miércoles, 21 de septiembre de 2011

“Cuentos invisibles”, Pedro Sorela

Comprado en un almacén de cadena por intuición, y leído con mucho amor en muchos lugares y lleno de miradas y sonrisas, en ese marco las historias de un desconocido, Pedro Sorela, nos entraron por los oídos, y adentro en alguna parte se clavaron.

No conozco el autor, y cada vez que leía más, las sospechas de qué si era colombiano eran más grandes. No lo he buscado en internet. Bueno, si, sí lo buscaron, pero terminamos leyendo un cuento actual de su pagina. O sea, esta vivo, si es colombiano, y es bloguero y twittero.
Cuentos invisibles, porque son escritos sobre historias internas, ciegas, en países lejanos y diversos. 200 paginas de cuentos cortos, bonitos, poderosos, inteligentes, muy bien escrito, que nos llevan a viajar (como seguro hizó el escritor para escribirlos), así, delicioso...

Léaselo con alguien que ama, o que lo ama, y sonría, y vuele, y metase adentro de los cuentos, que te cuentan que el mundo está lleno de vida, de vidas como la tuya, de miedos, de soledades, de terrores, de amores, de todo un poco, de nada por montones. El mundo es tan distinto, pero los humanos lo hacemos tan, tan parecido en todos los lados, que te sientes en casa en cualquier lugar y con cualquier fría historia.

No copie ni doblé hojitas, ni nada de eso. Quiero terminar con una descripción que hay en la contraportada que te da el punta pie para que te animes a leerlo de un tirón:

“De una represa de aguas milenarias en la cima de los Andes a un motín de blancos en un río chino, de una persecución en Londres al renacimiento de un pobre tipo en Estambul, de una reunión de extravagantes en Helsinki a un Berlín improbable y sin embargo histórico, de un madrid inédito a un Buenos Aires francés, los cuentos de Pedro Sorela pone en evidencia el lado mentiroso de los pasaportes”.

Bueno, mentiras, voy a terminar con un trocito de un cuento, del ultimo cuento, que me da en el clavo en estos momentos (no sé por qué...)

...Uno termina por comprender que, más allá de parejas y de los supuestos paralelos y sombras que en el mundo intentan consolarnos de la realidad -piernas, cónyuges, codos, mellizos, socios, brazos, paisanos, pulgares, cejas, complices...- lo cierto es que no hay tales parejas. Todos somos únicos, incluso los codos, incluso los mellizos, y vivimos y morimos en la más escandalosa soledad, y no hay forma de encontrarle alivio a todo ello.

Así contado suena duro y miedoso – el miedo a la soledad es una de las tres, todo lo más cuatro, fuerzas que mueven el mundo, y por eso dedicamos tanta energía a disfrazarla -, pero lo cierto es que, una vez descubierta, la soledad deslumbra tanto que uno ya nunca se aburre.”

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Descubrí a Sorela hace unos años por su novela Viajes de Niebla que me agradó mucho. El hecho de que pensaras que él fuera colombiano es la prueba que es un escritor más bien universal, ¿no? :-)

Gracias por la recomendación: buscaré Cuentos Invisibles hoy en la biblioteca.

George de Boston

Nobody Here dijo...

La soledad es agradable

La soledad no es estar solo, se puede estar en soledad con alguien al lado. Con alguien encima, (o debajo). Se puede estar solo tantas veces como se quiera y seguirle encontrando el gusto, y descubrirle cosas que le agradan a uno.

Lindo, lindo es estar en soledad