sábado, 15 de diciembre de 2007

El estres me esta matando.

Como tantas otras cosas me están matando. O son esas cosas me causan el estres que me esta matando? quien sabe.
He cambiado tanto que tengo mi cuello, mi espalda como una piedra. Un solo nudo que me hala los músculos para dentro.
Todo ha cambiado. Hasta me gusta el té con dos bolsitas, sabiendo que antes no entendía como les gustasen un sabor a hierbas.
Me están comenzando gustar (no tanto) la cebolla y todas esas hierbas.
... ¡ay, ay! Que viejos y que cambios nuevos nos traen los años, esta carga de experiencia y de vidas y de minutos ganados y perdidos. No estoy diciendo que ya soy lo que aborrecía cuando niño. Pero si me estoy comportado como no creía que me comportase.
El cuello me duele mucho. Y mi sospecha, es que por más que descanse, nada cambiara, el peso de los años y de los proyectos me esta haciendo añicos.
Necesito parar...

viernes, 14 de diciembre de 2007

En la noche, mientras la música

Aquí escuchando música pa´ planchar. Y nada. Lo de siempre. Una vaina en el pecho, la niñes en el alma como llendose, una nostalgia por los años, esos años de hacer nada, de ser. Y que ganas de llorar me dan.
Demasiada tristeza en esa época. Mucha lagrima. Que música tan linda. Tal vez me guste porque es poesía más que música. Poesía con organeta y pandereta. No se necesita nada más para cantar las tristezas.

."..Lo nuestro se estaba convirtiendo en una rutina, y el amor, el amor es otra cosa...lalalala...." Suena una canción en el reproductor mientras escribía la linea anterior. La escucho.

"¡NO llores más!" te quiero... -No. Lo nuestro es una costumbre y el amor es otra cosa. Ahora me voy, es lo mejor para los dos.
Tal vez no es nada, sea la tristeza, sea la soledad de verme fuerte, de quererlo todo todos los días, y que nada, y no lo consigo.
(suena música).Lalalala lala...
Dos lineas que me encantan:

- "me quiero llevar como recuerdo una sonrisa, por favor no llores más. Lalalala..."

La otra: "- Al amor hay que alimentarlo todos los días con esa pequeñas cosas que nosotros ya perdimos."


No es nada, es, tristeza. Todo me suena. Recuerdo todo porque es parte de mí, pero se nos escurrió la vida de los dos entre los dedos de este amor que por puro ego se murió. Pero murió en su ley. Un final de mi ego. Ah, mamao, la verdad.
Que bonito suena pensar en el amor. así se nos este yendo, aunque sea uno nuevo.
No se que hacer. Me pregunto cosas, a veces pienso... Bueno, como en la vida, pienso mucho y vivo poco. Tal vez ya estoy en lo máximo, que voy loco hace tiempo. Tal vez si, tal vez no. Ya estoy tan revuelto que no se que soy. Y como en Memento: "Yo tengo un problema... memoria a corto plazo... " La vida se me escapa y me culpo por no vivirla. Cada día elijo vivir. Esto es una elección de vida, de forma, no se si nueva, pero si otra. Entonces al ser pensada para ser cambiada es pura decisión de ego.

"hoy corte una flor, ( llovia y llovia) esperado a mi amor... ( llovia y llovia) ".... "Y sabrán que te quiero esas calles vacías..." .... "y que suerte que suerte, tu mirada y la mía"

Ayer llore, antier llore. Yo creo que todos los días lloro un poquitico. Un dolor profundo, una rabia gigante... Pero, qué, Juan David Escobar... No se a donde mirar cuando estoy triste.

"...el compañero de tu ayer. Mia alma y mi hogar. Mi juvetud, mi soledad, ame tu cuerpo tus sonrisa, tus defectos, tus caricias...
(Corte de edición)"

Me quedo mirando la casa, los espacio donde habitamos y nos hospedamos en nuestras tardes noche para mi, el hogar de los gatos, algunas horas (será?) que mi hermano vive o esta despierto, y las de Cla, que lo vive siempre. Un hogar vacio con muchas cosas dentro. Quise fotografiar los espacios, para luego recordar como vivíamos, o sea: fotos de chanclas, posición del estendero, el desorden tal, la cosa charra. Mucho recuerdo. Mucha cosa en el alma. Tan lindo.
Puro ego, porque no nos escuchamos. Ni un tantico. ¡Que rabia! Me culpo en mucha parte. Me causa muchas cosas. En todas.

"como se quiere a la libertad, como se quiere el calor del sol, como se quiere a el calor del hogar, más que a la vida te he querido yo..."

Y nada, esto no tiene palabras, la comas cuando se escribe o los silencios cuando se habla son dolorosos. La palabras son balazos. Me siento haciendo mucho daño. No quiero.
Un hogar. Un hombre loco. Dos gatos más locos que el hombre loco. Otro loco hermano del hombre loco. Y la ñiña (la noviecita, la mujercita, la princesita, mi vidiíta, mi amor... Tantas cosas locas de en esta casa de locos) más loca de la casa.
Un hogar... Desde siempre... No se como armar lo que quiero hacer. No quiero hacer más daño.
Esto no me lo enseñaron en la escuela. El amor no se destruye, se transforma, poco a poco, se alcanza a ver los pequeños cambios. Nos merecemos esto. No es justo que yo sea el que provoque, pero es absolutamente justo que nos destruyamos nuestras vidas enlazadas. No le dimos nada sino amor, y nos quedamos atrás en el resto. Una lastima. Una lindura todo. Pero nos caímos, porque no nos dimos cuenta que estábamos parados en las manos.


*La canciones no representan el sentir del autor del blog.
Son una metáfora dolorosa.

sábado, 1 de diciembre de 2007

Cumplir años

No me gusta. Ni celebrarlo, ni no celebrarlo. Es un día bueno para unas cosas y detestable para todas las demas. De niño pensaba,¿cuando se creceria?, de adoslecente se pensaba, ¡que ya esta maduro! y de 25, ¡na! no se piensa nada. Ni se deprime uno siquiera. Tal vez, y entendiendo un poco al caleño suicida andrés caicedo, el limite son los 25 años.

Esta semana me vi en una foto, y me ví adulto. Con cara de adulto. Y vi las fotos más recientes, y si, ya estoy grande. Seguro que cedula no me volveran a pedir para comprobarme la mayoria de edad.

Espero otro año, otro diciembre, otro primero de diciembre. Espero ser otro la proxima vez. Espero seguir aumentando la edad, pero tambien la locura y el romantismo de vivir. Que la edad no me perturbe ser niño por siempre.

sábado, 24 de noviembre de 2007

Con un animal dentro, que se mueve.

Tengo todo para decir. Esta ahí. No hay nada que hacer, se me mueve y me cambia rápidamente, me cambia y yo quiero.
Muchas veces me quedo, mirando a la nada, tal vez mirando lo hoyos de lavamanos, o en el umbral de cualquier puerta, o con el pie en el aire en las escalas; me quedo quieto, y mi mente en blanco. Son minutos de sentir, de esperar a que el sentimiento se mueva y me deje mover.
Son tiempos de cambio, y yo sé qué decir pero poco sé de hacer.
A veces no quiero que siga, otras, todo lo contrario.

Cierro los ojos, queriendo ser nuevamente, y cuando los abro, soy el mismo, pero ahora son otras palabras. Ya nada es como antes, hoy empieza mi pasado.
Hoy empiezo a construir el pasado de mañana.

martes, 13 de noviembre de 2007

Mirar desde lo alto

Mientras veía la ciudad desde arriba pensaba en el viento. En el miedo de caerme. Pensaba en abajo. Pensaba en grande.

La ciudad me sorprende. Por grande, por absurda ¿Cuánta gente? Desde la mirada de transeúnte no se alcanza a entender lo grande que es la ciudad. Hay demasiada presión.

Cuando el zoom entra en acción, alcanzo a ver las ventanitas. Colores, cortinas, matas, ventanas desnudas, letrero de se vende o se arrienda, una niña que se viste, un ave que se posa o que pasa, un gato que me mira y que camina por el borde que para mi ojo-cámara es irreal.

No se ve gran cosa, pero se imagina mucho. Son líneas. Son borrones. Somos montones de cosas amontonadas.

Eso es la ciudad. Un desorden colectivo amontonado.

viernes, 2 de noviembre de 2007

La muerte de mi tía

Los primeros recuerdos que tengo de mí tía, o todos los recuerdos que tengo, son alegres. Ella era una fiesta. Alzaba las manos al saludar, hablaba duro, lo estremecía a uno con sus abrazos. Sus historias eran para morirse de la risa. Sus imitaciones eran geniales.

Luz Dary García Escobar.

Ella era la única, creo, que tenia el apellido García, el del padre, o sea, mí abuelo, al que nunca conocí. Porque mi papá solo tiene el Escobar, de mí abuela, a la que sí conocí. La teoría es que se lo “dio” el apellido para que estudiara. Pero la verdad, la tía nunca estudio. Es más, jamás escuche sobre el tema de su educación, ¿si habrá estudiado?

Lo que sé, es que siempre trabajo, siempre fregó y se movió. Eso la mato. Bueno, la mato su corazón, la mato vivir tanto por los otros, encargarse de los sufrimientos de tantos sabiendo que eran suficientes los sufrimientos propios.

La recuerdo dándole plata a mí papá, ellos eran unos parceros. Siempre se ayudaron, se aconsejaron, se mintieron para que el otro no sufriera. Eran hermanitos.

La esperábamos en la puerta derecha de la candelaria, tal vez rodaba el año 1993, o quizá mucho antes, porque el metro aun estaba sin terminar. Nos invitaba a comer en pollos Mario, un local que aún está en una esquina del parque Berrio. No sé de qué hablaban, yo estaba ocupado mirando la inmensidad de la ciudad, la inmensidad del pollo. Luego de despedirse, de pasarsen el billetico y el beso, yo andaba con mí papá un rato, buscábamos el transporte, mirando hacia arriba, todo quedaba muy lejos, todo era muy rápido. Los ojos me lloraban por la contaminación, y Alirio me secaba las lagrimas con su pañuelo, y se reía, se veía en su hijo montañero.

Recuerdo a una Luz Dary coloretiada, siempre con su bolso, con su risa, con sus trajes coloridos, alegres, mostrones. Era una tía alegre. Tenía demasiada fuerza. Tenía trabajo, tenía una casa, una hija, un esposo, una vida… tenia plata (no mucha) pero en su bolso la cargaba orgullosa. Tenía las mismas cosas que nosotros, pero era más feliz que mi padre, que mí madre, que yo. Cuando iba a su casa en Bello, que era una casita al fondo de una terraza, me mandaba a comprar una gaseosa grande, recuerdo que era manzana postobon, recuerdo el olor de la manzana, de olor del asfalto que con el calor de la terraza se alzaba y llegaba a mis narices. Recuerdo que nos sentábamos en el suelo de cemento frio, hablaban y hablaban, y yo miraba el techo de eternit mientras pensaba bobadas, mientras pensaba en la ciudad. Miraba las paredes de ladrillo sin rebocar y las tocaba. Era una casa sencilla. Su esposo se llama Omar, es un vacan. Es una mezcla entre pillo de esquina y mejor amigo, era una nota. Era, porque no volví a hablar con él, y mí tía también termino la relación con él. No sé porque terminaron, no me importa, creo que hay hijos con otras y todo, creo que se cansaron, lo que sé y espero no equivocarme, es que se querían demasiado. No importaba lo que era Omar como figura, si fumaba o qué, eran muy felices. Él le decía mí negra.

Lástima que no hayan seguido, lastima la tristeza de Omar en el entierro de Luz, lástima que mí tía se haya muerto sin su compañía.

De esa relación salió, obviamente, una negra. Se llama Érica Yurani Osorio. En esas épocas de la terraza, de Bello en el barrio Carmelo arribita de una carnicería que estaba en la esquina, esa niñita, esa negra era un fastidio. La querían demasiado y ella odiaba a todo el mundo. Bueno, era malcriada simplemente. Incluso ahora se le salen cosas malucas. Pero también se le salen cosas de su mami. Ella es un rastro de su mami, una huella que dejo para nosotros. Tal vez Luz Dary aguanto los dos primeros infartos por ella, pensando que la iba a dejar, que qué iba hacer. Pero el tercer infarto la cogió cansada y tal vez pensó que Érica estaba trabajando, que ya estaba grande, que sí es una malaclase y una malcriada pero que la vida pule esas cositas.

Recuerdo también a una Luz Dary que bailaba, que prendía cualquier cantina-bailadero-acera con marrano. Alguna vez en la casa de mi abuela, en el barrio la cumbre, en ciudad bolívar, en unos comienzos de fiesta del arriero, recuerdo que llego y repartió plata a diestra y siniestra. Y todo el mundo feliz. Siempre el mundo se contenta con la plata, sobre todo el mundo de la familia Escobar. Pero saben qué, yo la veía tranquila, como cuando le daba plata a mí papá, era un acto sin visaje y sin mala intención, con todo el gusto, se le veía la alegría de ver al otro alegre. Luego, se le olvidaba que ella era la rica del paseo, y se iba a tomar sus rones y a bailar hasta que las patas no le dieran más, como toda pobre.

Las patas. Las piernas. Esas que le dieron todo ese dinero y la tranquilidad. Esas que la dejaron bailar. Esas que luego con la caída de los años se fueron volviendo un problema. Ya no le funcionaron, le dolían, se le hinchaban. Le dio artritis reumatoidea. Le fallo lo que la tuvo en la guerra. Creo que perdió su trabajo por eso: por enferma. Aunque también creo que aguanto mucho tiempo el dolor mientras trabajaba. Aguanto el dolor hasta el último día. También me atrevo a decir que no se cuido, que no cuido su material de trabajo. Uno es un bruto, no mide ni piensa en los años. Lo que pasa es que la vida pasa, y eso no es gratis.

Bueno, la enfermedad la fue apagando, agotando, aislando. Pasaron muchas cosas que yo tampoco sé ni me preocupe por saber. Lo que vi fue a una tia que fue perdiendo el color y el movimiento. Que la vida, esta maldita vida le dio tantos golpes injustos, que le dio en la cara sin merecerlo, que la gente que la rodeaba olvido los billetes y las alegrías, que ella olvido guardar fuerzas y plata. De una Luz Dary luminosa se fue convirtiendo en una Luz adolorida. Qué mierda.

Tuvo que venderle la casa a su nuero, el esposo de su primera hija: Luz Mirey. Otra huella de mí tía, pero esta vez de un color más claro. Nunca entendí la relación entre ellas, parecía que paliaban, que no se querían, que había rencores y odios. Luego las veía mejor, ayudándosen. Creo que Luz mirey tuvo líos con ella en la época luminosa, pero se ayudaron en la época donde más se necesitaron. Se parecían demasiado. Algunas historias del papá de Luz Mirey, Tino, fragmentos que me lograron contar ellas mismas, seguro que ocultan (ron) muchas anécdotas más, seguro que seguro. Historias que decían mucho del anecdotario de hombres en la vida de la tía, se veía que paso muy bueno, que no era ninguna boba en materia de hombres. Pero de eso no se mucho.

Tal vez Érica y Luz Mirey nunca se la llevaron bien, tal vez ahora hacen un esfuerzo por llevársela. Tal vez fue una orden de mi tía, o un ruego. No son compatibles, son el negro y el blanco. Son hijas de diferente padre, sustancias diferentes, pero una cosas que las une: la misma mamá. Y si las comparas, olvidando los razgos paternos, son muy parecidas a ella. Iguales. Pura explosión y alegría. No hay colorete pero si fuerza.

Las dos estaban en la Policlínica el día que Luz Dary le dio por irse. Las dos no sabían qué hacer. Las dos sufrían y en el fondo sabían que iba a pasar, pero ambas no querían que pasara. No importaba el pasado, esos años que solo son eso, pasado. En ese instante, y desde hace muchos años las unía la lucha por una madre que se iba apagando, una lucha más perdida que embolatada. Nunca existió dinero para devolverle a Luz Dary todo lo que dio. Y nosotros, su otra familia… ni mi papá, ni mi mamá, ni yo tuvimos ni tenemos plata que nos hiciera fácil ayudarle, se nos murió lentamente en las narices.

Yo lo único que atine a decirle siempre era que me esperara, que me aguantara unos años a que mi carrera diera frutos, que cuando eso pasara le iba a dar la vida que se merecía. Supongo que todos los que la queríamos le dijimos eso, o lo pensaron.

El que no tiene nada ofrece futuros. ¡Qué mierda! Ella me decía que si, que todo bien, pero en el fondo sabia que ni yo iba a triunfar, o si triunfaba la iba a olvidar, o que ella no iba a aguantar. Y si, paso alguna de las tres. ¡Qué mierda!

Me queda de consuelo que no le decía mentiras, que nunca le mentí, que yo luchaba hasta hace poco por ella, que era mi aliento para conseguir plata, para tener posibilidades económicas. Cosas que no me gustan, que detesto, que no anhelo, pero que pensaba un momento en esas vainas materiales pensando en mis padres y en luz dary. Así escribiendo esto me dé cuenta que la plata y la comodidad son necesarias para que nadie te humille, para (irónicamente) ser libre, para morir con dignidad, para ayudarse y ayudar a los demás.

No quise entrar cuando estaba entubada en urgencias en la Policlinica, no la quería ver así, no quería verle el sufrimiento en su rostro, no me gustaba ni siquiera cuando me ofrecía comidita en su casa y mientras me servía cerraba sus ojitos aguantando el dolor.

Yo no sirvo para los hospitales, ni para el sufrimiento. Es como si me doliera estar allí. Es como si me compadeciera de todo el que sufre.

Cuando la pasaron a recuperación pensé en entrar. Me daba susto. ¿Qué le decía? Es más, ahorita mismo, si tengo que enfrentar una situación igual no sé qué decir. Dario y ellas entraron a verla. Yo esperaba desde lejos a que salieran; para ver sus rostros. Luz Mirey era la encargada de llamar a todo el mundo, entonces salió pronto. No entendía su cara.

En la policlínica no dejan entrar a mucha gente, y nosotros éramos siete, y algunos entraban hasta urgencias adentro, Luz solo decía que iba a llevar unos papeles y de una la dejaban pasar sin problemas. Asi me entro hasta ese salon grande lleno de enfermos, lleno de sufrimiento. Dario y la negra venia muy tristes, pero no demasiado tristes, eso me esperanzo. La vi desde lejos, uno conoce a los suyos en cualquier situación, por eso es que las mujeres descubren la infidelidad rápidamente: Instinto familiar. Me le acerque. Ella decía, con la voz cansada y entrecortada, ¡Ay Juan, ahorita casi me muero! ¡Casi me muero! ¡Eso es muy duro, muy duro! ¡Casi me muero Juan, casi! ¡Ahorita!

Los aparatos a los que estaba conectada pitaban repetidamente, desesperadamente. Yo la calmaba. Solo atine a darle besos, a acariciarla, a decirle tranquila, tranquila mi amor, calmese, si tranquila, yo la quiero mucho. Y más besos. No llore. Nunca sentí necesidad de llorar. Tenía piedra. Una rabia exagerada, de verla ahí, con esa cara de haber visto la muerte de frente, de no quererse ir, de que era una pesadilla. Y yo bien realista que soy. ¿Qué digo?, ¿qué le digo? Le di más picos, la acariciaba la frente, la mano. Y le dije: Calmese, tiene que calmarse, porque… (y pensé rápidamente si era bueno decirle eso) vienen más, tiene que pensar qué quiere, porque después del primer infarto vienen los otros. Y me miro con cara de horror. Pero, qué, que quiere hacer? Cálmese, que pase lo que pase ya esta, estamos todos bien, ahorita es usted, ahorita es usted. Le di más picos. Todo esta bien. Y ella me dijo otra vez: Eso es muy duro, muy duro. Y volvía a pitar los aparatejos. Era aterrador. Obviamente más picos. Le dije cosas de la vida, de lo chimba que había sido todo, de lo linda que era ella. No se me ocurrían sino vainas bonitas. Tal vez la veía desesperada, aterrada de irse con todo mal en su vida. Quería decirle que todo fue genial, que seguro, que qué chimba, que la plata si pero que nada de eso valía la pena. Todo bien, todo bien. Y le di más picos. Y me aleje, no quería, me dolía, saque el celular, prendí la cámara mientras veía si alguien me veía hacer este acto tan triste de fotografía por ultima vez vivo a un ser querido. Porque yo sabía que era la última foto, y ella sabía desde hace mucho que yo la iba a tomar. Le dije que sonriera, qué feliz, y saco algo parecido a una sonrisa.







Luego le saque otra foto, desde más lejos para mostrar los malditos aparatos en donde vamos a terminar todos conectados.


Y me mande la mano derecha al pecho, le hice una venia, le dije: Chao miamor… Y levante la mano y le mande un beso. Le di la espalda y no volví a mirar.

Puedo hablar infinidad de vainas de Luz, no me alcanzarían los días, solo digo que en su balcón del barrio San Judas, quedo con un gran vacío. ¡“La coja” va a hacer mucha falta!

Nada más. El resto, las palabras y recuerdos, son alegrías y felicidades, por eso su muerte para mí, es un suceso bonito.

martes, 23 de octubre de 2007

"En busca de choques en estéticas audiovisuales Nº II"

Yo, Juan David Escobar, que tengo como únicas labores: el incomodar, el preguntar y, por supuesto, el meterme en lo que no me importa. Que me da rabia y provoco. Estorbo. Y pienso. Y nada más.

Y tal vez paro. Espero. Aguanto.

Y paro cuando no entiendo. Cuando al otro lado me dicen que se acabo, ¿acabo qué? Para acabar es necesario iniciar.

Porque decirme que no entiendo, que no te entiendo en una discusión en donde estoy metido hasta los tuétanos: en hacer imágenes en movimiento. ¡Qué tal!

Yo no discuto semántica, ni lingüística, ni mis textos contra los tuyos. Ahí siempre pierdo. Yo hago imágenes. Yo no escribo. Hablar desde la posición de críticos, desde la posición de la ilusión, hasta donde alcancen las palabras, hasta donde las habilidades literarias permitan llegar; esos “polvos” metales, son muy fáciles, y muy divertidos y obligatorios. Y yo no quiero eso, a demás ni lo sé hacer.

Para llegar a cualquier entereza hay que ser lo que se es. Enorgullecerse de sus limitaciones. No pensar en la fama, es mejor ser una estrella sin darse cuenta. No hablar, hacer.

Yo propongo una vaina ¿Qué quieres hacer en video? ¿Decime un video clip ideal? Y te lo hago.

¿La plata? ¿Cuánto se tiene? ¿Hay límites con ese detalle, tenemos problemas para ser Simon brand o quien más…U Oscar Azula? …¿el problema es el dinero?

Porque eso también entiendo (o tal vez no) de tus imaginarios, esos sueños son los sueños de una generación (la nuestra) de imaginarnos en otros lados, en colores de otras partes, sacar emociones propias de un video que vi, de una imagen que recuerdo. De las rayas estéticas y vitales que nos provoco crecer viendo a Robocop o Rambo, y al mismo tiempo, la muerte del mejor parcero en vivo y en directo en la esquina de la cuadra. Es un viaje hacia otro lado, menos aquí, menos a un espejo y un ambiente parecido a nosotros mismos.

Eso quiero discutir. Lo otro, ya se discutió, o se lleva años en el mismo punto. Ahora, toca entrar en acción.

Yo por ejemplo, hago todos los días los sueños que tengo en las noches. Los sueños y las pesadillas las vomito en imágenes asépticas, filtradas para que lleguen a la gente. Los límites de mis “artistadas” son los límites míos. Si tengo una cámara de cine y un luminotécnico, y una “chimba”, y una bañera, un tráiler lleno de cosas más, yo hago lo que quieras. Hasta llego a esos sueños tuyos. Lo que te imagines, del color que te imagines. Por ahora me fascinan los sueños míos, los que hago ahora mismo.

No se puede esperar la fama y a la vez la entereza, porque ambas se empujan. Son torpes y enemigas. Una es silencio y la otra algarabía.

Estoy convencido que el mundo está cambiando para nuestros intereses, para darle espacio a nuestra ideas, a nuestras imágenes y ritmos. Los astros están a punto de confluir. No sé cuando, tal vez en unos años, en una década. Tal vez sea nuestros nietos (¿nietos?) los que entiendan y respeten nuestros trabajos. Tal vez MTV los pase como especial de la semana. Lo que pasa, es que por ahora, no pasa nada, no tenemos respuesta instantánea. Y eso desespera.

Entonces, comenzamos a acomodarnos, a acomodar nuestras palabras, a ofender a los enemigos y a la vez tratándolos de convencer, a soñar con los flashes siendo una banda de culto. A olvidar los vómitos de quienes les hacen el video, les ponen imágenes a sus videos. Tal vez (y hablo por mí, y no por Punto Link) que vamos por rumbos diferentes, queriendo ver otros horizontes. Imaginándonos cosas opuestas. O las mismas, pero añorando diferentes triunfos.

Eso no es ni malo ni bueno, ni contradictorio. Me gusta, lo necesito. Pero me da rabia que venga de Juan Suarez, en donde la acción ha estado algo escasa, y muchas veces con falta de asistencia.

martes, 16 de octubre de 2007

Hay cosas que no entiendo.

Hablando de política y arte.

Esta semana el político Luis Pérez Gutiérrez, conocido en toda la ciudad como Lupe, ofreció (sin estar presente) un espectáculo humorístico. Yo insisto, los políticos son muy chistosos, llegan muchas veces hasta el ridículo. Pero hay trabajos que alguien los tiene que hacer, y ellos, supongo, lo hacen con lujos de detalles.

El señor estaba invitado al programa de tv Mesa de Noche, que transmiten el canal caracol en la madrugada. La invitación incluía: silla, vaso con agua, tiempo y debate con su más próximo contendor: Alonso Salazar. La dinámica del programa consistía en un cara a cara, y una que otra pregunta de Jorgito y del otro señor que parece dormido.

¡Y éste man no va! Ya había quedado mal al programa una vez, y a la ciudad de Medellín, muchas veces. No sé porque me sorprendo. Este tipo de personas siempre evitan hablar con alguien que los confronte, con alguien con un poquito de cerebro. Es miedo. Fisico miedo.

Jorge Alfredo V. arranca el programa explicando, y se le veía la piedra, porque la silla de Luis Pérez estaba vacía. Y la cosa estaba tan chistosa que le hacían plano medio a la silla vacía, y sacaban las cartas que Lupe había mandado. La primera carta era para comunicarle a la producción y al canal, qué gracias, pero que no puede ir, que tiene una manifestación popular, y que el pueblo llama. Y Alonso Salazar ya preparando sus argumentos a 2600 metros más cerca de las estrellas (argumentos que a veces son muy pobres). Cuenta Jorgito que hablo con lupe por celu, y le dijo que como así que no puede? que ellos, Jorge y Luis, habían quedado en una hora y día para grabar el programa. Lupe dice que lo va a pensar.

Ya en la tarde, la maquinaria de todos con Luis Pérez se enteran que van a grabar el programa de todas formas. Y llega la segunda carta al programa. Que decía en resumidas cuentas, que a ellos, a los lupistas, les parecía el colmo que excluyeran al candidato líder en encuestas por petición de su rival. ¿Qué cómo hacia un canal tan serio para prestarse a un juego tan sucio?

No da sino risa. Es humor puro: La contradicción y el cinismo.

Y claro, lo volvieron a llamar, y sorprendido dijo, que como así? que no habían quedado que a él lo graban a través del microondas?

Pues nada, la producción decidió grabar sin su esbelta figura. Silla vacía y oportunidad para que luciera el otro candidato.

Hay una raza de gente que no le da pena nada. Que no tienen vergüenza. Ofenden y golpean e inmediatamente desaparecen. Lupe lo hace de un día para otro, y otros que conozco, lo hacen por meses, e incluso años. Son de lo peor.

jueves, 11 de octubre de 2007

En busca de choques en estéticas audiovisuales

Un manifiesto de Aviones

http://www.myspace.com/aviones

Radiohead dice "Comerciales para televisión". Esto implica un producto, un medio de difusión, un mercado, inevitablemente un consumidor.

Pero ¿qué pasa con las bandas, músicos, que no cuentan con un mercado? ¿cuál es el objetivo que tienen (tenemos) para hacer un videoclip? Esta claro que no es la difusión. No alcanzamos un mayor número de seguidores, fans, padrinos, dolientes, seguidores con este medio. No hay una mayor comercialización de nuestra música. En ciudades como la nuestra (Medellín), destinos intermedios, no se consume rock local, es más, dudo que esa palabra exista en nuestro vocabulario. Hay un solo canal con un solo programa en donde pasan rock local, videos locales. Y en su mayor día de sintonía contó con 5.000 espectadores (eso dicen las malas lenguas). Y bueno contando con la densa población de bandas de nuestra ciudad, este programa, que ahora es de 2 horas a la semana, no da abasto. Esto sin contar con lo demás, el testeo y prueba de calidad, contenido y gusto (si es que se puede llamar así) que es el tamiz de cualquier programa.

Aunque también se puede aspirar a MTV. Mentiras nuestros presupuestos aun no alcanzan el color MTV. Videos limpios, relucientes y asépticos, parecen salidos de hospitales de desinfección audiovisual. Como tiene que ser, imágenes limpias para un mensaje limpio. Y no reconocer que esa imagen es seductora es no reconocer nuestra pobreza. Sé de antemano que ese color es el objetivo. Lo digo mirando los videos de Aviones que son sucios y en la comparación terminan siempre perdiendo. Tal vez el problema del videoclip en Colombia se reduzca al problema del cine en Colombia y es que esta lleno de buenas intenciones. No todos tenemos a Simón Brand o a Oscar Azula o a los creativos de RCN al frente de nuestros proyectos audiovisuales. Tal vez estemos acostumbrados a pensar que lo que hacemos es lo mejor que podemos hacer y que todos nuestros errores técnicos son previsibles y perdonables. Aunque no quedo satisfecho ya que estaría condenando nuestros deseos a la mediocridad de ser una ciudad de destino intermedio. Ideas pequeñas producidas por gente pequeña para gente pequeña de un país que no importa. Y no, esto tampoco es cierto. Lo que queda claro, indiscutiblemente, es que el color MTV es el que pega (aunque si podemos discutir sobre la música, pero esto es otra cosa). También podemos acusarnos de esteticismos tontos, artistadas en el mejor de los casos, que no siempre terminan en un buen lugar.

De nuevo. Me encanta Nick Cave y sus videos hacen que me guste más. Nunca he visto un video de Nick Cave en televisión, ergo sus videos no son comerciales para televisión, o si lo son, Nick Cave tiene un muy mal publicista. Ni siquiera en programas de video de carácter cultural. Dudo que Santiago sepa quien es. Juliana Mejía dice que puede ser que Nick Cave tiene un público objetivo bien cerrado. Esto en el mejor de los casos (o simplemente es otra opción, dice). Es que Nick Cave es el ejemplo perfecto. Caminando por un centro comercial de mi ciudad en donde venden videos piratas (si, es América Latina, todo se piratea) encontré un recopilatorio de sus videos en dvd y me lo compré. Fue la única forma de ver (ahora es más fácil vía youtube) Into My Arms (poesía audiovisual en blanco y negro), Henry Lee (fondo verde chroma, aparece totalmente hermosa PJ Harvey y uno lo siente en el aire), (Are You) The One That I've Been Waiting For? (la luz, el color y Blixa Bargeld cruzado de brazos al fondo a la izquierda), Stagger Lee (ya quisiera uno un escenario así), Love Letter (y no hay nada más que decir). Tal vez fueron los videos de Nick Cave los que me ayudaron a encontrar la respuesta.

Sí. En nuestras condiciones nuestros videos deben ser preciosas obras de arte directamente relacionadas con la música. Si no tenemos un público, ni una disquera, ni ningún compromiso más allá de nuestro hacer, los videos que produzcamos no tienen un fin comercial sino artístico. Sí, es cierto que aparecer en MTV seria fantástico, pero no sé a que horas podría ser visible en su programación "Quedarme atrás", nuestro último video, ¿a las 3:00am? y ¿para qué? ¿Para decir que nos están rotando en MTV? no vale la pena. No voy a decir que no al mercado, que eso es venderse, que no traicionaría mis principios. Pero ya quisiera uno, llegado el momento, tener la entereza de Café Tacuva. Eso es todo.

Si los videos son comerciales para televisión, los de Aviones son muy malos o nuestro publicista es un fraude. Simplemente hemos permitido que pongan imágenes a nuestros sonidos. Eso es todo.

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Leí el texto, y me dieron ganas de vomitar, sentí como asco. Y comencé a pensar en varias frases de un libro que estoy queriendo cada día más, y que ahora, hacen parte de mis gritos de batalla, esas líneas que me repito antes de hablar, o de darle Rec a una cámara, o en la mañana cuando mi pie toca el piso frio, o cuando no tengo fuerzas suficientes para dar el próximo paso:

“ya somos todo aquello contra lo que luchamos a los veinte” (José Emilio Pacheco).

“Me doy cuenta de que estoy empezando a olvidar lo que sentía cuando era más joven” (Douglas coupland)

“Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lagrimas en la lluvia” (Roy Batty)

“Los sueños que no se adaptan a las circunstancias no son sueños, se llaman anuncios” (Ray loriga)

Tal vez la rabia sea la típica respuesta de un niño. Y sí, lo es. Lo es.

Le escribo a Jorge Serna por el chat, que qué tal, ese man lleno de rabia!!

Y Jorge me responde:

r/ Jorge: Me parece (demasiado) honesto. Y no tiene (mucha) mala fe. *

*no son las líneas exactas, se me borro el chat. Porque en Latinoamérica además de piratear se cae el internet. Pero esa es la esencia de la respuesta.

Después de la rabia y la pataleta, viene la risa. Es que los señores que me enseñaron a querer y emocionarme, los que hablaban de la estética callejera y punkera, y etc, etc y largos etc´s: Juan Suarez y Jorge Serna, ahora opinen firmemente desde la otra orilla (muy en la otra orilla). Bueno, simplemente, ya crecieron. A claro que Jorge no piensa como Juan, Jorge esta como en el centro conteniendo de ambas (Jorge sabe que me gusta su mirada); pero que están en la otra orilla, están. Y en este mundo se necesita gente adulta, como ellos, y gente joven, como yo. Un equilibrio. Lo que llaman ser profesionales.

Ahora, sentémonos a esperar los dólares y la fama (el orden de los factores no altera el resultado).

Pero me gusta, me gusta que piensen así.

Otra cosa:

Supongo que alguien alzo la voz proclamando el fin del mundo y el encuentro del cielo en una pieza musical o en un video por allá en los incipientes y no muy prometedores inicios de mtv, en eso años ochentas tan detestables y mañes, pero también bellamente románticos.

Cada segundo tiene una belleza momentánea, una belleza más parecida a una mentira venida de residuos que nos ha dejado esta generación que busca ver un aviso electrónico la hora y olvidarse de su mundo, o “leer” una revista para hombres, para no ver su propio sexo. La idea es buscar a Dios en otro lado, en los misterios de lo aséptico y no en la limpieza de la mugre. No fuimos capaces de halar el gatillo pero cada segundo nos drogamos con cielos y bellezas. Queremos olvidar el aire que respiramos y el color de nuestro ambiente. Tantos esfuerzos para crear mundos ridículos, imágenes “Fantásticamente bellas”, cosas irreales…

Tal vez suene, y Juan lo dice, a creer y aferrarse ( y acostumbrase) a los errores, y así convertirlos en estéticas perdonables. Tal vez sí, pero ese es nuestro horizonte. Si no lo crees, ¿dime que ves cuando te montas en el transporte, cuando miras y no te has puesto el walkman? ¿Qué ves cuando te toca esperar en una acera mientras mengua la lluvia? ¿Qué ves cuando no encuentras taxi y te toca buscarlo en otra calle distinta a la tuya?

Cada ser humano se compara con otro, con alguien de otro lado. Discute y envidia a ese que con quien no puede dialogar. Cree en otro, y lo convierte en el salvador, y ese otro, busca hacia acá, hacia un lugar que no conoce, donde gente pequeña que ve el mundo desde abajo. Inversiones de sueños, buscamos complementos odiándonos a nosotros mismos. Tal vez esta sea un sentido de la globalización y la modernidad.

viernes, 5 de octubre de 2007

Una escena típica

Bajaba para el metro. El niño que iba delante de mí llevaba un morral transparente, con una sombrilla en su interior. Pero supongo que iba lleno con muchas cosas más, pero yo, ni mi cámara, alcanzamos a ver nada.

domingo, 30 de septiembre de 2007

La Revolución, La Contra, El Revés, La Otra Forma. Nº2 Versión WORD

Imaginemonos que la vida es Word (editor de texto de microsoft), y en consecuencia Bill Gates sería nuestro Dios, y que todo su entorno, la apariencia, son los condimentos para vivir nuestra vida. Vida que vamos escribiendo, avanzando, trazando con palabras en una hoja configuradas según gustos de cada usuario; pero obligados a vivir en palabras.

Entonces, ¿qué nos quedaría para hacer la revolución, cómo haríamos para vivir de otra forma, darle a la contravía en nuestra vida?

¡Pues escribiendo como no se puede! Word no te deja escribir, o más bien te corrige, cuando escribes linux o firefox, o todos esos diablos enemigos de nuestro Dios.
Entonces habria que aprender a vivir, a escribir con letras prohibidas, y que no se noten mucho, que no incomoden. No escribir linux linux linux linux linux linux...y asi infinitamente... Nadie entendería tu vida. Hay que combinar linux y windows, tarjeta de crédito y p2p, música libre y paper view.

Y si ves bien, las letras prohibidas embellecen la pagina, resaltan pequeños fragmentos. Son luces en la oscuridad. La suciedad en la limpieza. La revolución en cualquier cosa.

viernes, 28 de septiembre de 2007

La pared del canalla. Hoy: Árboles.

En mí ciudad, en Medellín, que es donde vivo, donde sufro y existo, donde antes se decía una cosa. Ahora, existen diferentes formas de comunicarse, afortunadamente.
Una de esas formas, son sus paredes. La pared del canalla, grita el dicho. Estamos invadidos de rayas, de manchones políticos o de amor, o de ambas. Luego les cuento que es lo que miro, que grafitis me interesan. Por ahora vamos con los arboles.


Mensaje 1. ÁRBOL Y VENTANA (cerca a las torres del bombona). Un árbol te dice que mires la frase. Una frase que te hace frenar, y si quieres, leer, y si te da la gana, pensar.




Mensaje 2. ÁRBOL QUE PROHIBE (por prado centro, cerca a la clínica que lleva el nombre del barrio).
Un árbol que prohíbe. Un árbol al que nadie le paran bolas.



Mensaje 3. ÁRBOL QUE DISCUTE. (por la calle Barranquilla, cerca a Policlinica)

Unos árboles que se van a llevar y mientras se van discuten entre ellos mismo, sin nisiquiera saberlo. ¡La maldita política!

miércoles, 19 de septiembre de 2007

La Revolución, La Contra, El Revés, La Otra Forma. Nº1 Versión Calle

Analogía de la revolución, vista desde un transeúnte.

Ser revolucionario es caminar en contravía, es bajar cuando todos suben, o subir cuando todos bajan, o ir cuando ellos vienen. Uno camina marcando una línea imaginaria, uno zigzaguea en medio del tumulto, hay una técnica para bajar, o subir, o ir en contra, porque uno estorba. La gente te mira, le da rabia que los obligues a moverse de su línea imaginaria, de su ya marcado camino, que recorre con el mismo afán de todos los días.

La revolución es ver todas las cabezas que suben, verlas moverse hacia , y empujarlas, y ganarse a mucho esfuerzo ese camino, el no perder la velocidad, pero tampoco ir a la velocidad de los otros. El revolucionario camina y observa, para aprender como se sube, como se debe hacer, para luego, intentar otra dirección, ¡qué tal una diagonal, que tal cambiarse de acera!

Cuando uno es revolucionario, cuando uno camina en contravía todo es más complejo, pero es (más) satisfactorio. Si ves bien, si paras bolas, si haces el ejercicio de bajar cuando todos suben (recomiendo hacerlo en hora pico y en zona céntrica), notaras que te miran, que obligas a cambiar de ruta al otro, que te haces notar (esto para los egocéntricos), que te encontraras con algún conocido, porque lo ves, porque alcanzas a verle la cara (subiendo o yendo por el mismo camino, uno nunca ve hacia el lado, le da pereza ver lo mismo, le da pereza mirar por el rabillo), y a veces, le acuerdas a otro que él no iba para arriba, que él debería de ir hacia abajo, que esta equivocado o simplemente se le olvido algo.

viernes, 14 de septiembre de 2007

Reconocimiento al personal del programa INTERAULAS

Estábamos haciendo la investigación para el capitulo fuego. Para el programa Interaulas. Se nos ocurrió la grandiosa idea de contar las clases de soldadura, de esas con que soldán los pupitres de la escuela, de esas con la que sellan grandes cosas, tanques. Eran 3 en resumidas cuentas. Eso eran lo que le dijeron por teléfono a Gabriel.
Estábamos evitado hablar de una soldadura, de una noticia, de un premio. Queremos historias eternas, ideas que valgan la pena, que no se mueran. El nombre de Jorge Giraldo, profesor de soldadura, de mecánica, quien era la fuente del articulo de la soldadura para submarinos que salio en UN periódico, y era el profe que posiblemente nos ayudaría. La razón que nos daban de él eran: muy canson, es difícil trabajar con él... ¡Y nos cuentan la historia del articulo! Lo difícil que había sido. Era la versión de comunicaciones. Al final Patricia Vargas sabe que tratamos de no hacerle caso, no para llevarle la contraria, sino para existir, para tener productos distintos.
Nos decidimos por esa nota: Soldaduras.
La entrevista salio bien, apesar de un intento de boicot en el inicio. Le estábamos explicando, idiotas nosotros, que íbamos a entrar con la cámara prendida desde afuera de la U para mostrar donde queda su oficina y tal. Él alcanzo a decir que los medios eran así, que qué complique, qué , qué.
Después, hasta poeta y nostálgico salio. Un vacan , un teso, un romántico. Cito a Wilde y hablo de Londres y sus lamparas amarillas, y la nostalgia de todo eso que no me alcanzo a imaginar. Hasta tenia nostalgia porque ya el destripador con la llegada de la luz se le acabara el negocio. ¿o era una vaina literaria lo que dijo? No sé. Me confundo.
La nota la edito Anita. Quedo chévere. Muy caliente los planos, y lo técnico estaba bien contado. Apurado, pero bien.
Después volvimos a saber del profe porque fuimos a llevarle el DVD, y para invitarlo al programa de radio. Guardo el dvd, dijo que no muchachos, que el se iba apartar de los medios, que delegaba a su asistente, quien había participado en la nota,para que fuera a la otra cosa... El asistente nos dijo que el profe estaba... que le extrañaba la respuesta, que de pronto ya con tanto conocimiento y, "es que se van encerrando" concluyo. Y acepto de una la invitación. Hasta del sindicato salio, por allá un día lo ví pitando y rojo de gritarle al mundo que era injusto todo.
Eso fue lo ultimo del profe con nosotros, hasta esta carta que nos llevo el 2 de agosto. Se la entrego a Gabriel. Cuenta el mismo Gabriel, que el profe estaba como apenado, como que le dolía. Por supuesto, que antes de la carta tejimos muchas teorías al respecto del profe Jorge, porque en la Nacional, en la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín; porque la universidad es están rígida y protocolaria que el nombre hay que decirlo completo. Dijimos: así son los ingenieros. Y seguimos con el programa.
********

Medellín, agosto 2 de 2007

Señores

UNIMEDIOS - PROGRAMA INTERAULAS

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

Sede Medellín

Asunto: Reconocimiento al personal del programa INTERAULAS.

“…Si le ha arrebatado la tabla de salvación a un hombre

Que se está ahogando, debo devolvérsela aunque yo mismo me

Ahogue. […] aquel que en un caso así salvara su vida, la perdería.”

Henry David Thoreau

Soy de naturaleza flemática: lento hasta la desesperación sobre todo para darme cuenta de los errores en mi conducta. Unos cuantos días atrás, tuve la oportunidad de apreciar la remisión del programa completo relacionado con el fuego que produjo el personal de Unimedios hace un par de meses, y considerando que yo fui uno de los participantes a hablar sobre este tema, por demás interesante y hermoso, quería –y no podía quedarme sin- manifestarles por escrito mis sentimientos sobre el mismo. Me impresionó gratamente el dinamismo del ritmo en la expresión: desde la veloz ubicación inicial del espectador en el espacio universitario del entrevistado logrado por las características de la cámara rápida, pasando por una presentación mucho más pausada que combina las imágenes con los diálogos para transmitir las ideas centrales, hasta casi detenerse en el tiempo con la transmisión de textos escritos extraídos de las conversaciones con los participantes; todo esto, además, acompañando por un fondo musical seleccionado acertadamente, casi en letra y melodía, para que armonice con las imágenes y los textos orales y escritos. La jovialidad derivada de dicho estilo y organización de materiales captan la atención continua del televidente y evitan que lleguen a aburrirse viendo el programa. Respecto al tratamiento del tema debo decir, en primera instancia, que es plural ya que recoge el pensamiento que tienen sobre el fuego los integrantes de las diversas capas de la sociedad universitaria: los bomberos de la brigada de emergencia, el mecánico del taller de mantenimiento, los laboratoristas de fundición y soldadura, la médica de bienestar universitario, los profesores, la auxiliar de cocina; y aunque ellos nunca se hablaron durante la filmación –y tal vez ni se han visto nunca en el pasado-, pareciera que, después de la edición, se estableciera una verdadera discusión entre los participantes que sin duda alguna enriquece los alcancen los alcances del contenido. Por otro lado, considero que el programa no se conforma con mostrar una única superficie sobre el fuego, sino que intenta profundizar con pinceladas de la dimensión humana de los entrevistados y de sus pensamientos no solo técnicos, sino también éticos y estéticos, y esto transforma un poco la visión que tenemos de nuestros compañeros, nos acerca. Este pluralismo y profundidad (no en el plano técnico ya que el lenguaje empleado es sencillo y accesible a todo público) en el tratamiento del fuego se corresponde fielmente con el espíritu universitario y alcanza una unidad cerrada con la forma (estilo y organización de materiales) de la que se derivan la coherencia interna del programa y eficacia en la comunicación de las ideas y sentimientos, los cuales, complementados con esa atmósfera de una Universidad nocturna alumbrada por antorchas encendidas y el tono de voz del conductor, le confiere cierto magnetismo que explica el que uno no quiera perderse lo que va a pasar después. Me agradó y quedé satisfecho.

Mis escasa relaciones anteriores con los medios masivos de comunicación podría calificarlas como desafortunadas y, en particular, una muy reciente e insatisfactoria que viví entre marzo y junio de este año con el periódico de la Universidad, no cumplió con las expectativas –al menos con las mías- que se trataron de alcanzar en el proceso de elaboración del articulo debido a que, a mí modo de ver imperó la prisa editorial sobre la calidad (“¡Ah prisa maldita, apresurarse con tal agilidad a sabanas incestuosas!”- Hamlet).

Animado por este espíritu de aversión y desconfianza, cuando vi por vez primera el programa sobre el fuego, que ya estaba más allá de la mitad de su emisión, y escuche la explicación del fuego en la parte correspondiente al laboratorio de soldadura (del que soy director) asumí, infortunadamente, que los productores solo habían incluido la parte técnica de entre todo el diverso material d filmación y apagué el televisor poseído por una frustración y enojo fantasiosos. Nunca más quise saber nada del programa, tiré con displicencia la copia del CD que de manera tan cordial me había enviado Gabriel Jaime Mazo y me fijé la rígida de jamás volver a sostener relaciones con ningún medio de comunicación interno o externo… ¡Qué prevención ¡Qué descortesía en mi comportamiento y qué falta de espíritu universitarios! Al negarme a vero por completo el programa antes de adoptar una posición (que en mi caso solo se baso en una observación fragmentaria) omití uno de los preceptos de la racionalidad: ponerse en el lugar del otro, entender con plenitud su argumentación y su punto de vista; para agravar el asunto tampoco cumplí dos premisas del escepticismo: el afán de indagación y el aplazamiento del juicio. ¡¿Y qué significa estos sino atentar contra la integridad del espíritu universitario para el que la racionalidad y el escepticismo representan algunos de sus elementos sustanciales?! En todo caso cuando contraste mis sentimientos finales del programa sobre el fuego con mi comportamiento anterior, se resquebrajo el islote de mi ética debajo de mis pies y me hundí sin remedio en el mar de la injusticia que yo mismo anegué en contra de un trabajo periodístico serio y profesional. Por eso , es un intento de recuperar un tanto de soporte moral para mi quehacer futuro y exhibir por lo menos algo de consecuencia entre mi pensamiento y mi conducta, admito ante ustedes tardíamente mis errores y les agradezco su valiosa labor que resulto en el programa del fuego. Dicho en otras palabras, y aprovechando de las expresadas por Thoreau en su memorable ensayo sobre la desobediencia civil, les devuelvo la tabla de salvación que antes les arrebate como una manera de ofrecerles a todos, sin excepción, las más sentidas disculpas por mi severa injusticia.

JORGE ENRIQUE GIRALDO B.

Director del Grupo de Soldadura


miércoles, 12 de septiembre de 2007

Muerte de Julián a manos de un SkindHead

En Bogotá mataron a un joven. Lo ví en las noticias. Era Julián, así se llamaba y era Hard corero, guitarrista de una banda, para ser exactos. Lo mato un skind head. Igualito que en la película Diario de un skind head (Director. Tristán Ulloa), que reza en su inicio:
"
Locutor: Esta es una historia real, de un periodista que armado con su cámara se convirtió en un cabeza rapada. Un hombre que arriesgo su vida para contar la verdad... Personaje: yo he sido un Skin head, un cabeza rapada. He odiado a los negros, a los árabes, a los mendigos, a los travestis, a los judíos. Yo he luchado por la causa y defendido a mis camaradas. Y todavía hay noches en las que siento la rabia en la boca del estomago".


Y después viene una escena de una muerte de una árabe, de un hincha que solo iba para fútbol. Me imagino que esa escena es muy parecida a lo que le paso a joven bogotano, quien iba para su casa después de un concierto.



El agresor es un pelao de 17 años, a quien le dicen "el Chiguiro", que para más de malas (y se la merece), al día siguiente del crimen cumplió 18 años, la mayoría de edad. Se le va a ir honda.

La policía busca a otros dos presuntos (me encanta esa palabra) implicados en el hecho, que se hacen llamar 'El oso' y 'El iguano'.

Eso de los Skin head, a demas de ser muy ridiculos, porque no ven en que país nacieron, no saben que sangre llevan, que los rodea. Colombia es todo, menos un lugar correcto para skin head. No tiene sentido. Pero como estamos hablando de una cultura o tribu urbana, que a mí me parecen más a un pequeño ejercito de locos. Recordando la peli, donde muestran a los skines como unos jovenes hasta inteligentes, hasta la vida les bendice con dinero y comodidad. Pero, uno como joven lo que necesita es una justificación para lanzar toda esa energía, para otros es el fútbol o la revolución, para estos tipos medio locos y vestidos de forma ridícula, es una ideología. Hay se encuentra el lio. Y sobre todo cuando en eso grupos hay también diferencias y grupos con ideas distintas. Hasta se matan entre ellos. Muy parecido, en convivencia, reglas, comportamiento y final de sus vidas, a los grupos paramilitares.

El grupo de skin que ataco al joven peludo son los 'Sharp' ('Skin Heads Against Racial Predjuice'). Ya se disculparon, y dieron los datos de los agresores. ¿De que sirve ya? Pues, para que no pase más. Para que no se presenta la escena de discriminacion a estos mancitos por tener la cabeza rapada y llevar tirantes. Sería caer en el mismo jueguito; para esa gracia se les mata, se les extermina. ¿No? Si ese es su juego que ellos juegan. Si es lo contrario, que se pongan serios, que piensen donde están y que hacen vestidos así. Que peleen con otros que quieran pelear, eso no le hace daño a nadie. Y si no son violentos, que no lo sean. Punto.

Stencil´s que encontré en mí ciudad, en sus paredes. La del yoyo esta por las Torres del Bombona. La del escudo skin Medellín, esta subiendo hacia el guanabano desde El Palo.

domingo, 9 de septiembre de 2007

Feria del Libro, Medellín 2007. El Contrasueño.

Leí en la programación que la feria seria inaugurada el 7 de septiembre, ese día lanzarían una segunda edición de un libro que quiero mucho, que me marco. Tal vez no me cambio, pero me giro hacia otro lado, me sensibilizo.

El libro es El Contrasueño, historias de la vida desechable. Escrito por Carlos Sánchez Ocampo, un escritor antioqueño, egresado de comunicación social de la universidad de Antioquia. Una man que decidió no pasar por una sala de redacción, porque él consideraba que no tenía nada que hacer allí, que todo sucede fuera, en la calle. Entonces, echo a andar con su mochila. Primero la ciudad, y luego Latinoamérica, o al contrario. Cuando termino, si se puede decir que uno termina de andar, decidió que su tesis seria un libro, un libro de la vida desechable, de las historias de los que no tienen nada, ni alma.

El resto de historia lo cuenta el prologo y las mismas historias que están en el libro. Para mí desde ese día Carlos Sánchez es un héroe, quien hizo lo que hemos pensado y querido hacer muchos de los que contamos historias: Tirarse a la calle y volverse paisaje.

En fin, fui por el libro, no a comprarlo porque no tenía plata, sino para ver que caratula tenia, y por si las moscas, que el autor, carlos, estuviese allí. Y Sucedieron las dos cosas.

El lanzamiento era humilde, los libros venían en una caja de cartón sin marcar, el señor que hizo a tola o a maruja, no recuerdo bien, pero es el que hace cultura y no el que trabajo en francotiradores. Ese señor fue el responsable de la reedición, convenció a Carlos de hacerlo. Sigo, la ceremonia muy sencilla. Hablo el profe Juan José Hoyos, que parecía aburrido, y que dijo lo mismo que escribió en el prologo de la primera edición. Luego, Carlos se subió, les agradeció a los que tenía que agradecer y se sentó a leer. Me leyó tres capítulos del libro a mí y, a todo el auditorio Restrepo del Jardín botánico de Medellín, que estaba no estaba a medio llenar. Un capitulo era inédito, nuevo, y los otros dos los recordaba. La verdad saboreé la lectura, sentí lo mismo que viví cuando lo leí por primera vez, fue muy vacano.

Se termino el acto, ofrecieron vino. No quise, hoy aborrezco el vino, siento el olor y me dan nauseas, cosa que no me pasaba en la adolescencia.

Espere un rato a que Carlos Sánchez estuviese desocupado para irlo a saludar. Me acerque, lo sentí muy ido, muy apresurado. Desde el inicio de la ceremonia se le notaba lo incomodo. Me saludo sin mírame, no creo que me haya visto a los ojos, esos ojos que llevaban una intensidad de agradecimiento tan fuerte, que le querían decir qué gracias por esas historias, que gracias por ese monologo del que muere en la calle, que gracias por esa calle que está en su libro que es la misma que yo veo todos los días. Y lo hice, muy rápido creo, también creo que se me entrecorto la voz cuando dije monologo, pero eso no importo mucho porque Carlos solo me dijo, en plural sabiendo que estaba sólo: “gracias a ustedes por venir” y se fue, se fue a saludar gente importante.

Lo mire irse, y pensé en la vida toda, en los mitos que se derrumban, en que los autores no somos nada al lado de las obras. Porque casi siempre, el autor es una farsa, o más bien es que uno como lector piensa en el autor como un ídolo, como en una persona con quien se podría sentarse a hablar horas y horas. Uno ve a los autores como amigos.

Carlos Sánchez, felizmente es feliz o debe serlo, y debe también tener trabajo, y todo lo que se merece. Pero hasta hoy fue mi ídolo, hasta hoy que se convierte en un hombre más. Porque alguien que escribe sobre desamparados, sobre olvidados, y que le importe más saludar a un señor importante que aun joven que transpira su literatura, es literalmente, una persona poco interesante. Lo que no quiere decir que deje de ser una persona importante.

Deje de lado dos tesis probables sobre el comportamiento del autor, y que hay que decir, no cambiarían en nada mi apreciación de esa noche. La primera que no estaba en su día. La segunda que estaba drogado.







Esta es la portada de la primera edición del libro. Cabe aclarar que el libro me lo presto la madre de Camila Sepulveda. Y como ven, aun lo tengo. Camila te ofrezco disculpas, pero me enamore del libro. ¡Qué pena! Te agradezco en el alma.


Adiciono el capitulo que más me gusta del libro. Un capitulo que habla de la muerte y que a mi medio fuerzas para seguir viviendo. Y hoy que lo releo, la verdad, no entiendo el por qué.


MONÓLOGO DEL QUE MUERE EN LA CALLE

“¿Recuerdas las cosas con sentido?”

De la película Nacido el 4 de Julio

La calle ha ido perdiendo colores como cuando se aproxima la noche.

Estoy sentado en mi trozo de acera enfrentado a la muerte y a sus aterradores poderes, pero no tengo miedo.

Resisto solo, desgajado de todo afecto que no sea el ramalazo de compasión de algún transeúnte. Resisto agarrado a mi piel que es bandera contra el desahucio. Piel mía, girón de piel, hermanita…

¿Qué hora será? Es raro que me interese por el tiempo. No lo necesito para nada. Yo no vivo con los días jueves o viernes, ni sobre ellos, ni por ellos. El tiempo ya no me interesa para nada. Lo que siento importante para mí son estos dos palmos de acera donde defiendo mi vida.

No me interesan las promesas. ¿Qué sería de uno si le da por atender a todas las promesas? Pronto se quedaría sin propósitos. El más allá, cielo o infierno, tampoco me preocupan.

No puedo descuidarme un solo instante. Puede reventar mi piel hinchada, atosigada de líquidos. A veces siento que estoy quedando sin alma y sin piel. Sin embargo, piel mía, hermanita, ahí sigues defendiéndome, colgada a los huesos de mi voluntad.

Mi esqueleto visto desde afuera debe parecer un chamizo cargado de trapos… Un espinazo.

Como en una confesión definitiva me he despojado de todo deseo, de todo esfuerzo y de todo habito. Veo a la muerte apelmazada alrededor de mi cuerpo, cercándome como un animal de presa.

Muchas veces la muerte ha avanzado sobre mí. En su primer lance yo tenía trece años. Desde entonces, año por año, nos hemos enfrentado.

Escapé siempre. Para mí la brecha entre vivir y morir es demasiado grande. Nadie cree que pueda resultar difícil morir. Ni yo mismo que tengo muerte por dentro.

… Yo no tengo muerte por dentro, sólo tengo muerte por fuera y ya estoy acostumbrado a verla apelmazada junto a mí, haciendo grumos que sólo esperan borronarlo todo.

La vida la he ido perdiendo a manotazos. No lentamente por el hábito de los años, sino en trozos arrebatados al descuido de una puñalada, de un balazo o de un garrotazo.

Conozco gente que dice que estoy vivo de pura idea, de puras ganas, y es cierto. Otros no alcanzan a comprender si mi obstinación para seguir vivo es muestra de amor, de resignación o de ignorancia. Alguno ha recordado, viéndome, la historia, en un poema, de un hombre que estuvo trece veces por entrar a la muerte, pero volvía de puro acostumbrado.

Sobre la acera donde estoy tumbado, la acera que es mi línea de horizonte, todo se ha vuelto distante.

…¿Qué palabras mantienen interés para mí? Ninguna. He empezado a perder no sólo el habla, sino también sus palabras. Tengo la mirada recta, fundida, nadie entre en ella, nada la quiebra.

También he perdido la gracia de soñar como si toda mi vida fuera un paraíso y no esta obra enferma.

Mientras las moscas lamen mis llagas, saciándose, escucho las voces de mis amigos acompañando, azuzando la muerte contra mí…

He nacido en un lugar donde los hombres muy pronto, en la adolescencia, se hacen dueños de inmensas cicatrices que testifican su osadía. Allí mis muertes se convirtieron en espectáculo muchas veces.

Ahora vivo en lugares más duros. Entre grupos de hombres y mujeres donde saludar con ternura puede ser visto como una debilidad.

Aquí prolifera en los rostros un gesto cerril. Muchos tienen la cara cuadrada de tanta intolerancia que albergan. Una mirada errante, una palabra suelta pueden desviar toda una vida.

Entre gente así. Entre las hordas nómadas del centro de la ciudad, desposeídos de todo menos de sus cuerpos borrachos, como yo, oigo que dicen, apiadados, como solicitando una ambulancia “¡Quien fuera capaz de matarlo!”

… Otros, los más duros, hablan de los castigos de Dios o sugieren en una forma que yo comprendo meno, que me mate yo mismo. Nadie ha preguntado por mi deseo, que es único. Tengo mi cerebro enrojecido de tanto emitirlo: quiero vivir. Quiero vivir. No me interesa mi cuerpo lacerado, impedido.

… Mis ojos deben haberse secado porque sólo mirar por entre los parpados abotagados, recargados de vigilia, me cuesta un gran esfuerzo. Las cosas crecen mientras las estoy mirando, como si se me arrojaran encima, entonces no puedo verlas.

Pero no importa. No maldigo, tampoco odio. Sé que un porta ha dicho: ”¿Será que el sentido de la vida está en buscarle sentido?” Y yo ya encontré el mío. ¿Por qué no voy a tener derecho a él?

Oigo que dicen que ya no tengo oportunidades. Miran mis miembros hinchados por la acumulación de líquidos en los tejidos de la piel. Intentan recoger las palabras que dejo caer pesadamente, entrecortadas por siseos y ronquidos que yo no logro manejar…

A veces creen que sufro mucho y me consideran un santo. Entonces hacen grandes esfuerzos por cosechar perdón de mis pústulas. Cuando se alejan siempre repiten, creyendo que no los escucho “Se va a morir, se va a morir”

Pero hace poco vino uno de aquí. Un gamín de veinticinco o treinta años, un atrevido de verdad que cree en el poder de los muertos y me dijo “Ñero, ñero, cuando se muera venga por mí”. Intente míralo, reconocerlo, pero no con la intención de volver por él, sino porque jamás he compartido el suicidio y su petición me lo parecía.

…Le dije que sí para evitarle el dolor natural de sentirse olvidado también por los muertos, pero en realidad no tengo la mínima intención de llenar mi muerte con dolores ajenos.

Tal vez muera antes que yo. Tal vez algún muerto amigo esté ahora mismo obrando por él, juntándolo trozo a trozo ante Dios.

… Hace un momento sentí una respiración libre, vigorosa, junto a mí, entonces intenté recordar cuando era sano y descubrí que ya empecé a perder los recuerdos. No pude saber si fui feliz algún día. No sé si existí antes de ahora.

Diciembre de 1991.

El 3 de diciembre durmió en la acera de Amador con Díaz Granados. El 6, ayudado, se levantó. Gastó tres días cruzando Guayaquil hasta el sector de La Bayadera (ocho cuadras). Murió allí el 10 de diciembre en la acera, frente al bar Mexicano.

EL CONTRASUEÑO

Historias de la vida desechable

Carlos Sánchez Ocampo

sábado, 8 de septiembre de 2007

El puente de barranquilla

Había llovido. Antecitos corrí para no mojarme, pero igual me moje un poco. El puente es largo, es asustador por la soledad. En la mitad siempre miro hacia abajo, hacia el río. Me dan ganas de tirarme y al mismo tiempo me da miedo tirarme.


Vemos al fondo, en las montañas, el Cerro Pan de Azúcar iluminado en su punta. Es la ultima luz del día que ilumina este valle.

Luego miro el visaje de los de abajo, de los "desechables", de los sin hogar que están viviendo en el río, por ese camino peatonal lindisimo que hay cerca del río. La ciudad no les dejo más opción, los llevo hacia el río para no mostrarlos, para que no se vean, para que no los veamos. Pero yo si los veo, me regalo un segundos viendo sus vidas, sin compararme, siendo uno de ellos. Sueño malas vidas para tener en realidad algo mejor. Me gusta mirar el mundo y todas sus profundidades.

jueves, 6 de septiembre de 2007

Hidrante visto desde un bus

Una cosa preciosa que es difícil de encontrar, como seria encontrar un trébol de 5 hojas, si a uno le importarse de verdad una hojita de esas.



Iba en un bus...

lunes, 3 de septiembre de 2007

Un par de dias en El Salto, en Guadalupe

Estaba en el salto, en Guadalupe, Antioquia. La cámara es un poco grande para mí, pero lo que hago con ella es mucho más grande que ella y yo juntos. Hermoso lugar, muestra de lo que puede hacer el hombre cuando se combina y trabaja con la naturaleza. No alabo lo malo que causa un proyecto hidro, nada de eso. Es, ya que es necesario, y estando construido (el mal ya hecho) es vacano verlos armoniosos: naturaleza, comunidad e ingeniería. Bonito.
EPM ayuda a la comunidad. A 20 pesos es la subida y bajada en el teleférico rojo para toda la comunidad (que a demás es la única ruta de la escuela) . El transporte público más barato del mundo. No significa que sea muy bien, porque en el mundo hay muchisimos que son gratis.

El salto, en la parte de arriba, en la parte de Gómez Plata, el paisaje es veredal, como en mi pueblo. Carretera destapada. Casas diseminadas por ahí, perdidas, alejadas. La gran diferencia con farallones, el manzanillo o los monos (veredas de ciudad bolívar), es que el salto tiene un patio trasero poético.


Y para variar, como siempre, y creo es un miedo muy bobo de mi parte: muerto del susto por la altura en un magnifico paisaje.

viernes, 31 de agosto de 2007

mensaje subliminal

Gracias tambien. Gracias por que si, porque siempre la union de intereses es hermosamente agradable. Me causa risa la forma de dar gracias. Todos no lo hubieramos hecho, tu piensas en esto y el futuro, en lo proximo. Tal vez esa es la diferencia, o las diferencias, entre tu y yo. El pensar en un mañana y estar tan concentrado en el juego, lo hace volverse malo a uno ; y eso no me gusta.
Un mensaje subliminal para los que no han nacido, quienes son los que realmente nos van a leer.
Frame del programa Interaulas, en su capitulo de Fuerza. Frame final, mensaje subliminal de Juan Suarez, diciendo gracias, ¿a la producción? ¿Al mundo? ¿A su familia? ¿a Dios?

miércoles, 29 de agosto de 2007

Aprender es muy ruidoso, pero casi siempre se esta sordo

Nosotros, hacemos video. Desde hace rato e inconscientemente vengo diciendo "Nosotros". Todos los días pienso y creo ideas, proyectos y productos, cada vez más, de forma personal y solitaria; pero las hago para un colectivo que se llama Punto Link (para saber más entrar: www.puntolink.net). Hacemos audiovisual. Vemos y creemos (inocentemente, menos mal) que el mundo comienza y termina a través de un lente. Hacemos tv, video, cabezotes, videitos caseros... hacemos sueños realidad, hacemos de una bobada una cosa interesante, y de la cosa interesante una bobada. Tratamos de encontrar por donde, la vida, nos deja una rendija para hacerle un chiste, para gritarle o para llorarle. Vemos la matrix, la entendemos y la replicamos a través de una cámara, le sacamos una copia a nuestra imagen y gustos.
Esta semana y también la pasada, le hicimos un video a bienestar universitario de la U de A, un video que daba gracias a las cooperativas que ayudan a la universidad y sus estudiantes. Los dos tienen un convenio "gana -gana", en palabras empresariales, gana la u por que recibe billete y las cooperativas la dan al mejor objetivo: los jóvenes.
El video, como leyeron anteriormente, nos fue regular en producción, pero el texto estaba muy adecuado e iba mucho, mucho mas allá que siempre.
Hasta nos felicitaron. Palabras de Milena Quintero, comunicadora de bienestar:

"Asunto: Gracias

Fecha: Wed, 29 Aug 2007 13:51:16 -0500

Wilson, Juan, Gabriel, Fredy y Jorge...
Gracias por el esfuerzo, gracias por las imágenes, por ese texto hermoso... muchas gracias por este nuevo video. A veces ustedes parecen que amaran más esta universidad que nosotros mismos -eso se debe al talento que tienen-.
Chao!"