Hoy, entre a grabar una funeraria, y me mostraron la muerte en la morgue por ahí derecho.


No he visto tantos ataúdes como para compensar el numero de muertos que he visto en la vida.
Detesto las funerarias, porque son sinónimo de muerte, de morado, de dolor, de enterrada. Pero esta era diferente, más blanca y menos olorosa.




Un accidentado en la mitad del proceso y un “indigente” ya arreglado fue donde me llevo de primerazo el invitado, y de una recordé, a flashasos rojos, los muertos en la morgue que he visto. Que en la vida fueron pocos. Solo los que alcance a ver por la ventana de la morgue del pueblo. Me hacían “pata de gallina” y me trepaba por unos pocos segundos a la perciana del cementerio, y al fondo en el mesón blanco veía a alguien abierto. Los vi morados, rojos, verdes. Y eso que no vi muchos.
Mucha mosca. Un olor fuerte en el ambiente. Mucho chismoceo. Mucha gente. Mucha lagrima. Mucha tristeza. Mucha muerte.

Y la muerte y matada de mi tía y primo, me han gritado que uno se va sin querer.
Esas partidas, y la muertes por montones en la calle, y las tarde enteras afuera en la morgue esperando un chisme, y mi mamá contando al almuerzo que hoy le tocó practica en la Morgue, me han hecho siempre mirar la muerte de frente, sin cámandula, sin suavizar.
Por eso me empeñe en hacer este programa de "tecnologia para la muerte". Como una deuda que tenia con mis viceras de vivo. Y con las ganas de contar el negocio (o pasión) de la muerte, en el país que me toco vivir, que es uno de los más violentos del mundo.
Somos los mejores en matar y morir. También somos los mejores en preparar(nos) para el ultimo ritual de la vida.
4 comentarios:
Aquí parece muy común -sea por la mirada acostumbrada o sea por la cantidad de "materia prima" que genera este país para las funerarias- pero Medellín es una de las ciudades del mundo que ofrece más servicios exequiales.
Muy buen artículo; se nota que también te salió de las vísceras.
ABCamilo
El otro día que pasábamos por la funeraria queda cerca a la oficina pensé que no me gustan los funerales. Porque se suavisa, porque es un chismociadero, porque la gente llora a gritos. Las pocas pero intensas muertes que he tenido cerca, me hacen pensar que ya son menos los que quedan por morirse. Serán menos lagrimas para esta parece ser larga vida. Sin embargo, los rituales de la muerte, se que son necesarios para el duelo. Y el trabajo nocturno de estos hombres tan necesarios como los médicos que reciben a los bebes a la vida.
interesante tu reporte!
y ver como se mueve y los procesos de una funeraria....
Vivo en Barcelona (España). Ayer, nada más salir de casa, vi pasar una ambulancia fúnebre. Son ambulancias con capacidad para cuatro cadáveres. Van en busca de muertos. tanto en domicilios particulares como en hospitales. Lo curioso es que 9 horas después, cuando regresé del trabajo y ya estaba llegando a casa, vi otra ambulancia fúnebre pasando por delante de la puerta de mi casa. Para mí, eso sí es tener mala suerte. Jaja. Me llama mucho la atención que en Guatemala están los denominados "calaqueros", que van en busca de muertos (sobre todo por homicidio). Ofrecen servicios baratos a los familiares del difunto. Trabajan de manera ilegal. Y lo más repugnante: "preparan" al difunto en un sucio y grasiento taller mecánico de "coches" ("carros", como dicen en América Latina). Por desgracia, en el centro de Barcelona (España) he visto pasar muchas ambulancias fúnebres y muchos carros fúnebres. Incluso camillas fúnebres transportando un muerto tapado con una sábana blanca y bien atado con correas. Quizá para que el muerto no se escape. Jaja.
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