sábado, 15 de mayo de 2010

En Talleres de Vlog en el Valle

Viaje en avión de Avianca. Llegue a una ciudad calurosa, pero muy bonita.
Cuando se viaja, no se está en ningún espacio, en ningún tiempo. Tu mente flota entre conversación y conversación, de extremos a extremos.

Todo por que Casa Occio, y sobre todo, el viejo Milton Trujillo, me invita al Día del Internet en Cali, en la Sultana del Valle.

Me recibieron a lo caleño.

Y bueno, los Farallones, y la brisa que golpea de los segundos pisos para arriba, es de lo mejor que tiene Cali. Si no, el infiernito.

Mientras todo el mundo voltea con el evento, con la logística, yo trato de teclear algo para un guión inconcluso (aún inconcluso), pero no se me ocurría mucho.

Y como la Casa Occio es una familia grandes, hasta cumpleaños me toco cantar

En la noche le di de nueva vueltas al taller que tenía pensado, y en la mañana, lo termine de construir. Había que viajar rumbo a Buga a la 1pm.

Hasta deje regalitos de Todo Lo Que Hay en los buses que me he montado.

Pero lo importante de este post, comienza aquí, con el primer producto que salió del taller en Buga:



Pequeños fragmentos de vida, de conversa, de contidianidades que ya ni les prestamos atención porque son muy nuestras.
Llegar donde los chicos de Bugarte, que están engomados con el cine, que quieren hacer proyectos para visibilizar su bonito pueblo. Esa era la misión, y creo que algo se cumplió. A pesar de que el internet era un chorrito de casi nada.

Rumbo para Cali, de nuevo, después de ve visitar la Basílica de Buga, que tiene televisores de Plasma, y parlantes de última generación.

Una rica pan pizza hecha por el Milton, bajar todos los archivos de Internet, pues estábamos avisados que posiblemente no había red en Buenaventura, que era nuestro segundo lugar para dictar la conferencia.

Buenaventura queda más allá de las montañas, y es donde hay mar, y puerto, y la raza, y es otro país. Otro.

La cita era en la Universidad de Pacifico. Como el grupo estaba cuadrado por la tarde, y como por la tarde nos quedaría reduro regresar a la ciudad temprano, se cambió por la mañana, y por eso el saló estaba lleno de gente de informática, que ni se si le interesaba el taller. Pero como siempre, con tal que dos o tres se animen, o sigan animados, las 3 horas de viaje, aguantar el sopor, y claro, el aire acondicionado (que parecía el polo) vale la pena.




Milton, mientras los chicos terminaban de buscar historias, le hizó una entrevista a uno de ellos (que estudia Sociología).

Y a pesar que hacia dos días un vendaval desaparecio el internet sin dejar explicación exacta, logramos subir dos muestricas de lo salió del taller:



Las historias que salieron, fueron sencillas, hasta de charla, pero ya van saliendo, seguro, vainas más urgentes, más importantes.

(me lo acaban de enviar por mail):



Pronto desde Buenaventura, una tierra mágica, comenzaran a salir esas historias que tanto necesitamos escuchar y ver.

Lindas imágenes, que nos dicen que en el sur las cosas son otras.

De nuevo en Cali, en la Sultana, buscando recuperar las fuerzas, y arreglar todo, para salir al otro día para Cartago.

La despertada ha sido a las 4am, y coger el bus a las 5.30, y arrancar para un punto Cardinal. Esta vez, caña, y el sol que nos dice buenos días.

Los chicos de la Redjoven ya nos estaban esperando en la sede de la U, que queda entrando al Pueblo.



Lo que ando haciendo, es contarles mi cuento de hacer videos para internet, para que ellos se animen. Un taller que invita a coger el dispositivo grabador de video, y contar historias. Fácil.
Un ejemplo:



Un grupo de chicos que tienen todo para hacer y decir, y que la herramienta del video en linea les puede ser de mucha utilidad. Ya su canal, creado en pleno Taller, tiene varios videos. ¡Que bueno!

Y nada, otra vez de regreso a la gran ciudad, dejando el (muy caluroso) pueblo del norte del Valle.

A tomar fuerzas, de nuevo, claro que si. Y cómo se recupera? Pues, dando un vueltón por comida,



Y caminando una ciudad rumbera, y sentarse en un murito para ejercitar la conversa.

Me acabo de tomar agua con Alka-Setzer, que es bendito, y me aguanto el calor con valentía, y estoy pensando en miles de cosas al tiempo que se estorban unas a otras, y que en algún momento se clarifican.

Mientras tanto, sigo en Cali, faltan dos días, digo, tres días fuerte de la Celebración del Día del Internet, donde estaré en un panel de conversa, y dictaré el ultimo taller.

Después, vendrán tres días de grabación para un capitulo de Todos Somos Historias. El ultimo esfuercito para contar algo sobre la educación republicana.

Eso es todo lo que se me ocurre y tengo tiempo de contarles.
Un abrazo.

1 comentario:

Ana Maria Vallejo dijo...

Como la vida a segundos, como los viajes, como ventanazos de un bus, mientras se duerme y se ve el paisaje. Buenas brisas... dejar que el viaje se lleve lo de uno, para poder recibir el viaje.

:D