Recorrí el pueblo mirando a la gente, encontrándome el pasado, un pasado reciente que contiene lo que yo soy.
Placas Polideportivas vista desde el suelo, desde la acerita entre la calle "Cuarta" y "Quinta" de Ciudad Bolívar.
Estar siempre moviéndose, cambiando de sitios, estar en muchos lados y en ninguno.
Volver al pueblo siempre ha sido para mí un movimiento, literal, de vísceras. Antes me daba rabia, cuando niño que se me terminasen las vacaciones en Medellín. Después me enamore y lloraba lagrimas de una larga depresión pos partida hacia Medellín. Ahora me recuerda que tengo ya recuerdos, nostalgias, y no lloro ni me da rabia.
Volver al pueblo siempre ha sido para mí un movimiento, literal, de vísceras. Antes me daba rabia, cuando niño que se me terminasen las vacaciones en Medellín. Después me enamore y lloraba lagrimas de una larga depresión pos partida hacia Medellín. Ahora me recuerda que tengo ya recuerdos, nostalgias, y no lloro ni me da rabia.
El puente la veranera, visto desde la acera de "Ramiro".
En el fondo, allá donde esta el árbol, unas veces en la raíz, o entre el poste y el árbol, estaba el hoyo de las bolas (canicas). Jugábamos mañanas y tardes y noches enteras. O nos sentábamos a comer guayabas en el borde del puente sentados en la baranda que antes era de cemento. Tiempos sin días.
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