domingo, 12 de abril de 2009

Hoy, viajar en Bus en la silla 29.

Hoy, a la 1pm, bus de Bolivariano, sillas 29 y 30.

De últimos, y junto al baño. Cada vez que abrían la puerta, o cuando la niña morenita se estaba vomitando afuera, en el pasillo, atracito de Ana Maria, me traía recuerdos.


Recuerdo los buses “chocuanos” y su olor a baño vomitado y gente sin bañarse.
Recuerdo los buses “Carmeleños” que de vez en cuando podias estar viendo un paisaje montañoso con muchos verdes, y de pronto la ventana se llenaba de pedazos de comida liquida.

Aprendí a bajar la cabeza, a cerrar los ojos, a no mirar el paisaje, a no respirar.

Aprendí a dormirme para no marearme con los olores que venían de todas partes, de todas la sillas. Aprendí a no oír el sonido de las arcadas de los pasajeros del “Rápido Ochoa”, “La Surandina”, “Los Taxis”, “Las buseticas”, “Las chivas”.

Siempre fui capaz de no vomitar. Era por dignidad, y por aseo, y por que aprendí a no hacerlo.
Pero, hace poco, me tome una “Perico” y me hizo vomitar en una bolsa plástica. Pase desapercibido porque habíamos muchos vomitando mientras el paisaje.

Prometo no tomar leche revuelta con café al momento de viajar en bus.

El mejor método para no dañarle el viaje al los que viajan en la silla 29 y 30 de un bus “Bolivariano”, es mirar el paisaje de vez en cuando, y cerrar los ojos, y dormir, y moverse sin dar un paso.


2 comentarios:

Luis dijo...

Buen blog! Felicidades!!! Te invito a que visites mi blog sobre corotmetrajes: http://cortometrajistas.tv/

poemas dijo...

Odio viajar en Bus, es demasiado aburrido y rutinario, pero si se lleva un buen laptop y con varias baterias posiblemente el viaje resulte muy corto, ya lo intente y si me parecio corto un viaje de 25