Iba tarde. O con el tiempo justo, como decimos los motociclistas.
Busque rápidamente en todo el parqueadero. No veía ninguna moto roja Viva 115. Volví a mirar. Nada.
Llame al “Cucho” del parqueadero.
Y miro, y miro. Se tocaba la cabeza comenzándose a preocupar.
- “Nada hombe. Muy raro. Esa moto no ha salido de aquí mientras yo estaba”
Y con el corazón a mil, y ya sentía el olor a problemon (porque lo conozco bien), trague saliva, y le pregunte:
-“¿Y hace cuanto estas aquí?
-“Desde anoche”
“¿Y entonces?”
“No sé” Me dijo ya muy preocupado. “Como se va a perder esa moto”.
Fue a la piecita que tiene el parqueadero. Se demoraba. Mientras yo estaba tirando cabeza, recordando qué había hecho yo ayer.
Nada. Yo ayer no había salido. Fue mi hermano. Le marque al Tigo. Recién me había despedido de él hacia 5 minutos. Le marque al Comcel. Me lo imagine en el fondo de la casa viendo TV a todo volumen.
Mire al “Cucho”, estaba como apurado, abriendo el teléfono publico que tiene el parqueadero, cogío la bocina.
Al mismo tiempo yo marcaba: 034 471… Sonó varias veces. Escuche: “alo!”
-“Parce. Parce. Usted ayer a qué horas y donde guardo la moto?”
Un silencio largo, como si la señal se hubiese caído. Pensé que era un fijo, y que no era posible lo de la señal caída, que era una señal de culpa, no digital.
-“Parce!! La moto!!!.... No la guardo?!!!!”
Otro silencio. Palabras que no entendí.
-“Jorge, aquí estoy poniendo problemas, salí YA!! y mira si la puta moto está!!!”
Puta. La moto. Otra vez. Ya esto lo conozco. Deja vú.
Eso estaba pensando, eso estaba sintiendo.
Fui donde el “cucho”, le dije que yo no había sido el que había guardado la moto ayer, que yo también estaba sano, que estaba llamando a mi hermano, pero que no le entendí que me dijo. Que ya venia.
No le mencione que mi hermano ayer llego como a las 6pm, que hizo comida, que vimos TV, que lo deje en la misma pieza que lo deje hoy, haciendo lo mismo que estaba haciendo hoy.
Con una rabia inmensa, con la cara caliente, subí la cuadra y media de la 95 a la 96, ví la moto roja mal parqueada afuera de la casa, al frente.
Eh, nunca mire para allá. Pensé.
La limpie con la mano. Mire para la puerta, estaba abierta pero sin mi hermano. No tenia tiempo para entrar y putiarlo. No quería tampoco.
Hoy, a pesar del puto susto, trate de calmarme, de estar sin gritar y sin acelerarme, que si todo era cierto y se habían robado la moto, era lo mismo, los gritos y los insultos dichos con rabia no cambiaba absolutamente nada.
Arranque de una para donde tenia la cita. Ya seguro que no llegaba a tiempo, pero por lo menos si me montaba en la moto, sentía con su vibración que todo estaba bien.
Muchos sustos pase hasta los “Pies Descalzos”. La gente está muy acelerada y mala gente, fue mi conclusión cuando llegue vivo y parquee en AUTONorpe.
Lo bueno de hoy, es que ya sé que en La 68 no roban motos, y que mi hermano no quiere hacer nada, ni siquiera llevar la moto al parqueadero que esta a una cuadra de su comodidad.
Nos trasladamos
Hace 12 años
3 comentarios:
Mmmmm, qué tuto. No la vuelvas a dejar en manos de él.
Feliz navidad! Hoy leí varias entradas de tu blog, y aunque algunas muy triste, me gustaron mucho por que son verdad.
Saludos,
Viejo entre toda la gente corrida de la red, ud, si que gana, ojo con esas vueltas de no saber donde deja las cosas, a la final termina perjudicando la labor de otros, de todas maneras. se le abona la sinceridad, suerte y punto.
fulminante
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