Después de meterme unos shots en la noche, me levante ni corto ni perezoso a las 4am, una ducha caliente, tragos sentado en al cocina, carro frío que se pasea recogiendo al equipo de trabajo por toda la ciudad, y a la hora del desayuno estaba sentado en una Airbus con pantallita para jugar y todo.

Dos buñuelos para llenar el estomago.

Bajando las escaleras del avión, te recibe el solazo, la humedad, el sofoco. De una. Te sientes pesado, no te hayas, buscas una zona con aire acondicionado, y tratás de no moverte.



Hable con el parcero Alejandro Angel sobre su proyecto web Armadillo Media,
y nos dieron un juguito dulcísimo, más rico.
Desde su ventana vi las nubes pesadas y grises que cubrían la ciudad.

Después de esa gracia, nos fuimos a hablar con Bololó Lab, unos pelados que me sorprendieron con unas teorías experimentos bacanos, que son filósofos materiales, una vainas así. Ya verán.
La lluvia mermo, y salimos afuera, donde no hay ventiladores.
(los videos están buenísimos, pero no hay casi fotos...)
En un día en Quilla, vi una ciudad colorida y con mucho suavena, donde hay mucha riqueza y demasiada pobreza, donde hay puertas para la servidumbre y para los patrones, donde sudan más los de allá que uno que es visitante, donde los conductores pitan y pinta, donde los arroyos (la mala planeación de la ciudá) tiene avisos de precaución, donde hace calor pero hay sabor. Una ciudad tropical.
Y listo, teníamos que irnos, de una para Cartagena.

Este fue el primer día de tres. Así de rápido como lo leíste, así de rápido se vivió.
1 comentario:
Bacano que la hayas pasado weno mi llave. Saludos desde Quilla y bienvenido cuando vuelvas.
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