sábado, 26 de junio de 2010

Ganándome a pulso que nadie asista a mi entierro

Sentados en la sala de la casa del Abuelo, le contaba a mi papá que yo no entendía, ni entiendo, porque desde niño he alzado la mano, he opinando, he hecho cosas diferentes al resto de compañeritos/ciudadanos. No tengo idea. Ese es mi fuerte y mi defecto. Viene desde adentro, y es inevitable.
Una especie de mixtura de lo mejor y peor de todas las sangres. Ésta ultima frase por supuesto no se la dije al "cucho", para evitar líos.

Muchas veces, y por muchos años, me he quedado en silencio. Por eso mi nick en internet: Reticente. Por no decir lo que se debe decir, en el tiempo que toca, en el tono que se debe.

Y claro, porque vivo en un país matan, tortura, excluyen, destruyen, insultan, odian, y apartan al que vaya "pa´donde va Vicente"v. Y puede que la gente vaya unos años al ritmo de Vicente Fernández, y otra década a lo que quiera Vicente Castaño.
Y como la vida es tan corta y tan poco divertida como para yo entrar en el juego de los que quieren que andemos en silencio, o digamos o hagamos las vainas como ellos quieren. Como a sus negocios les beneficia. Como sus beneficios les sirva.

Y les aclaro, ya lo hice por un buen rato.
Fui buen hijo, me fue bien en la escuela, respete a mis mayores, ande por la derecha, termine mis estudios, a pesar de las malas cosas que hicé evite hacerle daño a otros y lo logré, y volví a estudiar, y aguante vivir de arrimado en una de la ciudad más complejas que hay en el mundo, y termine carrera fiada (y la pague de a poquitos), y tuve trabajos de mierda, donde una persona que sabia y hacia menos que uno, ganaba más plata, donde se tomaba un descanso a las 3am (de 15 minutos), donde se ganaba en centavos escribiendo las direcciones de las cartas que llegan hasta tu puerta, y camine horas para llegar a casa, y dormí en el suelo, y viví en casa pequeñitas, y en otras grandotas...

Y ya me estafaron, y me robaron, y me accidente y me accidentaron, y me chuzaron la luz y pase horas sentado en sus putos centros de quejas, ya trabaje gratis y hasta me toco meter plata, ya hice filas en sus bancos y en sus taquillas de pago, ya casi me muero en un hospital, ya estuve en el mundo como un relojito cumpliendo cada regla estúpida que contradice la otra más estúpida que se han inventado. Ya fuí a misa, y ya pienso que la única iglesia que ilumina es la que arde. Ya emprendí y fracase cuanto proyecto quiera. Ya viví con tres pesos, y con seis, y hasta con nada, y ya es tiempo de hacerse una ruta, de no comportarse como lo han hecho los otros.

Aunque me falte mucha mierda por comer, como la canción del Cuarteto de Nos, ya pase por casi todo, y no quiero ser parte de otra generación (cómo la de mi papá, como la de los abuelos y tatarabuelos y hasta que eramos indios libres) que les han dicho que hay que esperar, que así son las cosas, que todo bien, que esta equivocado, que baje la voz, que baje la cabeza, que coma mierda, que deje de ser agradecido, que respete, que rece, que tenga fe, sea positivo que todo va a ser diferente mañana.

Y como veo las cosas, después de tanto tiempo, lo único a lo que tenemos es a estudiar, reflexionar, y describirnos cómo es nuestra vida. Y gracias a la globalidad ó globalización, podemos compararnos con otros, y darnos cuenta que nos mantienen convencidos que somos los culpables de lo mal que vivimos, sabiendo que los culpables son otros.

Yo quiero ir hasta el fondo, pero de manera autentica. Déjenme ser pobre, rabioso, radical, no se metan con mi humor negro, no les debe importar lo que yo piense, ni les debe trasnochar cualquier plan que arme para cambiar mi mundo. Si la respuesta que tienen a todas las injusticias que nos pasan a los de abajo: es por que sí. ¡¡Dejenme en paz!!

Jodasen! o Aguantesen! Hagan lo que quiera, pero yo seguiré escribiendo y hablando lo que me place. Obvio, no estoy buscando la muerte, eso es lo otro que les pido, que no me maten, porque vivito soy más útil y bonito.
Lo poco que debo estar arriesgando siendo yo mismo todos los días y en cada acto que realice, es el número de personas que irán a mi funeral.

Mientras el mundo trabaja como loco, y no dice nada (NADA!!) de todo lo malo que hacemos al parche en que habitamos, y cómo tratamos y obligamos a vivir a los que viajan con nosotros en este mundo que da vueltas (incluidos los animales), yo si lo hago. Y no me pidan formato, ni tacto, ni retracto, porque estarías atentando al único derecho que tengo, que tenemos: Ser orgullosos de lo que somos.
Mientras usted no escribe, o escriba bobadas que le dicta el jefe, yo sigo tecleando, grabando, disparando (fotos).

Por eso, ante mi forma de ser y de hablar cuando y donde no se debe, que me hace detestable, me tocara inscribirme en alguna asociación de entierros (para no dejarle ese chicharrón a los que quedan), y dejare acordado que no se preocupen por mucho tinto, y no contraten tantos buses que lleven la gente. Seremos poquisimos. De eso seguro.

No hay comentarios: