciudad, a probar suerte. Hay muchos ejemplos, yo soy uno de ellos.
Y leyendo, me acorde del viaje que hice a Bogotá en Moto. Pensaba miles de cosas, del paisaje, del clima, de todas esas montañas que nos dividen y nos protegen, y uno que de chistoso se pone a salir de la comodidad de la casa de los padres, a veces con tanto afán.

Y el escritor nos recuerda un dicho popular:
"Si las cosas tiene remedio ¿para qué te afanas? Y si no tienen remedio ¿para qué te afanas?"
Y claro, como buen paisa, cambia el dicho, para pensar en trabajar, trabajar y trabajar.

Por él me entero que Sonson (Antioquia), es gracias al sonsonete que uno escucha de las cascadas cuando uno se acerca al pueblo.
Y que Pensilvania (Caldas), es obra y gracia del café y su trabajo y los precios internacionales. Pronosticaba que Pensilvania, que se llama así porque un Ingles que le compró las tierras a los indios (con permiso del rey. Un robo) y se apellidaba Penn, y a eso agregrele Silvania, y que en un futuro iba a tener muchas carreteras por las minas que iban a descubrir, y que seguro una gran ciudad, prospera.
Creo que no ha pasado ni lo uno ni lo otro. Algún día voy por allá a conocer.

En 1926, ya Marco Fidel pensaba que era mejor hacer esos viajes por avión. Definitivamente!

Luego, habla Maravillas de "Gregorio Gutierrez Gonzalez", un poeta que se quedó en las mentes de todos. Ni idea quién fue, qué escribió. Esperamos que el Metro imprima algo de él.

Después, en "El Cáracter" un discurso de 1882, que le echo a los jóvenes del colegio Espíritu Santo. Mero vaciadón! Espero que no haya sido al medio día, porque por más lindo el mensaje, que difícil.

Que así no pueda hacerse a los alumnos más inteligentes, por lo menos la educación, la sabiduría, se hace mejores hombres: Por ejemplo los griegos, los romanos. Hay hombres que eligen el camino de Eruditos.
Hay que dejarlos, digo yo.

Las palabras de Salomón a su(s) hijo(s) al momento de morir: "Ten valor y sé hombre". O sea, "tenga Cáracter!" dice Suárez. En palabras mías: "Sea berraquito pues!"

Si hacemos toda la conjugación estudiar lo que quieres, y hacerlo bien, lo único que debes agregar es:
"Ferendum atque sperandum".

En los Apartes de sus escritos, los anteriores eran ensayos, habla de "Bello y sus paisajes". Yo viví unos años melancólicos en esas tierras, y las montañas, que describe el libro, estaban ahí, bellas con la tarde y las mañanas, y yo la miraba, y otras veces no.

Luego en "De: Oración a Jesucristo" al que le pasó de todo, y al que vienen todos. Nos recuerda que somos los más devotos, porque declaramos ser el País del Sagrado Corazón (hace muchos años ya, en un congreso eucarístico).

Y sigue "si, "hay que trabajar hasta el fin". Morir no es dormir mi ser de piedra; morir tampoco es soñar; morir es llegar al centro del amor infinito"...

Después te entretiene con "El ocaso del sol", de ver las montañas, los nevados en el fondo de la cadena de montañas, tras las nubes. Todos lo hemos hecho. Todos hemos dicho parados en una montaña: "Si, yo veo el nevado. Usted no?".

y al final del aparte de "El Taller" dice: "¡Oh Clase obrera! ¡Oh trabajadores de todos los tiempos, que a veces no estimas la nobleza insuperable de vuestro oficio".

Y en "El lenguaje es Patria" una foto lo dice todo:

Y bueno, otros dos cosas, que en ultimas termina hablando de la poesía, de las plantas, de la belleza de los Libros y su poder:
"En un rincón con sus libritos" aspiraba vivir Kempis.

"Los libros como objetos inmortales".

Y yo que ando escribiendo mi libro digitalmente, también vale Don Marco Fidel Suárez?

Un libro menos para mí, un libro más para ustedes por leer.
Hasta un nuevo libro!