lunes, 13 de septiembre de 2010

25 años luchando en Castillos equivocados

no me acuerdo si era en la mañana o en la tarde. Tal vez era la tarde, después de la escuela, yo tenía unos 5 años, quizá menos. No importa, uno a esa edad la preocupación es no orinarse en los pantalones y ponerle cuidado al mundo.
Y si, como les contaba, de pronto era en una tarde, estaba en la casa de un amiguito, riquito por supuesto, que fue el primero en tener una consola de videojuegos en el barrio, y él jugaba Mario Bros y nosotros lo veíamos.
Lo hacía muy bien, o por lo menos duraba un rato dándole a la tecla del atarí, y habían muchos sonidos, y monedas, y malos en un mundo de ladrillos.

Yo sabía que esa escena no se me iba a olvidar en la vida.

El hermano mayor de mi amiguito, insistió por las buenas que diera una vidíta, y mi amiguito que no, y que no, que lo dañaba! Luego de varias veces, lo obligó. Yo recibí el aparato ese que llamó ahora con tanta familiaridad: "control", y listo, ellos me dijeron que ya, que andará, pero que pilas, y de una morí.

Yo sé que a muchos les pasó lo mismo. Lo sé.
Yo devolví el control al amiguito que me regañaba por bobo, y miré a su hermano, que era de esas personas como yo que hoy se ponen al mismo nivel de los más pequeños y les pongo cuidado, y los aconsejo con risa, y les ayudo disimuladamente. Por eso le agradezco a ese muchacho que nunca me conoció y que yo tampoco, que hoy es un señor y aún me levanta la cabeza, gracias por permitirme jugar mi primera vez con Mario Bros, así sea para perder en segundos.

Desde ese día no descanse en jugar cada vez mejor. Aprendí a coger las 100 vidas, y a rescatar una y otra vez y ver que los mundos que uno ya se sabia eran más peligrosos y rápidos, y bueno, tengo hoy nostalgia saber que el personaje de un videojuego con el cual pase muchisímas horas divertidas de mi vida, está cumpliendo 25 años de existencia.

Mario! que viejos estamos!
Y tanto tiempo y nada que rescatamos princesa.

1 comentario:

catirestrepo dijo...

Definitivamente me gustan tus letras. Le imprimes el alma a lo que escribes y eso ahce que uno se siente con gusto a ler tus posts.

Un saludo,

Cati