Hace mucho tiempo, tiempo que me acuerdo pero que confundo. Decir que hace mucho es un chistesito. Fue como a finales de 2004, cuando tenia la posibilidad de acceder a una cámara, me comencé a tomar fotos todos los días. Como era de esperarse, me canse y no volví a hacerlo.
Nunca me ha gustado mirarme, no me gusta como me veo. Pero quería saber si cambiaba, si mí rostro me decia, con el paso del tiempo, si he cambiado, si lo duro de mi forma de vivir cambia mi expresión. Yo supongo que sí, pero yo, aun hoy, no veo el cambio.
Después de la secuencia en el 2005, viene una secuencia más saltada, sacada de la fotos que me tomaron (cuando compramos cámara en casa), y otras que me tome, que en muchos casos era cuando estaba de fiesta. Es evidente que en la parranda hasta uno se ve chimba (pura mentira, puros ojos rojos). Pero no esta muy lejos de mostrar como estoy, a que ritmo voy.
Nunca me estrello lo suficientemente duro para entender...
Ya es hora de parar, de obligarme a una pausa. Pienso como seria mi vida si viviese de otra forma, con más calma, con más planificación, menos atada al azar de todos los días. No se, no se...
Mi rostro esta golpeado, por los accidentes motociclisticos, también por las tristezas, esas que pasan como el viento.
Estas fotos sirven también de espejo maldito, de exposición, de fuga, de anhelo de alcanzarse a ver los instantes y los fondos donde muestran esa tonelada imágenes.... Yo no veo nada, no me veo distinto, no me importa que este destruido. Tengo que confensar que tenia miedo de ver la secuencia. Miedo de verme mal. Pero ese miedo es infundado por lo que me dice la gente, que increíblemente me ve peor, así pasen dos días me dicen que estoy más mal que antes.
No me quiero preocupar por mi rostro y mi cuerpo, quiero leerlos para saber que me ha pasado, que gritos lanzan las imágenes, y ya.
Voy a parar. Iniciare otro punto que no se cuando terminará. Que la fe me acompañe!!
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