jueves, 9 de septiembre de 2010

un día en la tarde de

de ida en Metro a las una y media, donde todos bostezan porque es jueves, porque hay mucho sol, porque el amor luego les da un beso.
yo me iba durmiendo, y por eso me rehuse a sentarme habiendo asientos libres, porque sabía que era para mal, que me dormía, que ya toda la mañana estaba arrulladito escribiendo a mi ritmo (o arritmo), y salir a batallar dormido no tiene mucha gracia.

La primera parada fue en el Barrio Pablo VI, al ladito de Zamora, abajito de los populares, arribita (pal´oriente) de la autopista norte.

La casa quedaba en un bajito, que era frío y húmedo, muy, acomparacion de la calle que tenia clima de Pasiadero con piscinas y donde venden Tamarindos. Le llegamos un poquito temprano, pero nos abrió sus puertas para que conversáramos.

Don Bienvenido (así se llama) ni sabia para qué era la grabación, e igual nos contó lo que le preguntábamos, pero su interés real era que le grabáramos un video para decirle al país, que sus familiares no los ve hace 50 años que están en Monteria, que él esta en la 43 (creo), en Pablo VI, Medellín. El video esta en el cassete, esta semanita le hacemos el favor, y hasta de pronto juntamos una familia. De pronto.
Me comí una "solterita", grabé dos o tres cosas bonitas, le sacamos sonrisas al Don y a su sobrina, y otra vez en un taxi, por las calles llenas de tiendas y negocios y de niños que jugaban y arboles que temblaban.

La otra cita era en Vivir, para la empresa que le estamos haciendo el video, y la conversa era con Elkin, el Tanatólogo que la sede.

aunque suene cliché, pero no hay gente mas fría que los que trabajan con la muerte. No es mala energía, ni maldad, es tranquilidad sin emociones, son pocas palabras y gestos los que se necesitan para estar en el mundo.
La productora salió corriendo, supongo que imaginándose horrores detrás de las puertas, y nosotros, hicimos una entrevista más bien corta, en un escenario que es más frío que 10 Elkines juntos. Pero, por lo menos yo, no le meto mente al asunto de la muerte, antes he hecho visitas por gusto, tratando de no huir e imaginar, ni de estar sin quererlo, ni temerle por ignorancia, y no me pasa nada ahora en la noche.
Polvo somos, y gusanos terminamos siendo.

Dejamos al señor y su oficio serio e importante, y otro taxi, amarillo por supuesto, no hay más, y llegar a casa a montar las vainas para el show (Todo Lo Que Hay) en la soledad (todos los parceros estaban haciendo una vaina para Punto link) pensaba que me estaba quedando sin razones, que las fuerzas han sido puestas en cosas muy débiles o muy lentas, que me va terminar ganando el odio de la gente hacía mi y a mis justificaciones, que aunque saco fuerzas e ideas no soy capaz de jugármelas todas, que es hora de muchas cosas pero que qué vainas, ando sin reloj!

El programa web salió risueño, y ahora estoy con el pantalón de rayas, abajo aún se trabaja, y yo me ando metiendo altas dosis de convencimiento de frenos a este loco que disminuya palabras para decir lo mismo, de tantas acciones para terminar fracasando, de tantos sueños para solo terminar olvidando.

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