domingo, 3 de mayo de 2009

Hoy, Los Mil Jesuses

Después de marchar por la Despenalización de la Marihuana, camine despacio rumbo al bus que pasa por la casa. Por todo “Carabobo”, mientras los pocos que estaban vendiendo algo especulaban si la marcha les haría cerrar los locales, yo me iba ventiando, dándome tiempo para que las fuerzas fueran apareciendo. Y bueno, las fuerzas las deje en la Oriental o en La Playa o pudo haber sido en San Juan, quién sabe. Hoy, mientras mi cuerpo estaba que se iba al suelo de tanto caminar, y de mucho humo, y de una gripe terrible, me agache para ver las crucecitas decoradas con comida.

Mire a la señora y le pregunte cuando eran los mil jesuses. Me dijo que mañana. Qué si iba a comprar.

-No señora, yo solo le voy a tomar una fotico. Puedo?
-Hagale mijo, bien pueda...

Y mientras miraba en la pantalla de la Lumix las cruces que vendía a 2000, la “seño” exclamo:
“-Hasta bonitas se ven! Hasta bonitas!”

Recuerdo la cruz deschavetada, con su pedazo de panela, y su puñadito de arroz, y que no faltasen las monedas, y todo eso en un altar improvisado por mamá, para que Jesús se acordará de nosotros “tan pobres”.
Recuerdo separar los granos de maíz, o de frijol para llevar la cuenta de “Los Mil Jesuses”.

Obviamente no olvido repetir: “Jesús, Jesús, Jesús, Jesús, Jesús , Jesús, Jesú, Jesú, Jesú, Jesuuus” Y de nuevo, “...el día de la santa cruz diré mil veces: Jesús, Jesús, Jesús, Jesús, Jesús , Jesús, Jesú, Jesú, Jesú, Jesuuus....”

Todavía tengo en mi mente a mi abuela María repitiendo, y cerrando los ojos, y durmiéndose mientras repetía: “ Jesús, Jesús, Jesús, Jesús, Jesús , Jesús, Jesú, Jesú, Jesú, Jesuuus”.

Y claro, pasaba por el altar y “ruñia” pedacitos de panela, hasta que ya no quedaba sino un polígono pequeñito de lo que había sigo medio cuarto de Panela “Regional”. Y cómo no, me tome prestadas las monedas de 100 y 50 para comprarme los “bolis” o los caramelos, y dejaba el billete de 200 pesos. Y mi mamá se emputaba: “Luego la Santa Cruz no nos ayuda. Y usted es el que sufre...” Y me pelaba.

El milagro del Día de la Santa Cruz no era traer un futuro mejor, sino obligar a cada hogar que en una semana, por lo menos, le sobrace panela, arrocito, frijoles, y hasta monedas para poner en un altar.

A los pobres nunca nos ha sobrado nada: por eso el día de la Santa Cruz diré mil veces: “Jesús, Jesús, Jesús, Jesús, Jesús , Jesús, Jesú, Jesú, Jesú, Jesuuus....”

Ja, ya no recuerdo hace cuanto no celebro un 3 de Mayo.
Pongamole que sean 15 años sin mil jesuses?

1 comentario:

Ana Maria Vallejo dijo...

Yo me acuerdo de los mil jesuses que los rezábamos con mi abuela y las tías abuelas. Me dormía siempre. Y a medida que las "viejas" murieron yo deje de decir, "Jesús, jesús". Además en compinche con mis primitos jugabamos a que los jesuses se trabaran en la boca y uno dijera "barbaridades". Era muy divertido.

Yo creo que llevo mas años sin mil jesuses, No me acuerdo ni del primero, ni del ultimo.