martes, 15 de septiembre de 2009

Hoy, Se me acabo la tinta

Estaba en clase de Teoría Sociológica, y aun la tinta se dejaba ver por la parte transparente. Pero desde primaria, uno aprendió a sentir cuando el bolígrafo, el kilométrico, el Allegro, o el tinta mojada (ya en secundaria), se iba acabar.

Y preciso, en plena escritura, se fue yendo, y yendo, y yendo, y ya solo rayaba. Cambie por el otro lapicero que me acompaña: Un bello rojo!

Aprendí a robarme el lápiz (o lapicero) de los más ricos. Ellos siempre tenían otro en la cartera.
O simplemente me agachaba, y cogía cualquier mochito del suelo, y escribía hasta que no podía más.
Todo, porque mi apá (Alirio), siempre me respondía al decirle que ya el lapicero se había acabado: “Eso nunca se acaba!! o “Yo hace poco le di”.
Y ni eso se acaba de una, ni me lo había dado hacia poco. Estábamos en octubre, y si me dio un pinche lapicero, seria en febrero.

Y desde esos dias, hasta ahora en la empresa, y de nuevo en la U, los lapiceros que tengo y tenemos, han aparecido por arte de los clientes, de un evento donde dieron libretas y bolígrafos, de alguien que los dejo.

Veremos que trae el mañana, mientras tanto, escribo con el rojo en las hojas blancas, hasta que se acabe.

4 comentarios:

Ana Maria Vallejo dijo...

A mi se me pierden antes de que la tinta se acabe. :P

Juan David Escobar dijo...

No! Eso hay que sacarle la tinta toda, y si se va, batirlo como el chocolate, y de pronto te da más. Pero dejarlo perder, nunca! eso seria el analfabetismo

:)

Anónimo dijo...

Y... ¿no me vas a poner desnuda en tu blog?

Juan David Escobar dijo...

creo que si me sigues preguntando, no.