martes, 10 de mayo de 2011

La escafandra y la mariposa

Llegó una copia de DVD a mis manos, por la insistencia de alguien. Y a las 12 de la noche un lunes martes, vi una película que mucha parte de su tiempo es en cámara subjetiva, cuadriculada (porque la vista de un solo ojo no deja ver la dimensiones), aberrante,
dislocada.



Reconozco que cerré los ojos y los puños, y el recto, y todo el sistema nervioso en algunas parte de la película basada en una historia real.

Todos estamos encerrados. Mi tía que no podía bajar ni subir escalas. Mi abuelo que perdió la memoria. El parcero que esta caliente en el barrio y no puede salir de la casa. Sultanito que dejó las llaves adentro y se encerró afuera con la reja que da a la calle. O uno, lleno de tristezas de no sé de no sé donde, se aisla del mundo, se silencia, lo ve con un solo ojo, quieto, atrofiado por la vida anterior, tan de mierda, tan campesina, tan drogadicta, tan aburrida, tan pobre, tan así, tan tan...

Hay que decirlo, con esas mariposas que tenía Bauby, lo hacen hablar, parpadear a cualquiera. Es puro trucaje cinematográfico. Pero la peli se deja
sentir, te aturde, no piensas pararla, a menos que tengas un computador de mierda.

Quizás el mensaje sea escribir mi encierro, mi cárcel, yo mismo. En el blog de notas, o en un lienzo de photoshop, o en una libretica.
O entender que aun no me ha dado la embolia, y que debo disfrutar del sol pagandome en la piel, y del frío entrado por la ventana, y que no sé si me alcanza para comprar el gas ahora.
O puede ser que ninguna de las dos, y solo deba entender mi metáfora mortal poética.

son las 2.44am. Estoy en vacaciones. Me estoy recuperando... pero no se cual es mi enfermedad, y ya no veo las mariposas. O tal vez mi metáfora sea otra.

No hay comentarios: