miércoles, 23 de marzo de 2011

un mes de mierda y otras noticias, parte 5

Febrero 27/2011

Era miércoles, o martes? … y todo iba muy bien.

El fin de semana se había descansado, el lunes trabajado, y era una fría mañana como cualquier otra en el oriente Antioqueño, y dos policías tenía un reten rápido al frente del estadio de Rionegro. Y “Buenos días” dichos falsamente, y “papeles”? Me toque en el bolsillo donde siempre están, y no estaban. Y abrí el bolsillo del morral donde si no están en la chaqueta lo encuentras ahí, y nada!

Eran las 8.30am, la semana estaba planeada, todo casi al limite, con la plata prestada para tanquear, y la comida de los gatos suficiente hasta que llegara la plata nuestra, y preciso, ese día no tenia ningún papel, ninguno!!

Claro, las ganas de llorar de la puritica rabia. Mierda!!! Los deje en Medellín, noche. Los vi bien puestecitos en la mesa de la oficina, mientras rebuscaba desesperadamente.

El policía calvo y malacaroso me miraba sospechoso, pero esperaba que yo buscase e hiciera llamadas. Nadie contesto.
Le dije al man que yo iba a trabajar, que por favor, que por favor (grave error) me dejaran devolverme a guardar la moto, que un parte a estas alturas, fatal.
Me dijó: “Parce, también estoy trabjando” y empezó a escribir.
-“El pase?”
Busqué por cielo, mar y tierra, y tampoco estaba. Mierda!! (esta tampoco me la esperaba).
Y para acabar de ajustar, sólo tenia 1000 pesos en el bolsillo. Ni para sobornar a los tombos, que me esperaron todo ese tiempo con esas intenciones.
-“cómo sale a la calle con 1000 pesos?”. De verdad fue una patada a la tristeza, y le dije que algunos vivíamos así, aunque fuera increíble.

A pie hasta Rionegro, con un parte en el bolsillo, con la compañía de un ajetreado Jorge Eliecer Gaitan, y con cara de triste esperando que desde lejos me consignaran plata, me salvaran la vida (como siempre). Mierda!!

Estoy muy demalas. Muy.
En Medellín encontré los papeles bien puestecitos encima del compu que está encima de la mesa.
Pero la tarjeta de conducción nada que aparecía.
Todo lo tenia medido para la semana, hasta la comida gatuna. Por las circuistancias que quedaba en Medellín, ellos tienen que aguantar con lo que les quedó.

Lo único bueno, es que en el bus de bajada, me encontré 500 pesos.

Todos los santos días hay que inventar un programa de TV llamado Versión Beta (luego hablamos de esto), mientras tanto, mi mala suerte.
Gracias a que “Producción” tiene memoria, logré -con un cuadrito de citas a donde asistí- encontrar que en la U de A fue el sitio donde posiblemente deje el papel ese.
Llame a la universidad. Y preciso, allá estaba. Corrí, en el camino hable con mi padre en el metro. Me encartó con carne y regalos de mamá, y llegue a la U de A, donde por dejar el carnet aparecía como “acceso restringido”. Un guachimán me cuido toda mi estadía en la universidad, y todos me miraban como si fuera un ladrón. Oles sólo dejé un puto carnet!!
Me lo entregaron, y señalándome me dijeron que si volvía dejar algo, era 1 mes de multa no entrando a la U de A. Que por ahora, solo 4 días.
No me reí, porque con ese día encima, ni modo!

Al otro día, en Rionegro, en el transito, deje 270mil que valió el partecito. Eso que con el 50% de descuento.
Putos tombos, me dejaron sin disco duro, sin ropa, sin arreglo de moto. Pues, eso se saca plata donde no hay, pero lo deja a uno sin felicidad.
En el parqueadero donde me llevaron la moto roja “inmovilizada”, me quitaron otros 70mil. Otra mierda! Carísimo!
Le lleve comida a los gatos, comí algo en casita, y en medio de un aguacero enorme, enorme, baje a la ciudad, y cuadras antes de llegar a la oficina, la llanta trasera se chuzó. Recontramierda!

Le eche espuma (de esa para desvarar en urgencias, como la mía), y llegue al trabajo. Tarde, tardísimo, pero llegue.
Otra vez en la ciudad, otro día de inventos y cosas y cositas… Le compre a la moto llanta y neumático nuevos, y la volvió a ser una niña buena…. (más plata).
Me subió a casita el viernes.
Me bajó y nos subió (a Daniel Quintero) hasta casa.
Sirvió, en reserva de gasolina, para recoger al parcero que le dicen “rasta”, y hoy, que escribo esta carta trágica, que me da por visitar La Ceja, preciso a las 8.30pm, un verraco Domingo! La rueda trasera se detuvo. No quiso moverse más. Ay Dios, mierda!

Mecánicos a esa hora, ese día, y en pleno parque principal? Imposible!
Imaginándome todas las escenas, mejor me tire al piso y desvarate la moto (la llanta trasera), y me encuentro que un resorte de la pasta de frenos arrugado, y suelto adentro en el tambor de los frenos.

(así se ve de día)

Fuemadre! Fuemadre!
El diablo, los duentes, las brujas, los mecanicos y todo el mundo está detrás de todo esto!!!
Al fin pude desvararme, y volver a casa.

Esa noche, para el frío y las historias, plátano asado.

Pero como vamos, las historias continuaran, y yo cada vez más cansado.

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