jueves, 17 de junio de 2010

Cuando alzo las manos, huelo a Bambú

Recuerdo, porque no fue hace mucho, que quería oler maluco para poder usar desodorante, como los grandes.
No he sido de mucho sudor, y menos de mal olor. Soy un menudito, que sin mucho esfuerzo, paso los días. Por eso cuando algún día me llego el momento de echarme algo en las axilas, escogí la barra de Speed Stick (negro, o máximo verde) por encima que las cremas, y los roll-ones, y demás.

Por mucho tiempo, sagradamente, en farmacia, tienda o supermercado, lo poco de aseo personal que he comprado, porque ni maquina de afeitar utilizo, es una promoción de mi desodorante favorito.

Recuerdo que la barra se acaba muy rápido, y a veces se destruye, y uno con tranquilidad guarda cada pedacito, y como los maestros con las tizas pequeñitas que escribe hasta que queda una sombra en su dedo y pone un punto, así es era yo. Un día que ya no había nada de nada, de una caja de una vez que me regalaron, había una tubo con crema Yodora ("protección a toda hora"), y me la eche, y fuí al gimnasio, la única clase de relajo que teníamos estudiando televisión, y el mal olor fue mundial. Ya era todo un man. Qué pena. Prometí nunca usarla más, ni cuando estuviese embalado. Mejor limón, que ese desastre de producto tan malo.


Con el tiempo, tal vez por la escases de plata, y por buscar entre los olores menos fuertes, me encontré con Obao. Hay muchos de mujeres, que no sé cómo son, pero los de los hombres, hay como tres versiones, de lo mejor. Les cuento, de esto, he hablado hasta con viejitos, que me cuentan que cuando conocieron este tarrito, no se cambiaron jamás. Y lo mismo me paso cuando usaba la barra aquella, diálogos enteros de las propiedades y ventajas de un antitranspirante que ni sabíamos pronunciar.

Y hoy, que ya los dos tarros de la ultima promoción del desodorante verde para Men, se agotó, me vuelvo a echar, por mera urgencia, de ese Rexona ("no te abandona") de mi amor.

Primero, el olor a mujer, a suavecito fuerte, a dulce... muy molesto, como diciendo "estoy aquí", todo el tiempo.

Mañana hay que visitar alguna droguería para preguntar: "Hay Obao?"

1 comentario:

Ana Maria Vallejo dijo...

Si ese desodorante el de bamboo es horrible. Pues, es esa descripcion, aqui estoy y no me voy a ir, tan molesta por cierto. Por eso esta por alli dando vueltas esperando que se te acabara el tuyo. XD

:D