jueves, 4 de junio de 2009

Hoy, Hospital Pablo Tobón

Cuando me le adelanto al despertador, y me da tiempo para dar un segundo sueñito, es lo mejor.

Hoy, me dio tiempo para dormir dos veces, y levantarme e irme en metro, luego caminar, ascensor, saludar, ascensor, carro, “Buena, vamos para donde la señorita...” ir al fondo, alcohol en las manos, sala de espera, saludar, pasillos, puertas, escalas, puertas, entramos a un bunker, estábamos desde hacer rato en el hospital, y nos fuimos metiendo hasta la unidad de cancerología.

Un ambiente muy tranquilo, médicos, peceras, enfermos, colores, tecnología a disposición de humanos que estaban con cáncer, papeles tapices que te suavizan la entrada a la sala de salvación (o tortura).

Hice la pregunta al médico obvia: “Qué eso de tener cáncer? ¿Por qué a unos y a otros no?” Y recibí las mismas respuestas que había escuchado de boca de gente que tenia cáncer, y que la había irradiado, y que se iban a morir, pero que tenían esperanzas.
Estaba haciendo una entrevista de toda la tecnología que tiene un hospital de nuestras montañas, que hace que uno este paílas, de ataque, lleno de cáncer, y llegas a un sitio “tranquilo”, con los aparatos de ultima moda.

Un lugar tranquilo, para que los familiares piensen, como cuando uno piensa parado contra una pared en el hospital de pueblo, las mismas penas, solo que aquí hay posibilidad de ver la fuente y los peces mientras sientes que te vas, o que tu cuerpo no aguanta mucho más.

Ya todo esta cambiando. Hasta las radiografiás. Ya las manejan digitales, y te las dan para que las lleves a casa en dvd´s. Adiós radiografiás que no se pueden doblar. Ya todo esta disponible para todos.

Yo aun tengo la radiografiás que me han tomado. Me encanta ver mis huesos. Hermosos. El hombre es bello. Y es tan bello, que inventa oficios y aparatos para estudiarse a él mismo, para arreglarse los daños que se hace con otros oficios o aparatos. Lindo el hombre.

Un descreste, y extrañamente, a estrategia de tener un lugar limpio, sin olores, sin colores de enfermedad, te hacen menguar el sentimiento de hospital, de enfermedad, es un éxito.
Hasta entre al baño. Un baño amplio, con pasamanos, y con aire acondicionado que se enciende cuando enciendes la luz.

Yo soy un pobre de EPS. Tengo mi UBA (Coomeva) en el Pablo Tobón. Pues, no es en el hospital teso de este que les he hablado, sino a un ladito de la entrada. Pensaba pasarme para un lugar más cerca, pero pienso que es mejor estar allá. Si uno se enferma, de una lo tiran a esos quirófanos tan chimbas que tienen en el Pablo Tobón Uribe. Ojalá un hospital con tanta tecnología estuviese al alcance de todos, seguro que nos moriríamos menos. O bueno, tal vez seria igual, pero moriríamos más felices o menos infelices.

Yo lo uno que quiero, es tener la capacidad de pagarme, y parle a los cercanos, una enfermedad digna. Eso seria riqueza para mi, el resto sería estorbo.


Más información de la tecno para la medicina, la verá en Línea Tierra
Pronto!

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